(Desde Brasilia) “¿Habrá un encuentro de los presidentes Alberto Fernández y Jair Bolsonaro?”, preguntaron con insistencia los periodistas brasileños durante la conferencia de prensa de Sergio Massa y su colega brasileño Rodrigo Maia, ofrecida esta tarde por ambos en Brasilia. “Oportunamente y pronto”, respondió el presidente de la Cámara de Diputados de Argentina. Las dudas que se crearon serían luego resueltas por el propio Massa en un intercambio con Infobae, uno de los dos medios que acompañaron al dirigente a lo largo de su maratónica visita a la capital brasileña.
Al salir de la entrevista con el presidente Bolsonaro en el Palacio del Planalto, Massa dijo: “Hubo una sugerencia del gobierno brasileño para realizar un primer encuentro bilateral de los dos jefes de Estado con sus equipos ministeriales, en un lugar de frontera entre ambos países. Respondí que vamos a continuar trabajando con Rodrigo Maia, a nivel de los Congresos, en el fortalecimiento de los vínculos bilaterales y que esa sugestión se la transmitiré al canciller Felipe Solá”.
La cita en el Palacio del Planalto, donde Massa fue recibido por el jefe de Estado brasileño a las tres de la tarde, se convirtió en el punto culminante de su gira por Brasil. Estaba acompañado por el vicepresidente de Diputados Alvaro González de Juntos por el Cambio, María Lucila Macín, del Frente de Todos; el socialista santafesino Luis Gustavo Contigiani y Pablo Miguel Ansaloni, del bloque Federal. La presencia de González fue analizada en Brasilia como una prueba del consenso existente entre las diversas alas partidarias argentinas acerca de la necesidad de fortalecer las relaciones entre los dos socios del Mercosur.
Según contaron a Infobae testigos directos del encuentro con el presidente brasileño, Bolsonaro le dijo a Massa: “No voy a negar que tenía una excelente relación con el ex presidente Mauricio Macri. Pero nuestro trato es entre Estados y ambos fuimos elegidos por nuestros pueblos”. Fue un diálogo “muy amable y cordial”, según definieron en la delegación de congresistas argentinos. Sobre la situación creada al no concretarse una cita propuesta con Alberto Fernández en Montevideo, Bolsonaro enterró cualquier malentendido: “Sé que el 1º de marzo es un día muy especial para ustedes, porque es la inauguración del período legislativo. Entiendo perfectamente”.
En tanto, Massa le comentó a Bolsonaro su agrado al recibir la invitación de Maia para visitar Brasil. Y en una metáfora futbolística le comentó: “Rodrigo Maia es de Botafogo (un club carioca) pero con nosotros siempre se mostró claramente al servicio del Palmeiras”, un club paulista adversario que, junto con Flamengo, están en el corazón presidencial. Esto vino a propósito de una pregunta que formuló la prensa brasileña sobre los choques recientes entre el Congreso y el presidente brasileño. Fue luego de que uno de sus ministros, el general Augusto Heleno, calificara de “chantajistas” a los diputados y senadores brasileños. Con todo, Massa esquivó el interrogante de los medios acerca de qué opinaba sobre esas confrontaciones recientes que conmovieron al mundo político brasileño. Respondió: “La Argentina no se inmiscuye en los problemas internos de otros países”. Con todo defendió la vigencia democrática basada en la división e independencia de los tres poderes.
A lo largo de la visita, el diputado Massa repitió una frase referida al “indispensable abrazo entre Brasil y Argentina”. Y recordó, en paralelo, aquella cita histórica en Foz de Iguazú entre los ex presidentes Raúl Alfonsín y José Sarney, en 1985, que daría nacimiento al Mercosur. De alguna manera, la iniciativa de Bolsonaro apuntó en la dirección de repetir aquel gesto fundacional del bloque sureño.
Después del Planalto, los autos oficiales se dirigieron rápido al Congreso. Allí Massa y Maia hicieron un acto en el plenario de Diputados. A continuación, el argentino estuvo en la Comisión Parlamentaria argentino brasileña que preside el senador y ex presidente Fernando Collor de Mello. Allí, inclusive, se sacó una foto con el senador del PT Humberto Costa, a pedido del legislador brasileño. Y luego continuó viaje hacia la Plaza de los Tres Poderes para encontrarse con el titular de la Corte Suprema, José Antonio Dias Toffoli.
A lo largo del recorrido, sin embargo, Massa dijo en varias oportunidades que la Argentina está en una situación particular (el de la renegociación de la deuda externa) y que el gobierno de Alberto Fernández apuesta a la reactivación de la industria nacional, lo que en definitiva obligará al país a revisar las condiciones bajo las que se firmó el acuerdo con la Unión Europea. “No fuimos favorecidos en el tratamiento de las exportaciones agrícolas” concluyó, en referencia a las resistencias europeas a admitir la liberación de bienes en que tanto argentinos como brasileños son muy competitivos.