Desde Bruselas. Saluda uno por uno a cada uno de los periodistas y ya en el comienzo de su exposición explica con fervor la importancia de llevar a buen puerto el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur. Las razones que exhibe no son solo políticas y comerciales sino que elige poner el acento en los vínculos personales y culturales entre ambos bloques. Es en estos gestos que se adivina de inmediato la profesión de político profesional de Nicola Danti, el legislador italiano que forma parte del Parlamento europeo desde 2014 y que, entre otras funciones, integra la delegación de relaciones con el Mercosur.
“Tardamos 20 años en dar con un texto común, pero no acabó la cosa. La ratificación llevará meses y tal vez años. Tenemos un vínculo fortísimo histórico y estratégico; una relación especial con afinidad económica y un vínculo cultural. Si los europeos tenemos acuerdos con todos los países, ¿cómo no vamos a tenerlo con nuestros socios naturales?, pregunta de manera retórica, moviendo las manos.
Danti (Pelago, Florencia, 1966) pertenece a Italia Viva, pequeño y flamante partido liderado por el ex primer ministro Matteo Renzi, que integra la alianza de gobierno en Italia pero que por estos días está enfrentado con los partidos mayoritarios del Movimiento 5 estrellas (antisistema) y el Partido Democrático, de centroizquierda. En el Parlamento europeo Danti integra el bloque liberal Renovar Europa, el tercero de la eurocámara, integrado por partidos entre los que se encuentra también el del presidente francés Emmanuel Macron.
En una sala austera del edficio que alberga al Parlamento europeo, un grupo de alrededor de veinte periodistas de medios de países del Mercosur, entre ellos Infobae, tuvo la oportunidad de dialogar con Danti, quien gentilmente respondió a todas las preguntas.
-¿Las políticas medioambientales del gobierno brasileño son hoy el principal obstáculo para el acuerdo en Europa?
-No quiero juzgar la política de un gobierno extranjero, pero efectivamente es uno de los problemas. El tema ambiental es un capítulo fundamental del acuerdo. Las deficiencias en la materia y la deforestación del Amazonas son elementos críticos que no ayudan al acuerdo. Sin embargo, creemos que la firma es la garantía, ya que el gobierno brasileño tendrá que estar a la altura y cumplir lo firmado. Por otra parte, si bien es cierto en cuanto a Bolsonaro que hay cierta preocupación en las embajadas europeas por los temas de medio ambiente y los derechos humanos, esto bien podría ser la gran excusa de aquellos que igualmente se opondrían al acuerdo. Quiero decir, si no fuera esto, sería otra cosa.
Ante la pregunta acerca de quiénes se oponen al acuerdo en el Europarlamento, el diputado florentino explicó que en algunos casos se trata de cuestiones ideológicas (partidos nacionalistas y ultranacionalistas) pero que también hay cuestiones concretas que afectan a ciertos sectores y llevan a que determinadas agrupaciones estén más cerca del rechazo. “Hay problemas objetivos desde lo comercial en el sector agrícola europeo: abrimos demasiado la puerta”, señaló. “Habrá un impacto objetivo en lo que tiene que ver con carne vacuna, azúcar, etanol, aves de corral, pero debemos ver el acuerdo en forma holística, en general: hay sectores que salen perdiendo y otros que salen ganando, como en todo acuerdo. Sabemos que el acuerdo no es perfecto, pero después de veinte años tirarlo a la basura sería un fracaso total.”
“El acuerdo tiene muchos detractores y es que hay una tendencia natural al proteccionismo. Hay que entender que pese a todo, estamos al principio de un proceso, la firma del acuerdo de junio pasado es apenas un pistoletazo de salida. Ahora hay que persuadir a las diferentes opiniones públicas en cada uno de los países, no es tarea fácil”, explicó.
-En la Argentina, el gobierno de Macri estaba claramente a favor del acuerdo. En el gobierno actual de Alberto Fernández, sin embargo, no hay tal claridad y por momentos se perciben incluso contradicciones internas. ¿Cómo lo percibe la UE?-preguntó Infobae
-Efectivamente Macri permitió que se retomara la negociación, dio impulso para ello. En el caso del presidente Fernández, al menos en los encuentros que mantuvo con los embajadores de la Unión Europea, no se mostró en contra. Yo creo que hay buena disposición de su parte. Nosotros confiamos en los actos oficiales pero, a lo mejor, usted sabe más que yo. Si es así, por favor, dígamelo ahora-, bromeó Danti.
-En los últimos años el avance de China en materia comercial es arrollador. ¿Ha sido ése uno de los motivos por los cuales desde Europa se buscó reactivar el acuerdo con Mercosur?
-China tiene un diseño estratégico en todo el mundo, interviene en todo el mundo. Pero los acuerdos comerciales con China son fáciles: no se ponen ni los derechos humanos ni el medio ambiente sobre la mesa. En cambio, las negociaciones con la Unión Europea son complejas. En este caso, en un momento determinado pensamos: no vamos a conseguirlo. Si hoy tuviera que arriesgar y decir si vamos a llegar a cerrarlo, diría: no lo sé. Tenemos que trabajar para convencer a la opinión pública en Europa y en los países del Mercosur y a los diputados. Los acuerdos comerciales tienen mala reputación, se los ve como un mal.
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