Antes de dejar la Casa Rosada, que ayer estuvo excepcionalmente activa desde temprano a la mañana con la reunión de Gabinete Económico y Social que analizó medidas para mitigar el impacto económico de la emergencia sanitaria, Alberto Fernández pasó por la capilla de la Casa Rosada, donde rezó al cura Brochero, al cumplirse un nuevo aniversario de su nacimiento.
San José Gabriel del Rosario Brochero, que así se llama desde que fue canonizado en el 2016 por el papa Francisco, aunque es más conocido como “el cura gaucho”, ejerció su magisterio en Traslasierra, Córdoba, donde se destacó por la asistencia a enfermos y moribundos.
El Presidente fue a la capilla acompañado por el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi, y por el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, reconocido practicante católico. Este último comentó en forma reiterada que “hay que cambiar las costumbres argentinas a la hora del saludo, poner la mano en el corazón y preguntar cómo estás”.
Fernández tiene previsto hoy quedarse en la Residencia de Olivos, realizando teletrabajo, y buscando dar un mensaje para reducir la actividad pública y disponiendo que la Casa Rosada dé sucesivos ejemplos sobre modelos de desempeño en medio de la emergencia sanitaria para evitar la propagación del COVID-19.
En efecto, el Presidente no solo promovió la licencia de empleados públicos y privados para que trabajen a distancia y de todos los trabajadores que tengan hijos menores escolarizados, recomendando que en las empresas del sector privado trabajen la menor cantidad de empleados, sino que instó a que todos los niveles gubernamentales, provinciales y municipales se sumen a estas medidas.
También ordenó la utilización de pistolas para tomar la fiebre a cada persona que ingrese a la sede del Gobierno nacional no solo por Balcarce 24, sino también por el ingreso de funcionarios e invitados, la entrada que está sobre la avenida Rivadavia y se conoce como “explanada”.
Y, tal como puede observarse en las fotos que fueron distribuidas, en cada una de las reuniones que se hicieron en ámbitos presidenciales se buscó que los funcionarios se reúnan frente a las mesas de trabajo con distancia entre sí.
Lo mismo sucedió en las conferencias de prensa, donde los funcionarios que hacen declaraciones también se muestran a prudente distancia y, cada vez que tosen, buscan hacerlo sobre el pliego del brazo, tal como recomiendan los sanitaristas.
En este sentido, quien se destacó especialmente fue el ministro de Educación, Nicolás Trotta, quien ayer anunció en el salón de conferencias el nuevo sistema de educación online para alumnos de todo el país y tosió de acuerdo a esas recomendaciones.
Por otro lado, y tal como adelantó ayer Infobae, en el artículo 3º de la Decisión Administrativa 390 de la Administración Pública Nacional que fue publicada hoy en el Boletín Oficial, se dispuso que “en virtud de las áreas esenciales” podrá disponerse la interrupción de la licencia, “al personal que resulte indispensable”.
Es el caso de responsables de la seguridad y la defensa, de responsables de empresas públicas y privadas, de trabajadores considerados “esenciales”, y también del propio Presidente, que tiene 60 años. Por su edad, está obligado a recluirse, aunque por la responsabilidad que tiene está incluido como “esencial”. Lo mismo sucede con varios ministros de la administración, entre otros funcionarios menos conocidos.
Para el día de hoy se esperan anuncios en materia económica y de transporte. El ministro Mario Meoni estuvo durante todo el día trabajando con las áreas de Ciudad y la provincia de Buenos Aires en la materia. Sin embargo, todavía no fueron anunciadas las decisiones, ya que se evaluaron opciones muy extremas, como el parate total del subte y el tren, que no tuvo consenso.
Mientras tanto, la Casa Rosada hoy está prácticamente paralizada, con muy poca gente en los pasillos y pocos funcionarios trabajando en sus despachos, lo que se considera un buen efecto del mensaje que el Gobierno quiere dar en esta etapa.
Fuera de los anuncios que se esperan para hoy, recién mañana volverá la actividad en Gobierno, con la reunión a la que Fernández convocó con los líderes parlamentarios de la oposición.
Seguí leyendo: