El ministro de Salud, Ginés González García, se comprometió esta mañana con la CGT a que el Estado se hará cargo de la compra y de la distribución del equipamiento necesario para que los sindicatos y las obras sociales puedan sumarse al operativo para reforzar el sistema de salud ante el coronavirus.
Según el ministro, el Gobierno derivará fondos de la Cobertura Universal de Salud (CUS) y del Fondo de Emergencia y Asistencia, creado en 2016 para “la asistencia en casos de epidemias o emergencias”, que se destinarán a la compra de respiradores, monitores y kits de protección (barbijos, camisolines, guantes y antiparras). En ese Fondo hay actualmente acumulados unos $10.000 millones.
La CGT, por su parte, entregó a Ginés González García un listado de unos 1.000 hoteles sindicales que podrán alojar a pacientes que estén sospechados de haberse contagiado o que, aun estando infectados, sean casos de baja complejidad. El ministro accedió al pedido sindical de disponer la rápida habilitación de esos hoteles como hospitales de campaña o lugares de rehabilitación.
Así, podrán sumarse más hoteles sindicales a los que ya están disponibles tras los convenios que firmó el gobierno porteño con los gremios de Comercio, la UOM y Gastronómicos de Capital.
La central obrera también pidió al ministerio la habilitación para adaptar los espacios de clínicas y sanatorios de las obras sociales sindicales destinados a atender los casos de coronavirus, ya que prevé que, cuando se produzca el pico de casos de enfermos, deberá transformar lugares de internación general en salas de terapia intensiva que tienen otras necesidades de equipos e insumos.
Del encuentro con el ministro, que se realizó desde las 10 en la sede de la cartera de Salud, participó una delegación de la CGT liderada por los cotitulares, Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (estaciones de servicio), y que integraron José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Carlos Pérez (Comercio), Antonio Caló (UOM), Sergio Palazzo (bancarios) y Víctor Santa María (encargados de edificio). Acompañaron a Ginés González García el secretario de Calidad en Salud, Arnaldo Medina, y el Superintendente de Servicios de Salud, Eugenio Zanarini.
Hubo una primera reunión a solas entre Ginés González García y la dirigencia sindical, en donde el ministro se comprometió a entregar los fondos para el equipamiento y a apurar para antes de fin de mes el pago a las obras sociales de los $4.800 millones en concepto de reintegros por prestaciones médicas de alto impacto económico y de tratamiento prolongado, casi un tercio de de los $15.000 millones que les debe el Estado y que proviene de recursos acumulados de la seguridad social.
Por su parte, los gremialistas le agradecieron al ministro la reciente prórroga del decreto 251, que facilitará que las obras sociales cobren los intereses de la deuda de la empresa OSDE con el Estado y así estas entidades podrán recibir entre 250 y 300 millones de pesos adicionales por mes.
Daer hizo una propuesta que fue aceptada de inmediato: el gremio de Sanidad ofreció ponerse en contacto con universidades y con la comunidad científica para reclutar y capacitar en temas específicos a los estudiantes de medicina o de enfermería que están en últimos años de su carrera, como una forma de reforzar el plantel profesional del sistema de salud que, según se estima, no alcanzaría en todo el país si llegara a crecer el número de infectados por el coronavirus.
La CGT, además, le pidió al ministro la desregulación impositiva del equipamiento que se compre y la eliminación de las actuales restricciones de homologación de los respiradores, ya que no todos están autorizados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para ser usados en el país, para lo cual se otorgarían permisos a más marcas y modelos.
Entre los presentes hubo espacio para un intercambio de agradecimientos. El titular de Salud agradeció a la CGT la ayuda que está prestando en la emergencia, mientras que la dirigencia sindical elogió las decisiones que está adoptando el Gobierno y el papel que está jugando el superintendente Zanarini para resolver la crítica situación financiera de las obras sociales.
Luego, ya sin la presencia del ministro, algunos dirigentes de la CGT participaron de la primera reunión del comité de crisis del sector, presidida por Medina y de la que participaron otros funcionarios de Salud y los presidentes y directores médicos de una veintena de obras sociales.
Allí se hizo un repaso de los temas que se acordaron en el encuentro anterior, como la elaboración de los protocolos para instrumentar la ayuda sindical, y, ante un pedido de las obras sociales, la cartera de Salud prometió distribuir cuanto antes las vacunas antigripales y contra el neumococo.
Además, se acordó en trabajar con mayor profundidad desde los sindicatos y las obras sociales en la concientización sobre la importancia de apoyar la cuarentena total que dispuso el Gobierno.
En la reunión se dieron más detalles de la compra de respiradores que hará el Estado: se explicó que en la Argentina hay dos fábricas de estos equipos, ubicadas en la provincia de Buenos Aires y en Córdoba, y que el Ministerio de Salud adquirirá toda la producción para que también se puedan distribuir entre las obras sociales. Algo similar se hará con los kits de protección, que, como cada médico o enfermero puede usarlo por única vez unas cinco o seis veces por día, representa un alto costo que, según advirtieron, no pueden afrontar desde la administración de las obras sociales.
Hubo coincidencia en que las reuniones fueron positivas y en que se avanzó para agilizar la ayuda que brindarán los sindicatos y las obras sociales. Ambas partes acordaron que el comité de crisis volverá a reunirse el lunes por la mañana para hacer un seguimiento de los temas conversados.
Por lo pronto, aun en medio de la crisis por el coronavirus, la CGT consiguió una reunión con el ministro González García, algo que venía pidiendo desde hace semanas sin ningún resultado.
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