En una sesión que tal vez sea histórica, finalmente el Senado de la Nación cumplió una deuda de casi 15 años al votar la designación de la Defensora de Niños, Niñas y Adolescentes y sus adjuntos. El cargo lo ejercerá la abogada Marisa Graham, que esperó en el Salón Eva Perón junto a ex candidatos e impulsores de la nueva figura como el ex senador Juan Manuel Abal Medina y las ex diputadas Diana Conti y María José Lubertino. En la misma sesión, y apenas terminada la votación, juró por la Patria.
La actuación de Cristina Kirchner en la cuarta y última sesión extraordinaria del Senado, arrancó con un nuevo intercambio con la tucumana Silvia Elías de Pérez. Primero porque la senadora radical la interrumpió al pedir la palabra. Evidentemente molesta, la vicepresidenta le apuntó que “hay pasos que seguir”, le solicitó calma con ambas manos enfundadas en mangas acampanadas y continuó el anuncio de los temas a tratar: la designación de la abogada Marisa Graham como Defensora de Niñas, Niños y Adolescentes y la llamada ley de Góndolas y los adjuntos Facundo Hernández y Fabián Repetto.
Recién después de que Anabel Fernández Sagasti pidiera incorporar al orden del día el tratamiento del pliego de Rafael Bielsa como candidato a embajador en Chile (que luego se votó por unanimidad), Fernández de Kirchner le dio la palabra a Elías de Pérez, a quien señaló con su índice pero no llamó por su nombre y apellido.
En la semana previa, la senadora tucumana, ferviente militante en contra de la interrupción voluntaria del embarazo, intentó que el tema no llegara al recinto con el argumento de que caducó con el recambio legislativo de diciembre. “Quieren votar un tema con dictamen vencido”, planteó a Cristina Kirchner, quien señaló que se trata de un proyecto de ley y no venció. “Es un concurso, el reglamento lo ven los senadores, no la presidencia”, se atrevió a contradecirla Elías de Pérez. La senadora pampeana Norma Durango, del Frente de Todos, consideró que “está equivocada la senadora” respecto a que Graham fue elegida por una comisión bicameral que no era permanente, pero también dejó en evidencia a CFK cuando explicó que efectivamente no es un proyecto de ley “pero sí estamos frente a un acto que requiere la aprobación de ambas cámaras”. Cristina Kirchner resolvió la situación rápidamente al someterla a votación. Ganó la afirmativa.
El aborto y los prejuicios sobresalieron por sobre los colores políticos. María Clara del Valle Vega, riojana opositora, reclamó que en la comisión bicameral haya habido sólo mujeres y no varones y que las defensoras del aborto, “los pañuelos verdes” definió, no hayan impulsado en el pasado la designación del defensor de niñas, niños y adolescentes. Desde un palco seguía la sesión, atenta, Carla Carrizo, diputada radical alineada con Martín Lousteau, que presidió la Bicameral.
La grieta esta vez fue transversal. La cordobesa radical Laura Rodríguez Machado reivindicó los “procedimientos transparentes, dignos e idóneos”, como el trabajo de las legisladoras que tuvieron a cargo el concurso e instó a votar sin prejuicios. “Los buenos no están de un lado, los malos no están del otro”, consideró al defender que no sólo quienes en el debate por el aborto se identifican con el color celeste piensen en los niños. “También los verdes defienden a los niños”, agregó, y anunció su voto a favor.
Hubo, sin embargo, posiciones distintas, como la de Magdalena Solari Quintana, que recordó su voto en contra de la IVE y sin embargo anunció su posición a favor de Graham: “Creo en la honorabilidad de la persona que está llegando, tengo las mejores referencias de ella como persona”, señaló, y enfatizó: “Los invito a todos a que trascendamos ese prejuicio” en obvia alusión a la militancia por el aborto de la futura defensora. Hubo aplausos desde los palcos para la misionera del Frente Renovador de la Concordia. “Por favor, exteriorizaciones de ese tipo no, acá no”, pidió Cristina Kirchner, que de inmediato aclaró: “En Diputados, sí”. Y sonrió.
Una hora y media después del inicio de la sesión, Elías de Pérez, número 7 en la lista de oradores, volvió sobre su planteo y reclamó que se cumpliera el reglamento. Cristina Kirchner no la miró, tomaba notas y conversaba con Mario Fuentes, secretario parlamentario, mientras golpeaba en forma persistente con su lapicera plateada sobre sus apuntes en el estrado. “Lo podrían haber hecho bien”, se quejó la tucumana.
María Belén Tapia, firmante con Elías de Pérez del reclamo contra el tratamiento de la designación, reclamó un nuevo tratamiento en comisión y un nuevo dictamen. Por segunda vez, el peronista Mario Pais pidió una interrupción. Como la tucumana, la radical catamarqueña no se la concedió. “Siga participando”, lo instó en voz baja Cristina Kirchner. Cuando Pais pudo colarse en el discurso de Nancy González, volvió a defender la vigencia del dictamen.
La chubutense González, del Frente de Todos, se mostró enfática y recordó que, a pesar de las insistencias, el año pasado desde Cambiemos no se habilitó en el Senado el debate tras la votación en Diputados en el mes de junio. “No traigamos hoy la discusión por el aborto. Hoy no estamos discutiendo eso, lo vamos a discutir este año pero tenemos que discutir darles derechos a los pibes y a las pibas”, reclamó.
En la lista también se había anotado Esteban Bullrich, otro senador que militó en contra de la IVE. Finalmente no habló.
“No sé por qué traen la ensalada de verdes y celestes. No importa el color, importa que cumpla la ley. Acá se ha hablado lo que capaz la funcionaria Marisa Graham no vaya a cumplir” reprochó Beatriz Mirkin, senadora de Tucumán. “No he visto ni un niño más que haya sido adoptado después de que negaran esa ley”, alzó la voz sobre el aborto. Y anunció su voto a favor.
El porteño Martín Lousteau celebró que finalmente se haya tratado la designación y mostró su sorpresa por la falta de acuerdo para defender “a la mitad de los niños que son pobres”. Reivindicó el trabajo de la comisión y a la diputada Carrizo de su espacio por “un trabajo tan bueno y tan riguroso”.
El último orador fue Jorge Taiana. “Esta discusión es cómo defender mejor a las niñas y niños adolescentes”. Como quien lo precedió, hizo referencia a la desviación del eje del debate.
La votación fue electrónica y el resultado puso de buen humor a Cristina Kirchner: 47 votos a favor, 21 en contra (entre ellos el presidente del bloque del Frente de Todos José Mayans, el porteño Esteban Bullrich, Julio Cobos y Alfredo de Angeli), ninguna abstención y 4 ausentes.
Marisa Graham fue invitada a prestar un juramento que le tomó Cristina Kirchner y entonces senadores y público aplaudieron sin que esta vez nadie lo impidiera.