El presidente Alberto Fernández convocó para el martes próximo a la primera reunión del comité de crisis, que integran el Gobierno junto con la UIA y la CGT, para analizar la forma en que la actividad económica se irá recuperando gradualmente a partir del lunes 13, cuando se dispondría el final de la cuarentena obligatoria.
La idea del comité de crisis fue sugerida por la mesa chica de la central obrera durante el encuentro que mantuvo el viernes pasado con el Presidente, que luego se reunió con la conducción de la UIA y fue sumada a esa iniciativa.
También se integrarían a ese grupo los expertos de la comunidad científica que asesoran al Gobierno y que aportarán consejos para evitar contagios masivos y para elaborar los protocolos de seguridad que regirán en las distintas áreas en donde se normalicen las tareas. Pero, como dijo el ministro de Salud, Ginés González García, “todo va a ser despacito y pensándolo” porque si las excepciones son masivas “podemos entrar en un estado irreversible”.
Alberto Fernández ya anunció que, aunque se levante la cuarentena, “los chicos seguirán sin ir al colegio, la administración pública seguirá con trabajo a distancia, y seguirá el aislamiento para los mayores adultos”. De la misma forma, se mantendrá la prohibición de los espectáculos al aire libre y cerrados, y las actividades con un masivo contacto social.
Entre las posibilidades para reanudar las tareas gradualmente que el primer mandatario evaluó con empresarios y sindicalistas figura la estructuración en las empresas de turnos de no más de 20 trabajadores en forma simultánea para evitar las aglomeraciones. A quienes vuelvan a cumplir tareas se les tomará la temperatura cuando lleguen y deberán aportar sus datos personales para que se establezca un seguimiento detallado del estado de salud de cada empleado.
El Gobierno ya tiene en marcha un sistema de control por GPS de los argentinos que volvieron del exterior, lo que les permitió a los funcionarios armar un mapa de geolocalización que incluye a los pasajeros y sus parientes. Ese mapa fue el que el Presidente les mostró a los dirigentes de la CGT desde una notebook, en el encuentro que mantuvieron la residencia de Olivos.
La vuelta al trabajo en turnos limitados y con personal controlado se complementaría con un cronograma reducido de transporte público, en donde se mantendrá la decisión de que no viajen pasajeros parados y podría limitarse la cantidad de asientos en uso para que se pueda respetar la distancia social.
Como informó Infobae, también podrían liberarse actividades comerciales en los barrios, como en pequeños restaurantes y bares, librerías, zapaterías, peluquerías y mercerías, entre otras, pero se dispondría una limitación del horario de atención y de la cantidad de clientes que pueden ingresar a los locales. También se autorizarían las tareas de trabajadores independientes como manicuras, jardineros y paseadores de perros, entre otros.
Desde el lunes 13, además, el Gobierno dispondría que vuelvan a abrir los bancos, aunque con nuevas prevenciones de seguridad e instrumentación de turnos de atención para evitar que se acumulen los clientes en las sucursales.
Después de las enormes colas de jubilados para cobrar sus haberes que se registraron el viernes, el Presidente les ordenó al presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y el titular de la ANSES, Alejandro Vanoli, que instrumentaran medidas para que no se repitiera esa situación, que expuso a que rompiera el aislamiento gente considerada dentro de los grupos de riesgo.
Por eso este fin de semana estuvieron abiertos los bancos, pero hubo muy poca concurrencia de gente para cobrar sus jubilaciones. Esa situación hizo que titular de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, insistiera en que el problema del viernes no radicó en el personal bancario, sino en una mala organización del Gobierno de las fechas de pago de las jubilaciones.
Este fin de semana, el sindicalista publicó en su cuenta personal de Twitter 40 fotos de bancos de distintos lugares del país en los cuales había poca gente o ninguna esperando para que la atendieran, y en todos los casos acompañó las imágenes con un mensaje: “Los bancarios no somos el problema. Estamos trabajando”.
Palazzo advirtió que el miércoles próximo podrían repetirse en los bancos los trastornos del viernes pasado. “Va a haber una cantidad de gente importante el 8, cuando se habilite el pago a jubilaciones nuevamente, porque empieza el cronograma ese día, en que cobran los que ganan menos de $17.500, que son prácticamente el 60% de jubilados de la Argentina”.
El Gobierno, según trascendió, decidiría que los bancos abran el Jueves Santo para evitar ese cuello de botella en el pago a los jubilados. El gremio bancario, de todas formas, pidió que haya “más personal” para atender a la gente y propuso que se amplíe la cantidad de sucursales que pagan los haberes durante la cuarentena.
Seguí leyendo: