Alberto Fernández lo terminó de definir ayer a la mañana con sus colaboradores más estrechos y dio las instrucciones al encargado de la comunicación oficial del Gobierno de ponerlo en marcha. Según confirmaron fuentes gubernamentales, el Presidente mantendrá este domingo antes del mediodía un encuentro con un grupo de los especialistas del comité de crisis conformado en los primeros días del mes para terminar de definir cómo y en qué plazos continuará el aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado el jueves 19 ante el avance del coronavirus en el país.
Infobae había adelantado esta mañana que el jefe de Estado tenía previsto encabezar mañana una teleconferencia para tener la última opinión de los reconocidos infectólogos y epidemiólogos convocados por la Casa Rosada después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificara al virus originado en China como una pandemia que puso en jaque a los sistemas de salud pública del planeta.
Al mediodía, el Presidente ordenó avanzar con el encuentro virtual tras conversar en la Quinta de Olivos con algunos de sus más estrechos colaboradores, con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, a la cabeza. También el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi. A la tarde, se decidió finalmente un cambio en la modalidad: reunión presencial con “dotación mínima de indispensables”, además del ministro de Salud, Ginés González García.
Después de eso, el mandatario hará una ronda con las provincias -antes de anunciar la cuarentena, el jueves 19, buscó el consenso político y la coordinación de los gobernadores- y parte de la dirigencia empresarial y política. A partir de ese momento comunicará su decisión.
Fernández, según pudo saber Infobae de altas fuentes oficiales, está firme en la decisión de prorrogar la cuarentena en toda la Argentina por un período incluso más largo del que trascendió en las últimas horas. Las fuentes dan cuenta de que el Presidente querría mantener el aislamiento hasta fin de abril. Aunque la decisión que la Casa Rosada comunicará antes del martes, cuando venza el período de distanciamiento social decretado hace una semana y media, todavía no está del todo madurada.
El mandatario había convocado a Olivos a los expertos médicos tras dos encuentros en Casa Rosada, para decidir la suspensión de clases, oficializada cinco días antes de que anunciara el DNU con la cuarentena obligatoria en todo el país y para toda la población, con excepción de los servicios esenciales. Después se rodeó de los gobernadores para buscar consenso político a la confirmación del aislamiento.
En el seno del Gobierno hay un moderado optimismo respecto de la curva de casos positivos del Covid-19, que crecen a un ritmo diario en torno al 30%. “Creemos que la cuarentena va a tener un impacto. Es lógico. La duda es si impacta algo o si impacta mucho”, se preguntaba este viernes un funcionario del staff presidencial abocado a tiempo completo al intercambio de información con otros países.
En los últimos días, un puñado de secretarios de Estado, encabezados por Carla Vizzotti, secretaria de Acceso a la Salud, y Cecilia Nicolini, asesora de la Presidencia, se comunicó en forma virtual con autoridades jerárquicas de los gobiernos de China, Israel y Corea del Sur, entre otros. Tres de los países que aplicaron métodos a priori efectivos en torno al distanciamiento social en la batalla contra el coronavirus. Este sábado estaba prevista otra teleconferencia con España, junto a Italia, el país más afectado por la crisis sanitaria.
Fernández se nutre de esa información, de los reportes diarios de los distintos ministerios y de la opinión de los especialistas para definir la continuidad, y la modalidad, de la cuarentena. “La estrategia es ganar tiempo”, explicó en las últimas horas González García, que abundó en que la curva de casos evolucionaba por debajo de lo previsto.
El objetivo de la Casa Rosada es evitar que se aceleren los casos positivos porque de esa manera el sistema sanitario colapsaría. Esta mañana se conoció la muerte de un paciente de 51 años en Mar del Plata que había vuelto de un viaje por Europa, lo que sumó un total de 18 fallecimientos por coronavirus.
“Esto es minuto a minuto”, aseguran en el entorno presidencial. “Nos falta la evaluación de estos últimos días. Incorporamos además ciertas cuestiones de conducta”, agregan.
Al Gobierno le preocupa la cuestión sanitaria. Pero la problemática social en el corazón del Gran Buenos Aires es otro de los termómetros que la Casa Rosada tantea a diario. La continuidad del aislamiento no genera el mismo efecto en el conurbano que en la Ciudad.
En Olivos tomaron nota de que la instrumentación de la cuarentena en los barrios populares del Gran Buenos Aires es prácticamente inviable bajo el lema “quedate en casa”. La idea es ahora que los vecinos, al menos, no salgan del barrio.
Mientras tanto, el Estado desplegó una batería de medidas para tratar de paliar la crisis social que trae aparejado el brutal freno de la actividad económica y las consecuencias sobre los sectores vulnerables e informales. La inscripción para el cobro de los $10.000. El reparto de alimentos frescos y secos que en los próximos días empezará a acentuarse. Y la efectivización del pago adicional de la Asignación Universal por Hijo (AUH), este viernes, son algunas de ellas.
Fernández, que en la semana convocó a curas villeros, tiene confianza en la Iglesia y en el rol que ocupa en el reparto de alimentos. Este sábado volvió a recibir al “Grupo de curas en opción por los pobres”.
En la cúpula del Gobierno esperan de esta manera la ronda de consultas prevista para anunciar cómo continúa la vida de los argentinos que desde hace poco más de una semana están aislados para tratar de que los casos por coronavirus no se disparen de forma descontrolada como ocurrió en Italia, España o los Estados Unidos.
El Presidente, el gobernador Axel Kicillof y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta -en el área metropolitana se concentran el 70% de los casos- ya saben que los contagios van a crecer considerablemente a partir de mediados de abril. Y que los efectos del aislamiento servirán para un análisis mucho más riguroso a partir de la semana próxima, después de 15 días de instrumentada la medida.
La continuidad de la cuarentena es un hecho en ese sentido. Lo que se debate en el seno del poder es hasta cuándo. Y si habrá nuevas restricciones. Las decisiones se mueven con la dinámica que marca la pandemia.
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