Eduardo Freiler, el ex camarista al que le apuntó el macrismo y que fue enviado a un jury tras una jugada en el Consejo de la Magistratura para poder llegar a la mayoría especial, puede estar ahora más tranquilo. Es que la Cámara Federal firmó hoy una resolución en donde, a instancias de su superior, la Cámara Federal de Casación Penal, dejan virtualmente cerrada una investigación en su contra por su crecimiento patrimonial.
Precisamente, esa investigación por enriquecimiento ilícito –primero cerrada con un sobreseimiento y luego reabierta en una interpretación ‘sui generis’ de la llamada cosa juzgada írrita– fue el motor de las acusaciones de los consejeros del macrismo para impulsar su expulsión del cargo. Freiler denunciaba que tanto el expediente penal como la tarea que se hizo en la Magistratura estuvieron “plagados de irregularidades”.
“De ninguna manera voy a renunciar”, decía. “Macri quiere disciplinar a los jueces; a los que no fallan como él quiere, hay que removerlos”, afirmó.
Lo dijo en agosto de 2017, luego de que el macrismo sacudiera el Consejo de la Magistratura con una jugada tan veloz como polémica: aprovechando la incertidumbre generada por la suspensión en su cargo de un consejero que no era abogado y una demorada jura en la Corte Suprema del senador justicialista que llegaba para sucederlo, el macrismo y sus aliados consiguieron los ocho votos que necesitaban para suspender a Freiler en su cargo y enviarlo a juicio político por presunto mal desempeño de sus funciones por no poder justificar sus ingresos. En un jury por seis votos a uno, terminó destituido. Su caso es uno de los que mencionó la vicepresidenta Cristina Kirchner cuando habla de “lawfare” y el manejo de la Justicia durante el gobierno que la sucedió.
Freiler integraba la Sala I de la Cámara Federal, a la que se la denominaba como la Sala “kirchnerista”. Fue la que confirmó el cierre de la denuncia que impulsó Alberto Nisman contra Cristina Kirchner, o aceptó la recusación del juez Claudio Bonadio en la causa Hotesur. Freiler, además, fue uno de los que ratificaron el procesamiento de Mauricio Macri, entonces jefe de Gobierno porteño, por la causa de las “escuchas”.
Tras la renuncia de Norberto Oyarbide –quien investigó la causa de las escuchas–, Freiler se convirtió en una de las prioridades del macrismo. En base a investigaciones periodísticas, el abogado Ricardo Monner Sans lo denunció penalmente y el Colegio de Abogados de la ciudad de Buenos Aires hizo una presentación ante el Consejo de la Magistratura para que se investigara el fuerte incremento patrimonial del entonces juez.
La causa se inició cuando una investigación periodística informó que el magistrado había comprado una casa en Olivos –frente a la quinta presidencial– por $2,8 millones, según consta en la escritura, un monto inferior al valor de mercado para un terreno de 1.234 metros cuadrados. A raíz de ello, el fiscal Ramiro González impulsó una investigación sobre los bienes del entonces camarista en donde enumeró sus propiedades que incluían casas, autos, un yate y 20 caballos. El juez Marcelo Martínez De Giorgi sobreseyó a Freiler, a instancias del fiscal, al considerar que incrementó su patrimonio entre 2012 y 2014, pero entendió que ese aumento estaba justificado con su sueldo como camarista.
Sin embargo, otra nota periodística denunció que habían aparecido más bienes del juez y el abogado Monner Sans impulsó un planteo de cosa juzgada írrita por esa resolución que, después de idas y vueltas, terminó en manos del juez Sebastián Ramos. El juez señaló que existían nuevos elementos de prueba que deben valorarse a la hora de realizar un análisis patrimonial completo sobre los bienes de Freiler, en especial los que se desprenden de la investigación realizada en el Consejo de la Magistratura en donde se expusieron los gastos que tenía el entonces juez.
Fue así que Ramos primero y luego la Cámara Federal –en una decisión dividida– había resuelto revocar el sobreseimiento de Freiler dictado por Martínez De Giorgi y ordenaron reabrir la causa en base a nuevos elementos y profundizar la investigación. En diciembre pasado, sin embargo, tal como lo informó Infobae, la Sala II de la Cámara de Casación revocó esa decisión. Y dispuso que la Cámara Federal (desde la misma sala que supo integrar Freiler) dicte un nuevo fallo con los lineamientos impartidos.
Eso fue lo que se hizo hoy. Los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi escribieron que “del modo en que ha quedado configurado el caso, no cabe más que reiterar las consideraciones que efectuamos en nuestra anterior intervención, cuando destacamos que, a la luz de los elementos de juicio reunidos en el legajo, no se verificaban las condiciones suficientes como para considerar aplicable el instituto de la cosa juzgada írrita y dejar sin efecto el sobreseimiento firme dictado en favor de Eduardo Rodolfo Freiler”. Si bien defendieron la opción que habían escogido antes, los camaristas señalaron que, por la propia decisión de Casación, correspondía revocar la decisión que reabría la investigación por su patrimonio, ya que se violaba el principio constitucional del doble juzgamiento. Con este fallo, queda firme el sobreseimiento inicial de Freiler.
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