En una carrera contrarreloj por el acelerado avance del coronavirus a nivel mundial, la Cancillería despliega por estas horas un operativo diplomático y técnico por más de 15 países para repatriar al menos a 10.000 argentinos que quedaron varados antes de las últimas medidas dispuestas por el Gobierno.
La premura del Gobierno por atender a los argentinos que quedaron sin vuelos en varios países responde a tres variables concretas: el inminente cierre de aeropuertos, la situación precaria en que se encuentran muchos por falta de hotelería y la cancelación de vuelos de compañías privadas.
“Estamos trabajando al límite de la capacidad humana y técnica para dar solución inmediata a 10.000 argentinos que aun están varados en diferentes lugares del mundo”, explicó a Infobae un allegado al canciller Felipe Solá.
A estos 10.000 argentinos es a quienes el Gobierno les dará prioridad en el opearativo de repatriación, según dicen en la Cancillería. Así fue el mandato que dio Alberto Fernández en función a un dato concreto: después de que el 12 de marzo el Presidente declarara zonas de riesgo a Europa, Asia y Estados Unidos y adelantara que iban a cancelar vuelos, cerrar escuelas y aconsejó quedarse en sus casas, igualmente unos 30.000 argentinos decidieron irse al exterior.
Los países donde mayor concentración de argentinos varados hay en estos momentos son España, Estados Unidos, México, Perú y Cuba. Pero hay muchos otros países en los que existen situaciones extremas de argentinos que no pueden regresar y que se encuentran sin alojamiento o con aeropuertos que están a punto de cerrar.
En las negociaciones de las últimas horas que entabló la Cancillería con diferentes líneas aéreas privadas se abrió la posibilidad de habilitar vuelos a muchos de esos países.
Según pudo saber Infobae, el Gobierno negocia contrarreloj la posibilidad de que haya un aporte del Estado a las aerolíneas privadas para poder repatriar a los argentinos y al mismo tiempo se habilite a los pilotos que llegan al país a no hacer la cuarentena obligatoria para inmediatamente regresar a sus destinos.
Estas negociaciones tienen un límite de tiempo concreto en algunos casos por el inminente cierre de los aeropuertos. Así es el caso de Nueva York, Panamá, La Habana o Lima donde ya se adelantó que cerrarán sus fronteras aéreas. En el caso de Perú se negociaron dos vuelos militares de aviones Hércules de las Fuerzas Armadas de Argentina pero aun quedan varados más de 300 argentinos en Cuzco, Lima y otras ciudades.
Para agilizar estos vuelos humanitarios tanto de Aerolíneas Argentinas como de las Fuerzas Armadas o de empresas privadas el Gobierno habilitó el aeropuerto de Córdoba ya que en Ezeiza hay una capacidad de recepción de no más de 3.000 pasajeros por días que deben revisar y derivarlos para la cuarentena.
A la vez, en diferentes embajadas de la Argentina alrededor del mundo se están montando operativos para atender con alojamiento o comida a muchos argentinos que ya no tienen alojamientoo que se les negó el trabajo. Son los casos de Republica Dominicana, Cuba, Nueva Zelanda, India, Barcelona o Madrid. En estos lugares muchos argentinos ni siquiera tienen donde dormir y se está negociando con la Iglesia de Cuba o de Dominicana, por ejemplo, para asistir esos casos.
Por otro lado, en las embajadas argentinas se recomienda a los turistas argentinos que no se queden en los aeropuertos por los riesgos de contagio. Pero a su vez, tienen la contradicción de que volver a sus hoteles o alojamientos implica cumplir una cuarentena obligatoria quizás perder sus vuelos.
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