En medio del operativo dispuesto por el Gobierno para repatriar a más de 10.000 argentinos varados en el exterior por la pandemia del coronavirus los empleados del consulado de Argentina en Madrid tuvieron que someterse a una cuarentena obligatoria porque una funcionara se contagió con el COVID-19.
La disposición se tomó anoche para evitar más contagios y complica aún más la situación de unos 500 argentinos que están varados en Madrid ya que necesitan de asistencia consular.
Según dijeron a Infobae fuentes del Gobierno, ni bien se enteraron de que una funcionaria del consulado en Madrid había contraído el virus se ordenó a todo el personal que dejara de asistir al trabajo y siguiera desde sus casas la atención al público como medida preventiva
Se dispuso también que los empleados de la embajada argentina en España refuercen las tareas del consulado momentáneamente.
No obstante, hasta ahora el consulado en Madrid permanece bajo una “guardia mínima” y se estima que ello generará complicaciones en la atención de todos aquellos argentinos que quieren regresar a Buenos Aires.
Como adelantó ayer Infobae, en una carrera contrarreloj por el acelerado avance del coronavirus a nivel mundial, la Cancillería despliega un operativo diplomático y técnico por más de 15 países para repatriar al menos a 10.000 argentinos que quedaron varados antes de las últimas medidas dispuestas por el Gobierno.
La premura del Gobierno por atender a los argentinos que quedaron sin vuelos en varios países responde a tres variables concretas: el inminente cierre de aeropuertos, la situación precaria en que se encuentran muchos por falta de hotelería y la cancelación de vuelos de compañías privadas.
A estos 10.000 argentinos es a quienes el Gobierno les dará prioridad en el opearativo de repatriación, según dicen en la Cancillería. Así fue el mandato que dio Alberto Fernández en función a un dato concreto: después de que el 12 de marzo el Presidente declarara zonas de riesgo a Europa, Asia y Estados Unidos y adelantara que iban a cancelar vuelos, cerrar escuelas y aconsejó quedarse en sus casas, igualmente unos 30.000 argentinos decidieron irse al exterior.
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