Como anticipo de las celebraciones por el “Día Internacional de la Mujer” previstas para el próximo 8 de marzo, durante la mañana de este viernes, en las escalinatas de acceso al Edificio Libertador –sede del Ministerio de Defensa– su titular Agustín Rossi encabezó un homenaje a todo el personal femenino del área (civil y militar), durante el cual se conformó una orquesta militar de música integrada en su totalidad por personal militar de la especialidad “músico” de las tres fuerzas armadas.
La Orquesta de Mujeres de las Fuerzas Armadas es la primera agrupación musical que reúne a oficiales y suboficiales músicas del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. Los ensayos comenzaron hace unas pocas semanas en el Colegio Militar de la Nación. Integrada por cinco oficiales maestras de banda y 80 suboficiales en diversos instrumentos, la Orquesta amenizó el acto por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, con un repertorio que incluyó desde el Himno Nacional y la Marcha de San Lorenzo, hasta la interpretación de “Juana Azurduy”, de Ariel Ramírez y Félix Luna, y temas populares como “No me arrepiento de este amor”, de Gilda.
Entre los puntos más emotivos del evento se destaca el recuerdo para la ahora Capitán de Corbeta post mortem Eliana Krawczyk, primera oficial submarinista de la región y tripulante del fatídico último viaje del Submarino ARA San Juan. Pero además, Rossi hizo anuncios relativos a cuestiones de género que eran esperados por las mujeres de armas.
Por un lado, el ex diputado del FPV estableció en el marco de la ley “Micaela” la impartición de cursos de capacitación para todo el personal militar de las fuerzas armadas y en forma paralela anunció que el personal femenino víctima de violencia de género tendrá derecho a períodos de licencia extraordinaria con goce de haberes a efectos de paliar las consecuencias físicas y psíquicas que pudieran devenir de tales circunstancias. También se comunicó al personal dependiente de la cartera que se volverán a editar las publicaciones de género que se habían implementado durante la gestión de Nilda Garré en la cartera de Defensa. Luego de dedicar unas palabras de reconocimiento al personal femenino militar y civil, Rossi destacó: “Algún día tendremos una mujer como jefe de Estado Mayor, y ese día espero ser ministro para poder presenciarlo".
“La incorporación de la mujer en las FFAA ha sido el cambio cultural más importante que ha tenido el ámbito militar en estos últimos 30 años, en coincidencia con la recuperación de la democracia”, pronunció el titular de la cartera, y rememoró que desde el 2006 “tenemos políticas de género en instituciones rígidas que tienen más de 200 años”. “Somos pioneros en la región”, sostuvo.
Por su parte, la directora de Políticas de Género, Laura Massón, hizo un repaso del proceso de transformación que significó en el ámbito castrense la incorporación del personal femenino desde su inicio en tareas de apoyo hasta la actualidad, donde “ya no hay restricción formal para que las mujeres participen en cualquier especialidad”, precisó.
“Necesitamos un trabajo constante y sostenido para garantizar el desarrollo profesional de las mujeres militares, comprendiendo los matices y complejidades de cada arma y especialidad”, explicó la funcionaria, y aseguró que es necesario que “las mujeres puedan pensarse a sí mismas desde una perspectiva de género”.
La mujer en las Fuerzas Armadas
La incorporación de personal femenino a las filas castrenses se remonta al menos a 50 años hacia atrás. Las primeras incorporaciones de mujeres estuvieron relacionadas con personal de sanidad (en especial enfermeras). Desde mucho antes de estas, se contaba personal femenino en diversas dependencias, pero sin estado militar.
A mediados de la década del 70 se habilitó la apertura del Liceo Naval Femenino “Almirante Storni” y hacia fines de esa década la Armada Argentina realizó una experiencia piloto abriendo el ingreso a la Escuela Nacional de Náutica de las primeras cadetes de la especialidad “administración". Si bien a su egreso las mismas pasarían a prestar servicio en buques civiles, su desempeño en el mar fue objeto de especial atención antes de considerar la incorporación femenina a bordo de unidades de combate. Luego sería el turno de las futuras radiotelegrafistas navales y a partir de allí paulatinamente se comenzaron a abrir las incorporaciones a distintas escuelas de personal subalterno y más recientemente a las escuelas de formación de oficiales de todas las fuerzas y sin restricción de especialidad. “Hoy la mujer está definitivamente en un pie de igualdad con el personal militar masculino. Si no hay aún mujeres en posiciones de Comando es solo porque no han alcanzado la antigüedad necesaria”, indicó a Infobae un oficial superior de la Armada.
El Ejército tuvo hasta hace un par de años a su primera General (María Isabel Pansa), quien fuera promovida a ese grado por la ex presidenta Cristina Kirchner. Hoy –y ya a punto de pasar a retiro– la Armada cuenta con una Almirante ingeniero. Se trata de María Inés Uriarte, quien hace algunos meses en una entrevista con Infobae narró las experiencias que vivió en su carácter de pionera naval. Uriarte aquilata además el privilegio de haber sido el primer agregado naval femenino en el exterior.
De no haber cambios en los pliegos de ascenso oportunamente enviados por la gestión de Mauricio Macri al Senado (los mismos fueron retirados para revisión) durante 2020 el Ejército contará entre su plana mayor con la primera General Médico de la historia militar argentina.
Si bien la historia no es muy conocida, durante el conflicto de Malvinas, 16 mujeres se vieron involucradas en las operaciones militares. Doce de ellas alcanzaron la condición de Veteranas de Guerra reconocidas por el Estado nacional y pertenecen al Ejército Argentino, la Fuerza Aérea y la Marina Mercante Nacional, en tanto que otro grupo aún pugna por obtener la condición plena como tales.