El presidente Alberto Fernández adelantó que en las próximas horas anunciará una batería de medidas destinadas a atenuar el impacto económico de la pandemia de coronavirus. Una de las iniciativas estará dirigida a los sectores que aumentaron precios de insumos médicos y alimentos en las últimas semanas como respuesta al aumento de la demanda de esos productos.
"Sépanlo. Voy a poner a la AFIP, al Ministerio de Trabajo y a Defensa de la Competencia a perseguir a todo el que aumente los precios”, adelantó, con tono tajante, en diálogo con el periodista Andy Kusnetzoff en radio Metro.
“En un rato, cuando conozcan las medidas económicas, van a ver cómo hemos puesto a trabajar a todos en conjunto para ir contra los especuladores, contra los que suben los precios indebidamente, contra los que acumulan mercadería para esperar un mejor precio y venderlas más caras. Contra todos voy a ser impiadoso”, aseguró.
“No me digan que uso los recursos del Estado a mi antojo, los voy a usar a favor de la gente. El que especula merece el peor de los castigos sociales, es imperdonable especular con la salud de la gente”, agregó.
El jefe de Estado informó que como consecuencia de las iniciativas que se anunciarán en las próximas horas, el equilibrio fiscal dejará de ser una de las prioridades de su gestión. “Necesitamos inyectar recursos para que la economía se siga moviendo y el trabajo se sostenga”, puntualizó.
“Hacés esto y se complica la cuestión fiscal, pero esta vez lo más importante es sostener la economía. Hasta Merkel lo dijo: cuando hay una emergencia y estás en terapia intensiva en materia económica, lo que necesitás es más tiempo”, desarrolló.
Ayer, el Gobierno anunció nuevas medidas para contener la propagación del coronavirus, con la disposición de licencias a trabajadores estatales y privados por un plazo de 14 días corridos, que incluyen la autorización a no concurrir al lugar de trabajo para el personal de la administración pública nacional y la recomendación de “disminuir” la presencia de trabajadores en las empresas.
A través de la decisión oficial, se autorizó a no concurrir a su lugar de trabajo, por un plazo de 14 días corridos, al personal de la administración pública nacional, a excepción de aquellos que revistan en “áreas esenciales o críticas o de prestación de servicios indispensables”, como la salud, a causa de la pandemia.
Además se autoriza a los trabajadores a realizar sus “tareas habituales u otras análogas en forma remota”, previa notificación a la Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART).
La medida autoriza también a dispensar del deber de asistencia a su lugar de trabajo a las personas que estén “comprendidas en alguno de los grupos de riesgo” conforme la definición de la autoridad sanitaria nacional”, que comprenden las personas mayores de 60 años, las embarazadas y grupos de riesgo. Entre estos últimos se incluyen las personas con enfermedades respiratorias crónicas, enfermedad pulmonar obstructiva crónica [EPOC], enfisema congénito, displasia broncopulmonar, bronquiectasias, fibrosis quística y asma moderado o severo, entre otras.
Junto a ese paquete de decisiones, el presidente Alberto Fernández en conjunto con los ministros de Educación dispuso la suspensión de las clases por un plazo de dos semanas y la prohibición de ingreso al territorio argentino de ciudadanos extranjeros durante 15 días. Además, el Gobierno incluyó a Chile y Brasil como zonas de riesgo, lo que significa que los turistas argentinos que hayan estado en esos países deberán estar en un período de cuarentena obligatoria.
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