Desde la sala de situación del Ministerio de Salud, rodeado por pantallas que procesan en tiempo real el avance de la pandemia en el país y en todo el planeta, el ministro Ginés González García volvió a reiterar que estamos “menos mal” que “cualquier otro país” y aseguró que “vamos por debajo de la simulación más optimista”, en alusión a los distintos escenarios que el Gobierno trazó cuando el avance del coronavirus en la Argentina ya era inevitable.
Así lo resaltó el funcionario en el encuentro virtual que mantuvo a última hora de la tarde con los diputados que integran la comisión de Acción Social y Salud Pública, que le preguntaron por el número de reactivos, la cantidad de respiradores, la centralización de compras por parte del Estado y la evolución del virus en el país.
González García anticipó que en los próximos días saldrá un DNU para declarar “de interés público a todo el recurso sanitario de la Argentina”. “Podrá ser estatal o privado, pero creemos que tiene que tener un comportamiento igualitario para todos los argentinos”, adelantó sin dar detalles. La medida, de concretarse, podría generar polémica con el sistema privado de salud.
Las declaraciones del ministro, en la misma línea moderada que sostiene en los últimos días, se dio minutos antes de la oficialización del nuevo reporte con la confirmación de 79 nuevos casos positivos de Covid-19, un número menor al de ayer y al del lunes. Según la información oficial, este miércoles se reportaron cinco nuevas muertes. El total de infectados ascendió a 1.133 casos.
“La ventaja que hemos tenido es que el virus llegó después que otros países. Nos permitió aprender de las cosas que nosotros creemos que no han hecho bien otros países. Hemos tomado todos los recaudos de todo lo posible de ser comprado. No solo por dinero, si no por existencia. Al ser más tardíos en la evolución nos encontramos con el enorme consumo de Asia, luego Europa y Estados Unidos. Felizmente hemos tenido siempre reactivos. Hoy tenemos muchos reactivos y vamos a seguir teniendo”, subrayó el ministro.
Reiteró, además, que apuntan a sumar entre 1.500 y 2.000 camas de terapia intensiva entre los sistemas público y privado; que el Estado prohibió la exportación de insumos, como respiradores, pero que las provincias pueden comprar, “sí consiguen, todo lo que quieran de afuera”, y anticipó que se busca eliminar los impuestos aduaneros de cualquier insumo crítico con el decreto mencionado.
“Nuestra estrategia es ganar tiempo. Desde que empezamos la distribución de respiradores, distribuimos 196 y ahora este fin de semana van a ser unos 140 más. Nosotros tenemos todos los reactivos que pudimos conseguir. Comparativamente con cualquier país estamos menos mal que el resto. No puedo decir más nada porque esto tiene que terminar. No he tenido ningún tipo de problema de financiamiento”, abundó.
Ante la consulta de los legisladores en relación a los reactivos, González García dijo que se distribuyeron “tarde porque no había”. “La capacidad de todo el país de procesamiento por día debe ser de unos 3.500, 4.000 exámenes”, aclaró.
Respecto de la posible compra a China, el ministro dijo que, por ahora, “no ha habido contestación" a la carta que el presidente Alberto Fernández le envió a su par oriental. Y que el canciller Felipe Solá estaba en conversaciones con su colega chino.
“Lo que no he hecho en mi vida es macanear. Es inexorable que no haya transmisión comunitaria. Yo creo que va a pasar, lo que tenemos que hacer es que se regule, que no pase de golpe y que podamos manejarla. Mucho de lo que estamos haciendo es para que se enlentezca la transmisión comunitaria. Lo que no podemos hacer es que no exista. No puedo decir lo que todavía no sucedió. Hasta ahora nos va menos mal. En la simulación más optimista vamos por debajo. Ojalá podamos seguir así. Que dentro de un tiempo la curva deje de crecer y se aplane. Seguramente va a seguir la curva subiendo. ¿Cuántos son los casos reales? Más de los que hay, seguro”, agregó el ministro ante una veintena de diputados que lo escuchaban a través de una videollamada, la nueva modalidad de reunión parlamentaria.
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