El ministro de Salud, Ginés González García, explicó que la salida de la cuarentena será gradual y recomendó “acostumbrarse” a que será un período largo y con algunos matices.
En esa línea, señaló que muchos países que tuvieron éxito en la lucha contra la pandemia tras aplicar el aislamiento obligatorio ahora “están viendo que habiéndolo levantado masivamente se les complicó de nuevo”. No obstante, reconoció que se irá flexibilizando. “El día después no va a volver todo a la normalidad”, resumió.
Según detalló, “todo va a ser despacito y pensándolo” porque si las excepciones son masivas “podemos entrar en un estado irreversible”. Y, en diálogo con radio 10, agregó: “Si uno no regula la forma en la que viene la epidemia, hasta los sistemas de salud con mayor oferta del mundo quedan desbordados, como en Nueva York”.
Cuando le preguntaron qué evaluación hace hasta el momento de las medidas sanitarias implementadas por el Gobierno nacional, el ministro destacó que la línea de casos se mantiene “por debajo de los pronósticos” que había hecho, incluso de los más optimistas.
“Eso quiere decir que hasta ahora hicimos las cosas bien. También nos da fuerza para seguir haciendo las cosas bien”, afirmó.
Por otro lado, felicitó a la ciudadanía por el cumplimiento de la cuarentena y relató que en la semana recorrió Ezeiza, Canning y Cañuelas y se sorprendió por el “extraordinario” nivel de acatamiento.
“Tenemos que estar orgullosos de lo que estamos logrando los argentinos trabajando juntos. Estamos consiguiendo resultados muchísimos mejores que otros países”, dijo el ministro.
Por otro lado, insistió en que el barbijo no es una medida de protección personal sino hacia los otros. En ese sentido, afirmó que el Gobierno está concentrando sus esfuerzos únicamente en garantizar la provisión de este tipo de elemento para el personal de salud o para quienes trabajan en la calle haciendo controles.
No obstante, reconoció que algunas personas sienten más seguridad al usarlos y celebró que muchos decidan utilizarlos por voluntad propia.
“Nunca he sido optimista en excesos, pero estamos menos mal que otros países”, resumió y recordó que “esta es una carrera larga y todavía falta mucho por recorrer”.
El funcionario, por otro lado, también participó del evento solidario “Unidos por la Argentina”, donde señaló en relación a la lucha contra el coronavirus: “Vamos menos mal que otros países”.
Allí detalló que el sistema de salud cuenta con 4500 camas de terapia intensiva libres a la espera del pico de contagios. Al mismo tiempo, informó que el Ministerio de Salud está descentralizando más de 100 test y cuenta con otros 200 mil que se utilizarán para monitorear cómo evoluciona la pandemia.
“La curva de contagios todavía no se está aplanando, pero está subiendo poquito, que es lo que queríamos. Cuando se aplane, más adelante, vamos a tomar otras medidas”, dijo.
Finalmente, se refirió a la mala organización que llevó a que miles de jubilados se aglutinaran en las filas de los bancos este viernes. “No puedo decir cuáles son las consecuencias, pero lo mejor sería que no se repita. No fue un paso demasiado bueno”, concluyó.
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