El presidente Alberto Fernández adelantó el domingo pasado ante el Congreso que ya tomó la “decisión irreversible de terminar para siempre con los sótanos de la democracia” y en la práctica esto se cristalizará de una forma ya definida en la Casa Rosada: el Gobierno emitirá la semana que viene un decreto de necesidad y urgencia para poner en marcha un reforma sustancial de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) para desterrar de una vez su manto de oscurantismo.
Bajo las directivas del Presidente; la interventora de la AFI, Cristina Caamaño; la ministra de Justicia, Marcela Losardo y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz ya se redactó el decreto por el cual el Gobierno avanzará con una “limpieza profunda” de la oficina de espías de la Argentina, como dijo ayer a Infobae un funcionario abocado directamente al tema.
Más allá de la decisión presidencial de que la reforma a la AFI no sea impulsada por un proyecto de ley sino que se realice de manera inmediata por decreto, entre las novedades que traerá la medida oficial figuran los siguientes temas concretos por desarrollar:
1-Limitaciones de investigación. El borrador del DNU plantea claramente que las nuevas funciones de la agencia de inteligencia se encuadrarán sólo a investigaciones relacionadas con el terrorismo, la prevención de ataques informáticos o la amenaza del orden constitucional o la paz. Es que en el Gobierno creen que esa idea de desterrar “los sótanos de la democracia” de los cuales habló el Presidente en el Congreso tiene que ver con las sospechas de que en el macrismo se habría usado a la AFI para perseguir a dirigentes políticos o armar causas judiciales. Así, el decreto presidencial acotará el margen de acción de los espías y se planteará abiertamente que el organismo de inteligencia no podrá realizar “tareas represivas, poseer facultades compulsivas, cumplir funciones policiales o desarrollar tareas de investigación criminal como auxiliares de la Justicia”, según se desprende del borrador inicial.
2-El manejo de fondos. Ya está determinado que el decreto también contemplará una mayor transparencia en el manejo de fondos de la AFI. De esta manera, se prevé que el 90% de los fondos de la agencia de inteligencia sean públicos y sólo un 10% reservados. Hasta ahora la ecuación era inversa. Así funcionó la inteligencia argentina durante los últimos 30 años en forma indistinta de cada gobierno que pasó. Según el presupuesto que había diseñado Macri para este año de los 3.500 millones de pesos que estaban destinado a la AFI unos 1.600 eran fondos reservados. Ni siquiera la Comisión Bicameral parlamentaria de seguimiento de la AFI tenía acceso a esos gastos reservados de los espías. En el decreto se prevé también que la Sindicatura General de la Nación sea el órgano contralor público de la agencia para poner fin al secretismo financiero.
3-Los archivos secretos. El Presidente anunció en el Congreso su intención de abrir los archivos de la AFI en lo que respecta a los testimonios secretos brindados por agentes de inteligencia en los juicios del atentado terrorista a la AMIA. Esta medida alcanzará también en el decreto de reforma de la AFI a la desclasificación de otra documentación reservada, aunque no se dieron detalles de cuáles serían esos documentos.
4-El personal. Por último, otro de los ejes centrales del decreto de reforma de la AFI contemplaría una suerte de “limpieza de personal”. Esto es, reducir en gran medida los aproximadamente 1.400 empleados que tiene ahora la AFI, someter a los espías a controles permanentes, exámenes de aptitud física y mental y se prevé una fuerte reforma en el organigrama de secretarías y direcciones internas.
Todo esto estará contemplado en el decreto que emitirá la semana que viene el presidente Fernández y que busca despejar el manto de sospechas que hubo hasta ahora en la inteligencia argentina. Con la aprobación de este decreto de reforma de la AFI culminará el período de intervención del organismo por parte de Caamaño, aunque no se sabe aun si esta funcionaría seguirá como directora del organismo.
Gran parte de la letra del decreto presidencial que se emitirá la semana que viene se sustentó con el trabajo de un proceso de intervención profundo que desarrolló Caamaño desde diciembre pasado en que fue designada para revisar la agencia de inteligencia. En ese entonces, el Presidente le otorgó a la fiscal amplios poderes para indagar lo que llama “los sótanos de la democracia”.
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