El mensaje se viralizó de un lado al otro del Congreso de la Nación aunque ninguno de los protagonistas estuviera en el Palacio. El lunes a la tardecita, mientras se preparaba el primer cacerolazo contra los políticos y en reclamo para que se bajen el sueldo, se rompió el chat que comparten los integrantes del interbloque de Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados y a punto estuvo de romperse el de los senadores. En el medio, Elisa Carrió no rompió la cuarentena que respeta en Exaltación de la Cruz pero sí la Cuaresma. Lo hizo para hacer público un fuerte y sugestivo mensaje en las redes sociales. Además, en la cámara baja contaron que habló por teléfono con diputados de la Coalición Cívica y de la UCR para tratar de interceder en la discusión y marcar las diferencias.
“Hoy debemos acompañar de manera solidaria, colectiva y sin personalismos. Pretender sacar ventajas personales a costa de uno de los distritos que nos toca gobernar, es inmoral y éticamente reprochable. Son tiempos de prudencia y no hay lugar para oportunistas”, escribió la ex diputada nacional que se jubiló este año cansada del ejercicio diario de la política pero no alejada de los debates. En sus últimos tiempos en el Congreso se mostró prudente y votó a favor de la renegociación de la deuda que encara la actual gestión. Y este martes puso su palabra como escudo a favor de la figura más visible en gestión de Juntos por el Cambio: Horacio Rodríguez Larreta.
El mensaje se interpretó como una señal de alerta con nombre y apellido de mujer. En Diputados señalaban a Patricia Bullrich, presidenta del PRO, como quien una de las autoras intelectuales de los cacerolazos contra los políticos convocados para las 21.30 de cada día y hasta el 13 de abril. Suenan especialmente en Buenos Aires donde gobierna uno de los líderes de Juntos por el Cambio. También en algunas otras ciudades pero en Capital el jefe de gobierno no tuvo empacho en sentarse junto al presidente Alberto Fernández y al gobernador Axel Kicillof. Al principio de los operativos el gesto fue destacado como buena señal de convivencia. Con el correr de los días todo se reinterpreta a pesar de que la distancia entre ellos es enorme pero no respecto al COVID-19. Rodríguez Larreta tiene la misma necesidad personal y política de salvar vidas que tienen los referentes peronistas. Ahí, no hay grieta.
Rodríguez Larreta, como Mario Negri jefe del interbloque de diputados de Juntos por el Cambio, pagaron un costo por ir a Casa Rosada y acordar su apoyo. Aunque fueron todos los bloques el diputado cordobés fue la cara más visible y hasta dijo que Fernández es el comandante de esta batalla y que lo apoyarán. Sólo los que miran con liviandad la situación pueden imaginar que Negri vaya a cambiar de bando: es sólo la coyuntura lo que lo juntó con Sergio Massa en Diputados y la historia reciente que llevó a Mauricio Macri a una derrota en su intento por la reelección.
En ese marco hasta Miguel Angel Pichetto le reconoció a Cristina Kirchner como una virtud su silencio y en declaraciones periodísticas le atribuyó conocimiento en cuestiones sanitarias tras la batalla del 2009 contra la Gripe A. Esto, está claro, es mucho peor.
La punta del iceberg fue la discusión sobre la rebaja de sueldos políticos pero las rencillas venían de antes. Tras la demanda social del lunes el jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo, propuso un proyecto de ley para reducir dietas y sueldos en los tres poderes del Estado a razón de un 30% durante tres meses. En una reunión remota saltaron molestos los legisladores de la Coalición Cívica: “Vivimos de nuestro sueldo y no recibimos aportes de empresas”. La frase fue la más leve en la discusión que subió de tono y terminó con cada diputado de la CC abandonando el chat. Entre ellos Maximiliano Ferraro, presidente del partido; Julián López y Mariana Zuvic. No quedo ninguno y aún así, la pelea continuó.
El debate no es nuevo. La propia Carrió supo defender dietas y pasajes que reciben los diputados. En la reunión virtual hubo acusaciones cruzadas sobre el financiamiento de la política y sobre si la idea de recortarse sus dietas era un acto de justicia o hipocresía.
Estaban por sonar los aplausos de las 21 a favor de médicos que le ponen el cuerpo a la pandemia cuando Negri se apuró a subir a las redes sociales no el proyecto de ley que empujaba Ritondo sino una carta al Presidente que proponía más o menos lo mismo. En el Senado, inactivo, un pequeño grupo liderado por Esteban Bullrich, Martín Lousteau y Humberto Schiavoni apuraban un proyecto que tenían en borrador con una idea parecida, un proyecto de ley para bajar sueldos incluso al Poder Judicial al que hace pocas semanas defendían del avance por la reforma jubilatoria que le tocaba los haberes. “No nos podemos dejar correr por Twitter” se quejó un senador radical molesto porque no es la primera vez que la tríada avanza por encima del jefe del interbloque, Luis Naidenoff, ultraopositor pero prudente y pegado al reglamento y a las leyes. No es la primera vez que juegan solos y también se rumorea que detrás está el ala dura del PRO con el estímulo de su presidenta, la ex ministra Patricia Bullrich. La iniciativa original incluía una quita del 30% a todos los sueldos de la Argentina de $ 200 mil o más, incluso las jubilaciones. Hubo varios senadores que se negaron a firmar. Otros lo hicieron sin leer la letra chica.
Para colmo Sergio Massa tomó el desafío de los cacerolazos y de Juntos por el Cambio y avisó que su idea es bajar 40% las dietas. Las discusiones internas obligaron a dilatar el próximo encuentro de jefes de bloques que finalmente recién tendrá lugar el próximo lunes, tal vez a la espera de que se calmen los ánimos.
Las principales figuras de la Coalición Cívica pidieron guardar silencio. “Es sano”, dijeron en un intento por evitar que crezca la grieta interna en tiempos en que la sociedad exige gestos de la política y ayuda y soluciones. La fisura quedó expuesta en el comunicado que firmaron los diputados con Carrió. Y en el mensaje público que escribió la ex diputada que suele guardar silencio en tiempo de Cuaresma hasta después de Pascua.
“Elisa Carrió; el presidente de la Coalición Cívica y jefe del bloque de los diputados nacionales, Maximiliano Ferraro; la presidente de la CC ARI de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la diputada nacional Paula Oliveto y los diputados nacionales Mariana Zuvic y Juan Manuel López, expresaron su respaldo y respeto para con el Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, todo su equipo y a todos los que están manejando la crisis provocada por la pandemia" expresó el grupo en un comunicado que la chaqueña replicó en sus cuentas de las redes sociales. Carrió que no es ingenua y que sabe que en ese manejo de la pandemia se incluye la cercanía con Fernández y Kicillof para evitar que la pandemia azote el área Metropolitana.
También señaló: “Queremos reconocer muy especialmente, también, a los trabajadores de la salud, seguridad, transporte, distribución de alimentos y voluntarios que les están poniendo el cuerpo a esta situación de emergencia inédita”. Algunos de sus colaboradores están trabajando codo a codo con los funcionarios de la Ciudad y creen que hay que fortalecer a los políticos que conducen la estrategia y no limar su legitimidad al ritmo de las cacerolas.
“La pandemia, el estado de emergencia no debe suspender la República y el Estado de Derecho”, concluyó Carrió antes de volver a guardar silencio.
En su entorno, como entre los radicales, hay quienes plantean que no son tiempos de grieta y que ya vendrán las peleas electorales o los posicionamientos ideológicos. Sus diputados también se quejaron de quienes quieren “sacar ventajita en Capital”.
La semana pasada hubo una reunión remota de la mesa nacional de Juntos por el Cambio en la que estuvo Mauricio Macri y en la que no pudo participar Miguel Pichetto porque le falló la conexión de Internet. “Intentamos calmar a Patricia pero al día siguiente salió con los botines de punta”, se quejó un diputado en diálogo con Infobae. Más se quejó el lunes por la noche.
“Hay que tomar distancia y silencio sanitario prudencial” respondieron después del comunicado los ‘lilitos’.