El viernes pasado, cuando dio a conocer el Protocolo de actuación para las escuelas ante casos sospechosos o confirmados de Covid-19, el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, ya había aclarado que la situación podía “cambiar en las horas o días siguientes”.
Efectivamente, frente a la progresión de casos confirmados este sábado -11 nuevos, llegando a un total de 45 en todo el país-, y aunque la situación no está descontrolada -al punto que incluso algunos de los infectólogos del comité de expertos convocado por el Ministerio de Salud consideraba que se podía esperar un tiempo más-, el Gobierno estimó prudente adoptar la medida del cierre temporario de los establecimientos escolares primarios y secundarios para contribuir a limitar la circulación de personas.
El presidente Alberto Fernández confirmó esta mañana que a las 17 horas se reunirán en Olivos con Nicolás Trotta, ministro de Educación de la Nación, y un equipo de expertos en la materia para tomar una decisión con respecto a la suspensión de clases. A la junta asistirá también Axel Kicillof, junto al ministro de Educación y de Salud de la provincia de Buenos Aires, por tratarse de la provincia más afectada por esta medida.
En diálogo con Radio 10, brindó un panorama ampliado en virtud a la cancelación de las clases a nivel primario y secundario: “En la última reunión que hicimos que se pasó por streaming dedicamos más de una hora al tema escuelas. Todos nos dijeron que no era conveniente suspender las clases porque el grado de infección en los chicos era muy bajo”. El presidente expresó que el coronavirus es una enfermedad de la que los chicos se recuperan con facilidad y explicó por qué hasta el momento no se había suspendido la escolaridad: “Primero porque el ritmo del crecimiento de la enfermedad no lo hacía recomendable y, segundo, porque lo que más les preocupaba es dónde quedaban los chicos si los padres tienen que ir a trabajar. Todos sacaron la conclusión de que se quedarían con los abuelos, los más vulnerables. Entonces nos recomendaron seguir con las clases, hacer monitoreo diario y ver con qué velocidad crece la pandemia”.
La acción que tomaría hoy el gobierno responde a experiencias exitosas. Hasta ahora, las medidas generalizadas de aislamiento tomadas en países donde la epidemia está en una fase más avanzada que en el nuestro, han demostrado ser las más eficaces para frenar la progresión del virus.
La decisión final estará en manos de las carteras de Educación provinciales; algunas de ellas, como Misiones, Chaco y Jujuy ya se han adelantado disponiendo la suspensión de las clases en los niveles primario y secundario.
La sugerencia del Gobierno nacional, que sería comunicada mañana, sucede a otras dos resoluciones del ministerio de Educación: el ya mencionado Protocolo para la actuación en las escuelas frente a casos sospechosos o confirmados y la resolución 104/2020, destinada a las universidades, que aconseja la limitación del número de asistentes a clases al cincuenta por ciento de la capacidad de las aulas, la implementación transitoria de modalidades de enseñanza virtual y la reprogramación del calendario académico, entre otras alternativas.
Luego de esta resolución, varias facultades ya han dispuesto la suspensión de las clases y de toda otra actividad presencial. Incluso el rector de la Universidad de Buenos Aires, Alberto Barbieri, envió una sugerencia en ese sentido a todas las facultades. Algunas, como la de Ingeniería, ya ha dispuesto el cese de las clases.
La progresión que han seguido las medidas dispuestas por Educación sigue el ritmo de la evolución de los casos en nuestro país y exhibe un paralelo con las disposiciones tomadas por países como Francia, Italia y España que se encuentran en fases más avanzadas de la pandemia.
En nuestro país se registraron hasta ahora 45 casos confirmados de contagio con el virus. Dos de los infectados murieron: uno en la Ciudad de Buenos aires y otro en Resistencia, Chaco.
La resolución 104/2020, dirigida al ámbito de la educación superior, sugería a las 24 jurisdicciones del país la “adecuación de las clases y todas las actividades académicas” a modalidades virtuales y a grupos más reducidos, a fin de garantizar la salud de la comunidad educativa en el marco de la pandemia de coronavirus.
También se sugería la suspensión transitoria de las clases y prácticas de estudiantes en hospitales, centros de salud o instituciones públicas o privadas que concentren población de riesgo.
“En todos los casos deberán adoptarse las medidas necesarias procurando garantizar el desarrollo del calendario académico, los contenidos mínimos de las asignaturas y su calidad”, señalaba el texto de la norma firmada por Trotta.
Por lo pronto, este domingo el Ministro difundió una Resolución en la que instó a la Ciudad de Buenos Aires y a todas las provincias a otorgar “licencias preventivas” por 14 días para casos sospechosos o confirmados de coronavirus, sus contactos estrechos o aquellas personas que hayan regresado recientemente de las zonas de riesgo.
En el documento se aclaró también que quienes estén afectados por esta medida de aislamiento tendrán “goce íntegro de haberes, a los trabajadores y trabajadoras docentes, no docentes o auxiliares y personal directivo de todos los niveles y modalidades de la educación obligatoria y en las instituciones de la educación superior”.
Además, en el mismo texto sugirió una serie de medidas a tomar en caso de que un establecimiento tuviera que cerrar sus puertas por un contagio confirmado, entre las cuales se encuentran la de “propiciar el cumplimiento efectivo autoaislamiento voluntario de los integrantes de la comunidad educativa local, permaneciendo en sus domicilios y restringiendo al máximo posible la circulación por el espacio público y la presencia en aglomeraciones o concentraciones de personas".
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