Alberto Fernández dedicará cuatro horas de su agenda a reunirse -separadamente- con empresarios y sindicalistas, en un ordenamiento que visualiza bien claro.
Primero se dedicó a escuchar a los expertos en epidemia que hay en la Argentina, luego consensuó sus decisiones con gobernadores y las anunció, después se enfocó en la red social del conurbano bonaerense reuniéndose con iglesias, organizaciones sociales e intendentes. Una vez asentada la estrategia de base, va por la segunda parte de la emergencia, la que tiene que ver con la economía.
El Presidente no comprende por qué las críticas que fueron surgiendo en los últimos días y, según le dejó entrever a uno de sus amigos más cercanos, ve una mezcla de opositores queriendo llevar agua a su molino con razonables preocupaciones para quienes tienen responsabilidades concretas en empresas de todos los tamaños. “Tenemos que bajar un cambio”, fue lo que alguien cercano le dijo a Infobae.
En este marco a las 11 se reunió con la Cámara Argentina de Comercio (CAC), uno de los núcleos empresarios más fuerte, nació en la década del 20 y cuenta con una amplia representación en pequeñas, medianas e incluso grandes empresas del país, e incluso una universidad asociada, CAECE.
Entre los asistentes a figuraron Eduardo Eurnekian, presidente de Aeropuertos Argentinos 2000, Jorge Di Fiori, presidente de la CAC, a Alberto Grimoldi, vicepresidente segundo y al Tesorero, Víctor Dosoretz. Es la primera reunión que tendrá con un grupo empresario después de haber declarado el distanciamiento social, preventivo y obligatorio, y lo hace luego de haber criticado por “miserables” a algunos responsables de empresas a los que no identificó, pero que se supone tienen que ver con los que hayan despedido personal. O sea, Paolo Rocca, de Techint.
La reunión que estuvo varias postergada con la UIA, finalmente se concretará hoy también, a las 17, también en la Residencia de Olivos. Miguel Angel Acevedo, titular de la entidad, habló con el Presidente justamente el día que se provocó ese quiebre de confianza entre el Gobierno y el mundo económico y habían quedado en encontrarse al día siguiente, pero no se pudo concretar. Ya con las principales medidas en marcha, el encuentro se concretará por la tarde.
Antes, a las 13, está previsto una larga reunión de trabajo con la CGT, que aparentemente no será precisamente almuerzo, porque el Presidente está cuidándose con las comidas. Estarán presentes el secretario general de la central obrera, Héctor Daer, del gremio de Sanidad, y muy allegado a Fernández. Pero también Carlos Acuña (de estaciones de servicio), con quien no tiene una relación cercana y Gerardo Martínez, de la UOCRA, con quien mantuvo varias conversaciones telefónicas en los últimos días. Además, formarán parte del encuentro el metalúrgico Antonio Caló, también Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), y Armando Cavalieri, el veterano dirigente de empleados de Comercio.
Esta reunión se presta a varias lecturas, también. Por un lado, está claro que en los últimos días atendió los reclamos que escuchó de parte de la UOCRA para ampliar a los trabajadores de la construcción las excepciones de la cuarentena, de modo que la actividad no se desplome dramáticamente, como estaba previsto.
Pero no había sido bien visto por los “gordos” cegetistas que el Primer Mandatario le diera un escenario destaco a Hugo Moyano, su familia y el gremio camioneros, incluso una transferencia para su obra social que se considera por encima de lo que le correspondería.
“Celos razonables entre pares, Alberto los mimará y buscará seguir achicando esa deuda con las obras sociales, que es algo más necesario que nunca en esta etapa. Hoy necesitamos a todos adentro", sintetizaron cerca del Presidente.
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