El senador misionero Maurice Closs transfirió el monto total de su haber de marzo: 168.244,92 pesos. Eligió el Hospital Justo José Pereyra de Aristóbulo del Valle de su provincia. Al hacer el anuncio subió a las redes sociales su recibo de sueldo en el que muestra que su dieta como senador nacional es de $240.711,99 pero, con los descuentos, baja a la cifra que depositó a las 8.46 de hoy para que se destine a insumos y ayuda contra el COVID-19.
Closs aceptó la invitación del gobernador Oscar Herrera Ahuad; del vicegobernador Carlos Arce y del líder político del Frente Renovador de la Concordia y Presidente de la Cámara de Representantes de la Provincia, Carlos Rovira. “Hemos decidido el aporte del sueldo para ser destinado a la Emergencia Sanitaria”, anunciaron los tres el lunes y propusieron que los imitaran diputados provinciales, ministros, presidentes de entes descentralizados y sus directorios.
Sin embargo, Closs debió hacer una aclaración para prevenir el malestar que su decisión provocaría entre sus pares. “Tal decisión no pretende ser ejemplo ni camino a seguir para nadie. Es un aporte que puedo hacer este mes puesto que este haber no representa el único y principal ingreso en mi economía personal y familiar”, justificó su donación del 100% de su haber.
Desde hace varios días en el Senado se discute la conveniencia de hacer un gesto similar o no. Incluso dentro de la oposición hay resistencia mientras que en el Frente de Todos quienes arrancaron con la idea son los más lejanos al kirchnerismo. Cristina Kirchner, al igual que el Presidente, no está de acuerdo con que los dirigentes cedan sus sueldos según el humor de algunos sectores que se expresan desde los balcones o las redes sociales. Lo consideran un “apriete” empresario.
Este jueves finalmente hubo una reunión del bloque del Frente de Todos coordinada desde Formosa por José Mayans. Duró casi tres horas porque participaron 40 senadores y cada cual contó cómo impacta en su distrito la pandemia y las situaciones particulares como la caída del turismo, la actividad industrial, la producción y las cuestiones limítrofes. Hasta se enumeraron pedidos de intendentes, de pymes y de distintos sectores."Muchachos la coparticipación cayó 27% en 14 días, Formosa perdió $1.100 millones, más no sé si se puede bajar, no se puede tener un Estado sin plata en estas circunstancias", se sinceró Mayans. Abril, se comentó, sería peor.
Después de desmenuzar una larga lista de temas, se habló de las dietas.
La rebaja de sueldos políticos es una decisión que ya tomaron más de la mitad de los gobernadores. Algunos como Gerardo Morales, Sergio Uñac y Gustavo Bordet lo hicieron antes de que arrancaran los cacerolazos para exigir un aporte de la política. El único que se plantó contundente fue el puntano Alberto Rodríguez Saá: “Estos días se ha hablado de que la clase política se baje los sueldos, esto no ayuda cuando es hecho por la parte oscura de la naturaleza humana. Si fuera necesario el primero que se va a bajar el sueldo es el gobernador de San Luis que recibe como salario mucho menos que un senador nacional, que un diputado nacional. Sé que los ministros, los funcionarios, tienen un sueldo que deben ser de los más bajos de la Argentina comparativamente con otros funcionarios. Los empleados públicos, al contrario, los que menos ganan, están ubicados como los mejores sueldos de la Argentina. Tenemos una escala salarial que está hecha con mucha Justicia. No vamos a bajar los sueldos de los funcionarios”, dijo. Y admitió que le gustaría aumentar los sueldos del sistema de salud, policía y docentes y que por ahora “no es necesario” hacer una quita en San Luis.
El domingo Alberto Fernández había apuntado a grandes empresarios con foco en Paolo Rocca de Techint que preparaba 1400 despidos. “Esta vez les toca ganar menos”, advirtió. El lunes a las 21.30 empezaron los cacerolazos.
“A mí las cacerolas porteñas no me inclinan la aguja. Cuando nos cortaron el gasoducto del NEA no sonaron, cuando nos cortaron la construcción de viviendas no sonaron, cuando cortaron el Fondo Sojero tampoco sonaron”, se quejó el jefe del bloque que coincidió con Cristina Kirchner en el análisis de que “ahora aparecen los que culpan a la política de todo pero la solución va a venir de la política”. Hubo incluso consultas extraoficiales al Poder Judicial que no acompañaría recortes de haberes.
De las dos cámaras del Congreso, el Senado es la que prácticamente no ha tenido actividad, excepto por la presentación de proyectos en forma remota que sin embargo no tienen chances de ser aprobados si no hay sesión. Aseguran que la Vicepresidenta pidió “no arriesgar” la vida de los legisladores. Desde su departamento llamó a Mayans en medio de la reunión que mantenían por teleconferencia y le encomendó que transmitiera a los senadores un pedido: “José deciles que se cuiden, que estoy atenta a lo que pasa en cada provincia, que cuenten conmigo”. Hablaron varias veces durante el día como CFK lo hace con otros senadores, ministros e intendentes además de hablar con el Presidente.
