Tal como se esperaba, Alberto Fernández anunció una reforma judicial durante su discurso ante la Asamblea Legislativa para abrir el 138 período de sesiones ordinarias. Pero, sumado a esto, el Presidente anticipó que habrá un nuevo rol para los agentes de inteligencia y que pedirá desclasificar testimonios de la causa AMIA.
Para introducir el tema, hizo referencia a la intervención de la Agencia Federal de Inteligencia que dispuso el Ejecutivo luego de que asumiera Fernández: “Terminamos con el oscurantismo que imperó en estos años. Pusimos fin a la norma que tornó severo al financiamiento del organismo. Ahora, como consecuencia de esas medidas, más del 90% del dinero que el gobierno anterior había declarado como fondos reservados se han transparentando y vuelto a hacer públicos”.
Y luego, ante el aplausos de los presentes, señaló: “Queriendo reponer el orden que se ha pedido, dictaré un DNU que modifique la ley de inteligencia impidiendo a los organismos de inteligencia y sus miembros realizar tareas represivas, poseer facultades compulsivas, cumplir funciones policiales o realizar tareas de investigación criminal como auxiliares de la justicia. No habrá excepción alguna que quiebre esa resolución”.
Sobre el atentado a la AMIA, pero también relacionado con los agentes de inteligencia, anticipó: “Ordenaré a la AFI desclasificar los testimonios secretos brindados por agentes de inteligencia en los juicios en los que fuera investigado el hecho y la responsabilidad de los funcionarios del Estado en el encubrimiento. Lo mismo haremos con toda documentación reservada que exista en el organismo".
Luego avanzó sobre el proyecto para reformar la Justicia Federal, que será impulsado “en los próximos días”. “Vengo a asumir un compromiso que jamás quebraré: en este tiempo de la Argentina en el que nos toca gobernar, venimos a ponerle fin a la designación de jueces amigos, a la manipulación judicial, a la utilización política de la Justicia y al nombramiento de jueces dependientes de poderes inconfesables de cualquier naturaleza”.
De esa forma anunció la creación de un nuevo fuero federal penal “que unificará a fueros penales que hoy tienen jurisdicción en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
“Transferiremos parte de esa jurisdicción a la Ciudad que allí logrará su plena autonomía. De este modo, los delitos contra la función pública a los que incurran funcionarios del Estado Nacional dejarán de estar en manos de unos pocos jueces para pasar a ser juzgados por más de medio centenar de magistrados”, sentenció. “Estamos terminando para siempre en la Argentina con la manipulación de sorteos, la concentración de procesos que el oligopolio de jueces federales ha permitido”.
“De la mano de la puesta en marcha del nuevo sistema acusatorio penal, vamos a impulsar un fortalecimiento de toda la actuación de la Justicia Federal penal en las zonas más críticas, donde el crimen organizado ha logrado desarrollarse a través del narcotráfico”, señaló, con especial hincapié en la zona de la ciudad de Rosario y Santa Fe.
Ese reordenamiento, que tendrá “un profundo sentido federal”, indicó, “consolida por un lado la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires en su justicia penal local y aumenta la actuación de jueces y fiscales en la zona de Rosario y Santa Fe”. Allí, el Gobierno impulsará la creación de una nueva sala y una Secretaría de Narcotráfico en la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario y la creación de nuevos cargos auxiliares fiscales y asistentes fiscales bajo la órbita de un coordinador del distrito.
Fernández afirmó además que en el ámbito de la Justicia en lo Contencioso Administrativa de Capital Federal se van a profundizar transformaciones con la unificación de recursos, para “optimizar el funcionamiento de los mejores recursos humanos en el poder judicial”.
Por otra parte, el presidente anunció “la conformación de un consejo para afianzar la administración de justicia en la República Argentina”, que estará integrado por “las más prestigiosas personalidades del mundo académico y judicial" y será "un cuerpo consultivo del Poder Ejecutivo para el impulso de otras transformaciones de fondo en nuestro Poder Judicial”.
“Debemos optimizar el funcionamiento de la Corte Suprema de Justicia, repensar el alcance del recurso extraordinario, mejorar el trabajo del Consejo de la Magistratura; instaurar el juicio por jurados cumpliendo el mandato constitucional, modernizar el código penal de la Nación, y fortalecer el rol del Ministerio Público”, remarcó ante la mirada, en la primera fila de uno de los palcos, del presidente del máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz, y su vice Elena Highton de Nolasco. El ministro de la Corte Ricardo Lorenzetti, en tanto, regresó hace dos semanas de Hawai con fiebre, estuvo internado y, a pesar de que recibió el alta, decidió ausentarse de la Asamblea por precaución.
Luego se refirió a la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado. “No es un show mediático, sino un compromiso estructural, sustentable y permanente para mi Gobierno, que apunte a las raíces profundas de la impunidad”, manifestó y señaló que el objetivo enunciado de reducir el narcotráfico de la gestión anterior “fue más retórico que efectivo”. “Los operativos crecieron, el narcomenudeo se expandió y la cantidad de drogas secuestrada bajó”, aseguró.
“Orientamos ahora a las fuerzas de seguridad federales a la destrucción de las grandes redes criminales, para lo cual se fortalecerá la inteligencia e investigación de delitos federales como el narcotráfico y organizaciones delictivas”, agregó. “Inauguramos un camino de prevención de la violencia a través de la negociación de la conflictividad. Por eso apostamos al diálogo entre los Jefes de las Fuerzas de Seguridad y las Organizaciones que han contenido la conflictividad social en estos tiempos de emergencia y angustia”. Ese dialógo, señaló Fernández, “es un mojón en la elaboración de instancias para mitigar la violencia” para “anticiparnos a los conflictos" y "resolverlos de manera pacífica, evitando la criminalización de grupos o sectores sociales”.
En el cierre de este eje en particular también apuntó hacia la Defensa Nacional. “Venimos a reafirmar la conducción civil de la Fuerzas Armadas y de la Política de Defensa, la adecuación del Instrumento Militar a las funciones propias de las Fuerzas Armadas y el no involucramiento de las FFAA en cuestiones de seguridad interior”, expresó el presidente. “Celebramos que por primera vez en la historia tenemos Jefes de las Fuerzas Armadas que pertenecen a la generación que ha egresado como oficiales en pleno funcionamiento de la democracia”.
SEGUÍ LEYENDO: