El ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido se refirió hoy a su relación con el presidente Alberto Fernández y con Cristina Kirchner luego de su excarcelación, ordenada ayer por el Tribunal Oral Federal 1, en el marco del caso Río Turbio, por el que estaba en prisión domiciliaria.
“Si bien lo voté, no soy oficialista, no me siento parte del oficialismo. (...) Con gran parte del Gobierno, ese pseudo peronismo de Capital (Federal), no comparto nada", afirmó el ex funcionario en una entrevista radial. “Con (Gustavo) Béliz no comparto nada, con (Jorge) Argüello, con (Matías) Kulfas; con Alberto compartimos un gobierno, pero no puedo decir que ahora estoy compartiendo la gestión", señaló, y agregó: “Tengo profundas diferencias con la (actual) política económica”.
De Vido estaba detenido con una pulsera electrónica en su casa de la localidad bonaerense de Zárate desde diciembre pasado. Previamente había estado dos años preso en la cárcel federal de Marcos Paz. Esa detención domiciliaria era la única restricción que pesaba sobre el ex funcionario.
El ex ministro kirchnerista, además, aseguró que no piensa abandonar “la actividad política” y que hoy «no hay relación personal con Cristina Kirchner", ni “contacto cotidiano con Alberto (Fernández)”. "Con (Horacio) Pietragalla, secretario de DDHH, hablo seguido y también con gobernadores como Gildo Insfrán, tengo una relación entrañable”, destacó.
Es más, en diálogo con radio Coopearativa, propuso que el gobernador de Formosa sea presidente del PJ, que hoy realizará un congreso partidario para avanzar en el proceso electoral de renovación de autoridades. “No sé si lo ayudo o lo embromo”, ironizó De Vido.
Sobre sus días detenido, consideró que “no hay nada positivo”. “Todo es negativo, y el sistema carcelario argentino de ninguna manera contribuye a la reinserción de alguien”, enfatizó. “Nunca soñé que estaba preso ni aún estándolo, la libertad está en la cabeza. El sistema carcelario no sirve para nada. El organismo ante la situación de ir al hospital de Ezeiza se defiende, es lo peor que te puede pasar ir a ese hospital, como que el cuerpo hace fuerza para no enfermarse y no ir con los médicos del servicio”, detalló.
La decisión de los jueces Adrián Grünberg, José Michilini y Ricardo Basílico se basó en que no hay riesgos procesales para la causa si De Vido está en libertad. La causa Río Turbio es por la que el ex funcionario fue detenido el 25 de octubre de 2017 por orden de la Cámara Federal luego de perder sus fueros como diputado nacional. Luego quedó preso en otras causas, como los cuadernos de la corrupción y la importación de gas natural licuado, pero luego fue excarcelado.
En el expediente se investiga un presunto desfalco de 200 millones de pesos en la reactivación de la mina de cárbon de Río Turbio, en la provincia de Santa Cruz. La causa está en etapa de juicio oral y todavía no tiene fecha de juicio. Otro de los acusados del caso es Roberto Baratta, ex funcionario de Planificación Federal, que también estuvo preso y recuperó su libertad en diciembre pasado.
De Vido fue detenido por presuntos peligros procesales si continuaba en libertad. Entre ellos, lo que el camarista Martín Irurzun llamó las “relaciones residuales de poder” por su paso por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner y su rol como diputado nacional.
En los últimos meses, De Vido había lanzado duras críticas hacia el gobierno de Alberto Fernández, ya que consideraba que era un “preso político”. La respuesta llegó de boca del propio Presidente: “Me molesta que me digan que tengo presos políticos porque no los tengo. Lo que quieren es hacernos pelear entre nosotros”, sentenció.
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