En la previa se comentó el enojo con Sergio Massa que, como presidente de Diputados, impulsó un recorte extremo. Los diputados de la oposición apuraron el lunes una carta al Presidente para la creación de un fondo con un porcentaje de los haberes de los tres poderes del Estado. En el chat de Juntos por el Cambio en Diputados hubo pelea con cruce de acusaciones sobre todo desde la Coalición Cívica donde aseguraron que sus diputados viven de la dieta y no de otros ingresos propios y que el partido que lidera Elisa Carrió no recibe aportes empresarios. Y se cuestionó a Patricia Bullrich, presidenta del PRO, por sus mensajes a favor de los cacerolazos. En el chat del interbloque de Juntos por el Cambio en el Senado hubo discusiones del mismo tenor pero Esteban Bullrich, Martín Lousteau y Humberto Schiavoni, entre otros senadores radicales y del PRO, presentaron un proyecto de ley para la creación de un fondo con el 30% de los haberes de todos lo poderes, incluido el judicial. Massa redobló la apuesta y propuso que todos donen 40%. Tras el malestar, los diputados quedaron en reunirse en forma remota recién el próximo lunes para conversar al respecto.
Antes de todo eso, el senador radical Luis Naidenoff, jefe del interbloque opositor, ya había enviado una carta a la secretaria administrativa María Luz Alonso con copia a la presidenta del cuerpo, Cristina Fernández de Kirchner, anunciándole que cada senador les informaría adónde y qué porcentaje donarían de su sueldo. Silvia Elías de Pérez, de Tucumán, fue la primera y eligió dos hospitales de su provincia.
En el Frente de Todos y sin comunicación con Cristina Fernández pero con diálogo remoto con José Mayans, tres senadores decidieron apurar a sus colegas. Carlos ‘Camau’ Espínola de Corrientes; Dalmasio Mera de Entre Ríos y Edgardo Kueider de Catamarca, escribieron una carta a Mayans para que dispusiera de sus dietas en el porcentaje que lo solicitara el Poder Ejecutivo “con los fines de atenuar el costo fiscal que afronta el Tesoro Nacional” y para “brindar ayuda económica efectiva al Sistema Sanitario argentino y sus trabajadores y a la situación general del país”. En conversación privada recomendaron una decisión conjunta del bloque para que el monto y el gesto sean más significativos. Hoy se sumaron dos senadores salteños, el kirchnerista Sergio ‘Oso’ Levy y Nora Giménez. Sus respectivos comunicados generaron confusión y hubo quienes creyeron que representaban al conjunto con sus anuncios. Pero no.
En la reunión del bloque del Frente de Todos, vía Zoom, la primera desde que arrancó el aislamiento, hubo hasta quien habló treinta minutos. A Oscar Parrilli en Neuquén lo asistieron para que no le fallara la conexión. A Carlos Caserio en Córdoba se le cortó promediando la mitad del encuentro virtual que empezó a las 16 y siguió hasta las 19. Lo que no escuchó ni vio tuvo que reconstruirlo en charlas telefónicas posteriores. El santafesino Roberto Mirabella planteó las diferencias entre pequeños pueblos y centros urbanos. Además pidió una reunión con el ministro de Producción, Matías Kulfas. Algunos senadores le hacían señas a Mayans para que cortara a los que hablaban mucho tiempo. “Vamos a tener otras reuniones no se preocupen, no agotemos todo hoy” trataba de calmar ansiedades el presidente del bloque.
Entre otros temas, charlaron sobre la presentación que haría este viernes a las 15 el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, en comisión como ya hicieron Nicolás Trotta, Ginés González García y Daniel Arroyo en Diputados. Hubo coincidencia sobre Moroni: a todos les preocupa la pérdida de empleos.
Mayans también anunció que el jefe de Gabinete Santiago Cafiero lo llamó y se puso a disposición para dar su informe al Congreso. Puede elegir e irá primero al Senado. Varios pusieron reparos a una sesión y a viajar. Los chaqueños describieron su encierro y manifestaron gran preocupación. Por ahora el informe de Cafiero tiene fecha incierta a la espera de cómo siga la pandemia.
Sobre las dietas, se oyeron argumentos a la defensiva. Se comentó la decisión de Closs y el pedido de Espínola y compañía. También que los pampeanos habían hecho donaciones a nivel local. Varios reclamaron elegir adónde mandar su plata. Hubo una senadora que recordó que mantiene una casa en su provincia y un departamento en Capital. Y quien subrayó que por las incompatibilidades de los cargos no puede tener otra actividad. Casi todos priorizan su lugar de origen para destinar su dinero, en caso de donar. Se comentó que la Vicepresidenta respeta la decisión de cada senador mientras algunos contaban casos como la ayuda que dan a comprovincianos que una vez decretado el aislamiento quedaron varados en Buenos Aires donde siguen tratamientos médicos. Además se alzaron varias voces en contra de la demanda de los últimos días. “Otra vez el ataque al a política”, lamentaron. Finalmente no llegaron a un acuerdo para hacer un anuncio conjunto.
Saldó el debate el jefe del bloque: “Soy respetuoso de la decisión de cada uno que sabe hasta dónde le aprietan los zapatos. También sé de la generosidad de cada uno y ustedes saben qué hacer, si quieren donar, háganlo a conciencia y si quieren sacarse una foto, también”.
Según varias fuentes consultadas hubo más preocupación que enojo entre ellos. Eso sí, les costó escribir un comunicado compartido.