Si bien lo anunció en campaña y lo mencionó en reiteradas oportunidades en el inicio de su presidencia, Alberto Fernández ratificó este domingo ante la Asamblea Legislativa que enviará en los próximos días un proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo “que legalice el aborto en el tiempo inicial del embarazo y permita a las mujeres acceder al sistema de salud cuando toman la decisión de abortar”. En la Iglesia no causó sorpresa, de hecho, ya estaba prevista una misa que se llevará a cabo el próximo domingo en la Basílica de Luján para exponer el rechazo a la iniciativa presentada por el Jefe de Estado.
Bajo el lema “Sí a las mujeres, sí a la vida”, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina realizará la misa el domingo 8 de marzo a las 11 en el marco del Día Internacional de la Mujer. La convocatoria para la cual se invitó “a todos los obispos” fue realizada por el presidente del Episcopado, monseñor Oscar Ojea; el vicepresidente primero, arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, cardenal Mario Poli; el vice segundo, monseñor Marcelo Colombo, y el secretario general, monseñor Carlos Malfa.
En la Basílica de Luján además de pedir “por la protección de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural”, la Iglesia emitirá ante los fieles su primera reacción tras el anuncio de Alberto Fernández en la inauguración de sesiones ordinarias. Anticipándose a la propuesta que enviará el Poder Ejecutivo en los próximos días, la cúpula eclesiástica realizó la convocatoria a principios de febrero luego de que el mandatario argentino se haya referido a la legalización del aborto durante su gira por Europa.
“Es un tema que debemos resolver desde la salud pública”, planteó Fernández en aquella oportunidad, ante el Instituto de Estudios Políticos de París. “En la Argentina el aborto es un extraño delito, donde casi nunca se condena a ninguna mujer por aborto, pero todos sabemos que el aborto existe. ¿Cuál es el problema de que exista un delito de aborto? Que todo aborto se vuelve clandestino y en la clandestinidad el riesgo de vida y el riesgo de salud de la mujer se potencia”, desarrolló el Jefe de Estado. Ese mismo día, anunció que iba a enviar el proyecto de legalización del aborto al Congreso.
En rechazo a la iniciativa, monseñor Ojea sostuvo que la misa del próximo 8 de marzo es “para defender la vida y defender a nuestras mujeres”. Y detalló: “La defensa de la vida todas las etapas de su desarrollo, en todo su camino. Sería traicionar el mensaje evangélico si solamente defendemos la vida en el instante de su concepción primera”.
“Con motivo del Día Internacional de la Mujer, y ante muchas palabras del Papa dirigidas a la defensa de la dignidad de la mujer, hablando de la violencia enorme que se ejerce muchísimas veces sobre las mujeres a través de un falso machismo, un falso autoritarismo; nos ha parecido una excelente oportunidad para hacer esta convocatoria a todos los hermanos de la Patria, para defender la vida y defender a nuestras mujeres”, dijo Ojea.
"La Iglesia quiere ser clara en lo que significa su servicio a la vida, su pensamiento con respecto a la vida”, declaró con respecto la discusión parlamentaria que se llevará a cabo en torno al tema.“Comunicacionalmente se ha unido el tema de la defensa de la vida al tema de atentar contra los derechos de la mujer. La mujer es dueña de usar su propio cuerpo, así se nos dice constantemente a través de muchos medios. Esto no es así. Nosotros defendemos toda vida y cada vida, los derechos de todos y de cada uno”, consideró.
Para Ojea “proponer este tema de entrada es proponer un tema que abre grietas”. Días atrás aclaró que “desde la Iglesia haremos todo lo posible para que la expresión de nuestras opiniones no favorezca la descalificación de quienes piensen lo contrario”. Desde el Gobierno, el canciller Felipe Solá había dicho que la Iglesia no podía “tener actitudes antidemocráticas en el tema del aborto”. El anuncio de Fernández de este domingo, y la convocatoria a la misa dentro de una semana vislumbra una relación tensa entre el Ejecutivo y la cúpula eclesiástica argentina. Sin embargo, el Presidente considera que el proyecto de interrupción volutantaria del embarazo no implica un agravio al Papa Francisco.
Además del proyecto de legalización del aborto, Alberto Fernández anunció que desde el Poder Ejecutivo lanzarán "un contundente programa de educación sexual integral y prevención del embarazo no deseado”. “Nuestro propósito es también llegar a las mujeres de nuestro país en situación de vulnerabilidad social en la etapa que más necesitan la presencia del Estado: durante el embarazo, nacimiento, puerperio y primeros años de crianza”, resaltó.
“El Estado debe estar presente en esos tres momentos trascendentales de la familia para acompañar y brindar cuidado y protección: durante el embarazo de la mujer, en el nacimiento del hijo o hija y en el desarrollo de la primera infancia del recién nacido. Para ello necesitamos un Estado activo, con fuerte presencia, capaz de articular políticas públicas sustentables y que pueda asistir a las familias que necesitan su apoyo”, expresó Fernández quien dijo que el Ejecutivo enviará un proyecto de ley que instaure “el Plan de los 1000 días”, para garantizar “la atención y el cuidado integral de la vida y de la salud de la mujer embarazada y de sus hijos o hijas en los primeros años de vida”.
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