El presidente Alberto Fernández recibirá hoy a la mesa chica de la CGT para analizar la posibilidad de crear un comité de crisis, junto con el empresariado, para monitorear la situación económica y laboral durante la cuarentena y definir cómo será la salida del aislamiento obligatorio.
El encuentro tendrá lugar a las 13 en la residencia de Olivos y la comitiva sindical estará integrada por los cotitulares de la central obrera, Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (estaciones de servicio), además de los dirigentes Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Gerardo Martínez (UOCRA), Antonio Caló (UOM) y Armando Cavalieri (Comercio).
Será el primer encuentro a solas que mantendrá el Presidente con la CGT desde que asumió su cargo, en diciembre de 2019, y en la central obrera hay alivio porque se producirá 48 horas después del acto en el Sanatorio Antártida en el que Alberto Fernández llenó de elogios a Hugo Moyano, cuyo sindicato ya no integra la estructura cegetista y mantiene fuertes diferencias con su conducción.
De esta forma, el primer mandatario equilibrará su postura en el dividido tablero sindical y alineará a dirigentes gremiales a los que necesita de su lado en un momento en el que la contención de los trabajadores, la atención médica de obras sociales y la capacidad de los hoteles sindicales serán clave para afrontar la pandemia.
La CGT podrá agradecerle al Presidente el decreto que prohíbe los despidos por 60 días, un reclamo que había efectuado la central obrera luego de las 1.450 cesantías en Techint y la zozobra de muchas otras fuentes de trabajo como consecuencia del parate de diversas actividades por la cuarentena obligatoria.
Pero los dirigentes sindicales, en coincidencia con la Unión Industrial Argentina (UIA), creen que es indispensable que sectores que hoy no están trabajando vuelvan gradualmente a la actividad en medio del aislamiento para evitar que se acentúe la parálisis económica.
La idea de la central obrera es proponerle a Alberto Fernández la creación de un comité de crisis, del que también participarían el Gobierno y el empresariado, para seguir de cerca la evolución de los efectos económicos y sociales de la pandemia.
Los sindicalistas, además, le informarán de qué forma la CGT está coordinando con el ministro de Salud, Ginés González García, la colaboración del sistema de obras sociales en los preparativos para atender a los enfermos por el coronavirus y además le entregarán el listado completo de hoteles que pertenecen a los gremios y que fueron puestos a disposición de las autoridades para alojar a los pacientes que tienen que estar en cuarentena.
La central obrera ya logró que el Gobierno les pagara este mes a las obras sociales unos 2.800 millones de pesos que les debía en concepto de reintegros de alta complejidad, pero en la dirigencia cegetista hay inquietud luego de varios gestos de preferencia de la Casa Rosada hacia Moyano. Uno de ellos fue que justamente de esos 2.800 millones de pesos, la Superintendencia de Servicios de Salud le dio de manera discrecional 258 millones de pesos a la obra social de los Camioneros, algo que le permitió recibir más dinero que otras que pertenecen a gremios con mayor cantidad de afiliados.
Ante el Presidente, la CGT insistirá en que se acelere la devolución de los fondos adeudados a las obras sociales (en total son 15.000 millones) por una preocupación que se sumó en estos días: la parálisis de la actividad económica y los problemas en el empleo por la cuarentena trajeron aparejados una caída en los aportes que reciben las obras sociales, por lo que se agravó el cuadro de desfinanciamiento del sistema de salud.
Más allá del encuentro, y la correspondiente foto, con el Presidente, la CGT quiere asegurarse algún mecanismo de participación en las decisiones del Gobierno, de las que hasta ahora se ha mantenido ajena pese a los pedidos a los funcionarios para aportar propuestas y estar informados de las medidas.
La UIA, que también busca integrar un comité de crisis, podría ser recibida por Alberto Fernández en las próximas horas, según confiaron a Infobae fuentes empresariales. Será una forma de que el Gobierno sume al sector industrial al operativo para mitigar los efectos de la pandemia, pero, además, una buena oportunidad de medir los ánimos luego de que el Presidente trató de “miserables” a los empresarios que despiden y de que les pidió "que ganen un poco menos esta vez”.
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