La Cámara Federal porteña cerró sus puertas a partir de viernes y por tiempo indefinido. Es como consecuencia de la internación del juez Mariano Llorens, uno de sus miembros, con síntomas compatibles con el coronavirus.
Así lo confirmaron a Infobae fuentes judiciales. Es para evitar la circulación de jueces o empleados que pudieran haber tenido algún tipo de contacto con el juez, ante la posibilidad -aún no confirmada- de que se haya contagiado el Covid-19.
La decisión fue tomada por sus colegas de la Cámara Federal, a la espera de los estudios que le están haciendo a Llorens en un sanatorio de San Isidro, donde quedó internado por una neumonía y síntomas de fiebre. El cierre de la Cámara Federal no implica que no emitan resoluciones, sino que dispone que no acudan empleados al segundo piso de Comodoro Py y que tampoco se pueda circular por sus pasillos.
La Cámara Federal es un tribunal que ya tiene pocos integrantes. El juez Martín Irurzun, presidente de la Cámara, es el único integrante de la Sala II a la espera de que avance el concurso para ocupar las dos vacantes dejadas por la renuncia de Horacio Cattani y el traslado de Eduardo Farah en abril de 2017. Llorens integra la Sala I, junto a los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi. Como la Cámara Federal ya había restringido el personal por estos días, la semana pasada trabajaron Irurzun y Bruglia, y a Llorens le tocaba asistir ayer, jueves, pero se sintió mal y lo reportó al área de Medicina Preventiva de la Corte Suprema.
Aunque los movimientos en la avenida Comodoro Py 2002 ya se habían limitado y el acceso al edificio de Retiro estaba reducido al mínimo de personal, muchos de los magistrados resistían la modalidad del teletrabajo. No solo porque no es algo habitual y la tradición es trabajar con papeles, sino porque muchas veces el sistema informático presenta dificultades que complican el acceso al expediente, la carga de las resoluciones y la notificación a las partes. Sin embargo, fuentes judiciales consultadas por Infobae que la internación del camarista Llorens podría llevar a convencer a aquellos que no querían sumarse al homeoffice a aceptar esa modalidad como única forma de trabajo.
Tal como reveló este medio el jueves, Llorens comenzó días atrás con fiebre alta –39 grados–, tos, dolor de garganta y cansancio, por lo que fue a atenderse a un sanatorio de la localidad bonaerense de San Isidro. Primero descartaron dengue y lo mandaron a su casa. Pero como los síntomas siguieron, volvieron a verlo: le diagnosticaron neumonía, lo reportaron como caso sospechoso de coronavirus y lo dejaron internado.
El juez había estado a principio de mes en un congreso en la provincia de Misiones del que participaron jueces de distintos lugares del mundo. Llorens no estuvo en el exterior en los últimos tiempos, pero dos de sus familiares tuvieron relación con gente que había estado en los Estados Unidos y que tuvieron síntomas compatibles con el coronavirus pero cuyos tests dieron negativo.
La última vez que estuvo en los tribunales de Comodoro Py fue el martes de la semana pasada. Y el 17 de marzo estuvo con los otros tres jueces de la Cámara, en una reunión de acuerdo general. “Ninguno de los tres presentó síntomas hasta el momento”, le dijo a este medio una fuente del tribunal. Tampoco hubo reportes de malestar por parte de empleados.
Luego del decreto que dispuso el aislamiento social, preventivo y obligatorio, la Corte Suprema resolvió la semana pasada la feria extraordinaria por la pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud. Solo se tramitan cuestiones urgentes, como las apelaciones de las excarcelaciones, hábeas corpus y amparos.
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