Desde Brasilia - En un encuentro en su residencia, el titular de la Cámara de Diputados Rodrigo Maia, tercero en la sucesión del Poder Ejecutivo brasileño, no quiso fijar fechas para un encuentro del presidente Jair Bolsonaro con Alberto Fernández. “El sabe perfectamente sobre la importancia del diálogo bilateral” subrayó el parlamentario, en una entrevista con Infobae. Ayer estuvo junto a Sergio Massa en una reunión con el jefe de Estado brasileño en el Palacio del Planalto, y en esa cita se barajó la posibilidad de una cumbre bilateral de los gobiernos, incluidos los equipos ministeriales, en un lugar de frontera. Pero nada se definió sobre el asunto.
Maia sostuvo que los dos presidentes asumieron el poder como resultado “de elecciones totalmente legítimas”. Pero admitió que el proceso electoral en Brasil “fue muy ideológico”. A continuación, expresó: “En cierta forma también lo fue en la Argentina”.
Una parte clave del diálogo con este medio fue la referencia al ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, a quién juzgó como un funcionario con “mucha capacidad de diálogo”. Pero de inmediato señaló: “Ahora precisa demostrar esa capacidad en la relación con el bloque comercial, más precisamente en la observación de cómo pueden impactar ciertas medidas que no fueron bien conversadas”.
--Usted sabe que Guedes propone para el Mercosur una reducción del arancel externo común, como una forma de apertura al mercado mundial. Y también busca una rápida ejecución del tratado firmado con la Unión Europea. Pero Argentina está en una etapa diferente que puede condicionar su apertura, al menos como la plantea el ministro. ¿Cómo ve la resolución de esas velocidades diferentes?
--Guedes ha sido un ministro que demostró una capacidad de muy buen diálogo con el Congreso y con la sociedad brasileña. Ahora, nosotros partimos de un enfoque: si la economía de Argentina va mal, Brasil también va mal. Es decir, consideramos al mercado argentino como factor clave para las exportaciones de manufacturas brasileñas. El líder de la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (FIESP), Paulo Skaf, hoy apoya con entusiasmo al presidente Bolsonaro. Pero en ese sentido, entiende también la necesidad de preservar los sectores productivos. A veces las teorías económicas pueden parecer perfectas y competentes para llevarnos a buen destino. Pero la práctica impone adaptaciones; los resultados no se ajustan a los ensayos académicos. Debo remarcar que Guedes es la primera vez que integra un equipo ministerial en Brasil. Pero también es preciso señalar que ahora comprende que la complejidad de las cosas, que son mucho más complicadas que en la academia porque actúan fuerzas diferentes y que influyen a través del diálogo con el gobierno. El ministro sabe ahora que cualquier decisión que se tome y que afecte a nuestros socios, particularmente la Argentina, puede terminar impactando mal en nuestro propio crecimiento. Lo cierto es que el crecimiento de Brasil pasa por Argentina y viceversa, el de Argentina por Brasil. Los intereses económicos son convergentes y también nuestras tareas hacia la sociedad.
--¿Cómo define el encuentro que tuvieron con el presidente Jair Bolsonaro?
--Fue muy productivo y demostró que los dos países tenemos un camino conjunto los próximos años.
--¿Qué piensa del acuerdo con la Unión Europea, me refiero a futuro?
--Estuve la semana pasada con el Parlamento español y el francés, que se colocaron a nuestra disposición para aclarar dudas. Estamos trabajando juntos por la aprobación del tratado. Esto nos permitirá establecer los primeros pasos del acuerdo con aquello países de la UE que quieran avanzar. Bolsonaro colocó la situación en esos términos: ratificar los acuerdos.
--Bien, pero hay asimetrías que podrían ser un obstáculo con la UE. Al menos es lo que sugiere el gobierno argentino.
--No tengo dudas que Brasil y Argentina deben crecer juntos o seguirán creciendo poco. Los intereses están entrelazados: entre ambos tenemos un sector agrícola muy poderoso y que deben organizar sus políticas en forma más colectiva. Pero creo muy importante que nuestros Parlamentos conversen. Nuestros acuerdos a partir del Mercosur deben sí o sí ser ratificados por los parlamentos. En ese sentido, ambas Cámaras de Diputados tenemos un papel a cumplir que es clave.
--Hay sectores del gobierno brasileño que plantean avanzar en forma independiente del resto del Mercosur. ¿Cuál es su mensaje hacia ellos: ir junto con Argentina?
--En mi opinión Brasil tiene mucho para ganar en la relación con Argentina. Es un mercado fundamental para nuestros productos industriales, especialmente ahora que nuestra economía comienza a crecer, aunque muy lentamente. Y como señalé los dos países tienen sectores muy competitivos en el agronegocio. La fuerza de nuestra región tiene un peso mayor que los pesos cada país separadamente. La alianza regional fortalece toda la región, pero principalmente a nuestros dos países.
-¿Qué significado le adjudica al hecho de que el presidente Bolsonaro haya recibido a usted, junto con el titular del Senado Davi Alcolumbre y el presidente de Diputados de la Argentina, Sergio Massa?.
--Desde la primera vez, cuando le comuniqué que iría a Buenos Aires para el encuentro con los parlamentarios argentinos, él se entusiasmó. Fue muy abierto y defendió nuestro viaje, el 8 de diciembre. Esa primera vez sostuvo: ‘vaya y dígales que estoy abierto al diálogo’. A veces en el inicio de los gobiernos, el debate ideológico avanza. Pero se sabe que eso queda en el proceso electoral. No olvide que Bolsonaro envió al vicepresidente como su representante en la ceremonia de asunción. Y ahora nos recibe a nosotros. Es un gesto político importante. Él sabe que la relación es importantísima. Es fundamental que haya recibido a la delegación parlamentaria de Argentina porque indica que él registra perfectamente, a su vez, la importancia de nuestro Congreso.
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