- “La confianza es algo intangible, es algo inmaterial, es algo simbólico, que es muy difícil de construir pero muy fácil de destruir. Uno puede perder la confianza en un banco, en una institución, en un equipo de fútbol, de la noche a la mañana, y recuperar eso cuesta muchísimo”.
- “La Argentina, para muchos, tiene un problema de deuda. Tiene mucha deuda respecto del PBI. Para otros el problema en la Argentina es el peronismo. Para otros es el antiperonismo. Yo creo que el principal problema que tiene la Argentina es que genera desconfianza”.
- “Argentina es un país que perdió la credibilidad, no solamente del resto del mundo, sino también en nosotros mismos. No creemos en el país, no creemos en su futuro, no creemos en su dirigencia. Vivimos en un entorno de mucha incertidumbre. Tenemos desconfianza en las instituciones, en la sociedad argentina, qué vamos a votar, cómo nos vamos a comportar”.
- “La gran pregunta es cómo construir confianza. La confianza se construye con reglas de juego que se mantienen inalterables a lo largo del tiempo y eso hace que uno dé por sentadas ciertas cosas. No hay que ir a leer la regla para comportarse de ese modo, uno la internaliza. Hay una cultura política basada en el respeto a las reglas que hace que la sociedad sepa lo que va a pasar porque lo que va a pasar es parecido a lo que pasó. Para eso hacen falta instituciones sólidas, respeto a la constitución y a las leyes, partidos políticos muy fuertes. Eso no lo tenemos”.
- “El Presidente tiene un desafío enorme, tiene una agenda muy ambiciosa. Cuando abrió las sesiones ordinarias, les contó a los legisladores y a la sociedad una visión muy transformacional del Estado, de la sociedad”.
- “Esa agenda transformacional es muy válida, hace falta discutir esos temas en Argentina. Pero primero lo primero. Si la economía sigue sin precisiones, sin presupuesto, sin un plan integral comunicable, lo de la deuda va a ser imposible de resolver porque los acreedores tienen que ver exactamente cómo la Argentina va a hacer para pagar. Y eso todavía es una carta que el Presidente no ha compartido con quienes tiene que negociar”.
- “Por otro lado, la obsesión con la deuda no se comprende. El país debe menos del 40% con respecto al PBI de la deuda que hay que reestructurar sí o sí, porque la deuda intra sector público no es un problema y la deuda con los organismos internacionales es una cuestión de diplomacia. Lo importante es la deuda que hay con el sector privado”.
- “No hay necesidad de generar tanta sensación de vértigo, ni poner una fecha límite a fin de marzo que no se va a poder cumplir, porque eso está deteniendo decisiones de inversión y estamos perdiendo oportunidades que pueden dinamizar el crecimiento con empleo genuino con una visión muy errónea y muy vieja de suponer que el capitalismo funciona en función de alimentar el consumo”.
- “Poniéndole plata a los más pobres no se crece de forma equitativa y sustentable. Haciendo que los sectores más dinámicos produzcan, exporten, traigan dólares genuinos y muevan la economía, es una forma por lo menos complementaria de sacar al país de esta larga recesión”.
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