Alberto Fernández privilegia su estrategia de salud pública para contener al coronavirus y evitar que la pandemia en la Argentina escale a los niveles trágicos de España, Italia y Estados Unidos. En este sentido, el presidente ordenó la cuarentena obligatoria y desplegó un ambicioso operativo destinado a montar un sistema de cuidado inmediato para los contagiados en la Capital Federal y el conurbano bonaerense, dos escenarios clave de la batalla contra la pandemia del coronavirus.
Mientras la cuarentena se presenta como el único antídoto para aplanar la curva del coronavirus, la ausencia de movilidad en los espacios públicos causó una crisis económica sin antecedentes en la Argentina. Durante décadas se sucedieron etapas de hiperinflación, tablitas financieras, planes de ajuste, nacionalizaciones de compañías privadas y privatizaciones de empresas públicas. Pero jamás había ocurrido que un virus de origen chino destrozara todos los eslabones de la cadena productiva.
La anomalía histórica pegó con intensidad geométrica en los sectores más postergados del país, y Alberto Fernández dispuso un paquete de medidas de emergencia orientado a preservar -como se pueda- la capacidad adquisitiva de los beneficiarios de los planes sociales, AUH, jubilados y pensionados, entre otros asistidos por el Estado Nacional.
El Gobierno anunció las siguientes medidas de emergencia al momento de la pandemia:
1. Un bono de $3.000 para jubilados y pensionados que cobran la mínima.
2. Un plus de $10.000 denominado Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) para los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y por Embarazo.
3. Un bono de $3.100 para quienes cobran asignaciones equivalente a una AUH adicional.
4. Un bono de $3.000 para perceptores de planes sociales.
5. Un bono de $3.000 para perceptores de planes sociales (Hacemos Futuro y Salario Social Complementario).
6. Dos meses adicionales de gracia, abril y mayo, para los créditos de Anses.
Alberto Fernández ya decidió que todo esta ayuda de emergencia continuará hasta que los efectos económicos de la pandemia hayan sido superados.
“En estos momentos no nos importa el déficit fiscal. Sólo pretendemos que los más necesitados tengan para comer y vivir. Y esa pretensión no termina cuando levantemos la cuarentena o anunciemos que la crisis sanitaria terminó”, dijo a Infobae un ministro del Gabinete que ya conoce de memoria las calles internas de Olivos.
-¿Eso significa que se repetirá la ayuda de emergencia en mayo?-, le preguntó este medio.
-Sí. Nos preparamos para que abril sea un muy mal mes. Aparte de la ayuda directa del Estado Nacional vía programas o asistencia, vamos a aumentar las transferencias a municipios del conurbano y a las provincias.
-¿A las provincias y los municipios es por la caída de los niveles de coparticipación secundaria?
-Sí. Es por la caída de la recaudación.
El plan de Alberto Fernández para contener las consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la pandemia tienen fecha de lanzamiento y final abierto. El presidente espera que la curva del coronavirus se aplane, y mientras tanto trata de contener a los sectores más pobres, preservar las fuentes de trabajo formales e informales, evitar que se rompa la cadena de pagos y relanzar la economía cuando se ablande la cuarentena obligatoria.
Un programa complejo que intenta esquivar la posibilidad de caer en la hiperinflación -por la emisión monetaria- o en la hiperrecesión -por la ruptura de la cadena de producción- y la crisis de la economía a nivel global.
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omo parte de las medidas paliativas para enfrentar la emergencia económica generada por el coronavirus, el gobierno había anunciado la semana pasada el pago de un bono extraordinario de $3.100 para todos aquellos beneficiarios que perciben la Asignación Universal por Hijo, la Asignación por Embarazo, por zona diferencial y por hijo con discapacidad.