Los sindicatos reaccionaron con preocupación ante el avance del coronavirus en la Argentina. Mientras el gremio de aeronavegantes decidió no servir más comida y bebida en los vuelos de cabotaje de varias compañías y dejó en libertad de acción a la tripulación de cabina a trabajar o dejar de hacerlo, el de los choferes de ómnibus reclamó al Gobierno un protocolo que minimice los riesgos de contagio a quienes manejan. En todos los casos, diversos dirigentes gremiales del sector aeronáutico, marítimos y del transporte automotor multiplicaron los contacto en las últimas horas con las autoridades de los ministerios de Salud y de Transporte para intentar garantizar la seguridad de los trabajadores.
Entre los sindicalistas del transporte causó inquietud que el decreto que estableció la emergencia sanitaria no incluyera específicamente a quienes se desempeñan en el sector, por lo que cada organización gremial comenzó a efectuar reclamos de manera individual ante el Gobierno, aunque causó alivio que crearan tres comités de crisis para la prevención del coronavirus para coordinar acciones en el transporte automotor, ferroviario y fluvial, marítimo y lacustre.
Juan Pablo Brey, secretario general de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), dijo a Infobae que, ante la gravedad de la situación, desde ayer no se brindaría más el servicio de catering en los vuelos de cabotaje de varias aerolíneas porque “es el que expone a mayores peligros de contagio” a las azafatas y a los comisarios de a bordo.
“Hasta ver qué resuelve el comité de crisis, decidimos que aquellos tripulantes que sientan que no están en condiciones de prestar servicio, pueden no volar -destacó Brey-. Es que ya empezamos a sufrir problemas por el temor a que estemos en contacto con supuestos casos de coronavirus: en algunos colegios no quieren que vayan nuestros hijos por miedo al contagio y tenemos casos de compañeros a los que no los quisieron dejar entrar a los geriátricos donde estaban sus padres por el solo hecho de ser tripulantes. Esto ya afecta la vida de nuestras familias”.
El sindicalista explicó que la decisión no ocasionará trastornos porque “se están cancelando vuelos y no hace falta tanta tripulación, además de que en cabotaje se suspendió todo el servicio de a bordo y en los internacionales se está adecuando” la comida y la bebida que se ofrece a los pasajeros.
Según afirmó Brey, el sindicato está “buscando voluntarios para hacer los vuelos de Aerolíneas que están destinados a repatriar argentinos”, aunque aclaró que ya decidieron trabajar “la mayor parte de la comisión directiva (de los aeronavegantes), los delegados y otros trabajadores que quieren hacerlo”.
El secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, dijo que veía “muy bien” las medidas contempladas en el decreto presidencial para prevenir el coronavirus, pero también criticó al Gobierno porque consideró que deberían contemplarse situaciones como las del personal aeronáutico.”El decreto nos deja con el mismo trato que un ciudadano común y los trabajadores del transporte aéreo tienen que tener un apartado especial", afirmó.
“Si hay que cumplir una cuarentena de 14 días luego de cada vuelo es un problema -agregó el dirigente que representa a los pilotos de Aerolíneas Argentinas-. Entendemos que la cuarentena es para las generales de la ley, pero las tripulaciones tienen los umbrales de defensa elevados y saben cómo tratar con el virus, con lo que la posibilidad de contagio baja exponencialmente”.
Por su parte, el titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, admitió a Infobae que “el Gobierno no terminó de elaborar el protocolo oficial para garantizar la protección” de los choferes de colectivos y de ómnibus de media y larga distancia, que mantienen un contacto cercano con los pasajeros y están expuestos a eventuales contagios.
El dirigente informó que ayer estuvo reunido con autoridades de Salud y de Transporte, pero aseguró que allí sólo se habló de desinfectar los vehículos como principal medida para evitar la propagación del virus. Manifestó su expectativa, de todas formas, en que comiencen a actuar cuanto antes los comités de crisis que se anunciaron para el sector del transporte.
La misma inquietud existe en el sector marítimo y portuario, en donde un sindicalista del sector confió a este medio que en el Gobierno “están terminando un protocolo (de seguridad), pero nadie puede hoy dar una respuesta definitiva ante este tema: no podemos permitir que todo el mundo entre en cuarentena porque se pararían todos los barcos, así que vamos tener que activar distintos procedimientos sugeridos por los funcionarios y preservar la salud de los trabajadores, pero también tratando de no profundizar el proceso recesivo de la actividad”.
Además de los gremios del transporte, ayer se sumó el alerta del Sindicato Único del Personal de Aduana (SUPARA), que, en un comunicado, reclamó medidas concretas para proteger a los trabajadores del área, a la vez que criticó la “falta de información específica” en zonas sensibles, “la precaria coordinación entre los distintos organismos, la ausencia de referentes y la inexistencia de normas claras y precisas para el control del ingreso de personas por todas las vías de acceso al país”.
La postura del sindicato fue presentada ante las autoridades de la Dirección General de Aduanas y de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), a quienes se advirtió sobre "las condiciones laborales y situaciones a las que están expuestos los aduaneros en distintas áreas de trabajo del país, especialmente en fronteras, puentes fluviales, puertos y aeropuertos”.
A las demandas también se sumó el Sindicato de Custodios (SUTCA), que denunció que más de 1.000 empresas de seguridad privada en la ciudad y parte de la provincia de Buenos Aires “no aplican los protocolos de prevención, detección y control” frente a la pandemia del coronavirus.
Christian López, secretario general del SUTCA, dijo que los trabajadores del sector “tienen una alta exposición al contagio, sobre todo los que cumplen funciones en aeropuertos, puertos, hospitales públicos y privados, centros comerciales, estadios de fútbol y conciertos”, entre otros sitios.
Otro sindicato que tomó una postura drástica es el que agrupa a los empleados de la ex Caja de Subsidios Familiares para el Personal de la Industria (SECASFPI), que le exigió al director ejecutivo de la ANSES, Alejandro Vanoli, que “se suspenda por 30 días la atención espontánea en las oficinas del organismo hasta tanto se resuelva la situación de emergencia sanitaria provocada por el avance del coronavirus en la Argentina”.
“Necesitamos que las autoridades de ANSES tomen las medidas necesarias para garantizar las debidas condiciones de higiene en todas las dependencias del país, ya que nuestros compañeros y compañeras atienden a miles de beneficiarios por semana y cada vez se confirman más casos de coronavirus”, dijo el secretario general del gremio, Carlos Ortega.
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