El presidente Alberto Fernández habló hoy con el primer mandatario electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, coincidieron en la necesidad de “acercar posiciones” entre ambos países, reactivar la agenda bilateral y quedaron en reunirse próximamente en la ciudad de Montevideo, aunque no se acordó fecha alguna.
Fernández llamó por teléfono está mañana a Lacalle Pou y se disculpó por no poder concurrir el próximo domingo a su asunción. Le explicó que estaba muy ajustado de tiempo por la inauguración de las sesiones ordinarias en el Congreso argentino.
“Fue una charla muy positiva, se habló de todo. Repasaron temas y coincidieron en la necesidad de relanzar las relaciones bilaterales”, explicó a Infobae un funcionario del gobierno argentino.
En este sentido, las fuentes oficiales consultadas dijeron que hubo acuerdo para que Alberto Fernández viaje a Uruguay en lo inmediato para reunirse con Lacalle Pou, aunque no se acordó una fecha y eso quedó librado a los acuerdos de ambas cancillerías. Incluso el presidente argentino propuso que el encuentro se realice en Colonia, Montevideo o el lugar donde vea conveniente el presidente electo uruguayo que asumirá este domingo.
Según se supo, no se habló de los vuelos británicos que aterrizan en Montevideo y luego despegan rumbo a las Islas Malvinas. Este fue un tema que mencionó la semana pasada en el Senado el designado embajador en Uruguay Alberto Iribarne. La Argentina adelantó que trasladará sus quejas a Uruguay por abastecer aeronaves británicas. Pero al parecer, nada de ello se mencionó en la charla telefónica entre Fernández y Lacalle Pou. Tampoco se mencionó el tema de la instalación de la nueva pastera de Uruguay situada en el Pueblo Centenario, a escasos kilómetros de Paso de los Toros, a la vera del río Negro, a 237 kilómetros de la desembocadura del Uruguay, límite entre ambos países.
En cambio, las fuentes consultadas destacaron que ambos dirigentes recordaron la amistad que Fernández tenía con la familia del electo presidente de Uruguay y de la necesidad de relanzar las relaciones bilaterales. Si bien la administración de Fernández tenía mejores relaciones con el Frente Amplio que lidera el actual presidente Tabaré Vázquez ya que hay coincidencias en el marco de los lineamientos progresistas de ambos dirigentes, lo cierto es que el presidente argentino buscará “desideologizar” la relación con Montevideo a partir de la llegada de Lacalle Pou, según confiaron en la Casa Rosada.
También se mencionó –al pasar– la necesidad de evaluar el acuerdo Unión Europea-Mercosur, que necesita de la ratificación de los parlamentos de cada bloque.
La decisión de Fernández de no viajar a Montevideo para la asunción de Lacalle Pou también repercute en la relación del mandatario argentino con su par brasileño, Jair Bolsonaro, que hace dos semanas, recibió en Brasilia al canciller Felipe Solá, a quien le propuso concretar un encuentro con el mandatario Alberto Fernández el 1° de marzo.
En el marco de la reunión, Bolsonaro se mostró dispuesto a mantener una entrevista con el presidente argentino, que de concretarse sería el primer cara a cara entre ambos mandatarios tras el cambio de gobierno en Argentina.
El encuentro de Solá con Bolsonaro fue catalogado por Cancillería como “cálido” e interpretado como una buena señal de cara a la construcción de una fluida relación bilateral, luego de las críticas del mandatario vecino.
“También dialogaron sobre la posibilidad de que el Mercosur promueva y genere acuerdos de libre comercio con terceros países”, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores tras aquella reunión en Brasilia. Solá le describió al presidente de Brasil “la situación económica y social del país” y le solicitó “el apoyo de su país en el marco de la renegociación de la deuda que lleva adelante Argentina”.
Antes de reunirse con Bolsonaro, el canciller estuvo con su par local, Ernesto Araujo, con quien analizó “cuestiones del Mercosur”. “La misión que encabezo tiene como objetivo discutir las cuestiones del Mercosur, las cuestiones bilaterales para el país hermano, en un marco de acercamiento. Este es un viaje de amistad y calidez entre los dos países que hacía muy necesario. Por eso estamos acá”, dijo Solá, en una declaración oficial a periodistas en Brasilia.
En una conferencia conjunta, Araújo aseguró que “Brasil tiene la expectativa de contar con una alianza con la Argentina”. Por su parte, Solá expresó que “su responsabilidad es transmitir al gobierno brasileño lo que ocurre en la Argentina, que está en una recesión profunda con una caída muy importante del consumo y la capacidad adquisitiva, y con una inflación excesiva. Todo esto en el marco de tener una deuda externa absurda”. “Hemos conversado con franqueza. Celebramos seguir manteniendo una relación muy fuerte”, agregó.
Seguí leyendo: