Rodeado por Máximo Kirchner y Fabiola Yáñez, frente a las piletas de Ezeiza más conocidas como La Salada, el Presidente encabezó la puesta en valor del Centro Recreativo que desde hoy volvió a llamarse “Néstor Kirchner” y reafirmó la decisión que tomó en relación al aumento por decreto de las jubilaciones. “No dejo de pensar en los jubilados, que han trabajado toda una vida y les cuesta el día a día; en la Argentina del presente y con mucho esfuerzo vamos mejorando la situación de los que peor están, y lo hacemos con la tranquilidad de hacer lo que prometimos”, expresó.
También destacó: “Podrán criticarme por mis errores, pero nunca por haberles mentido. Dije que iba a llegar aquí para preocuparme por los que peor están, para poner más igualdad en la sociedad argentina y eso es lo que voy a seguir haciendo. Y tengo la tranquilidad de tener a Cristina a mi lado, acompañándome con la misma decisión”.
En el Centro Recreativo funciona una colonia de vacaciones que alberga a diario a un promedio de entre 300 y 600 niños y niñas de diferentes localidades del Conurbano, con juegos y propuestas recreativas a cargo de cuidadores y personal del Ministerio de Desarrollo Social. Y tiene un salón de eventos que, según explicó Alberto Fernández, “volvió a llamarse ‘Presidente Néstor Kirchner’, porque hay quienes piensan que sacando placas la gente se olvida, pero la gente no olvida por más que arranquen todos los nombres de Néstor. Yo sé quién fue Néstor, fui su jefe de Gabinete y es un orgullo”.
Fernández también agradeció al secretario de Economía Social, Emilio Pérsico, por haber colaborado en la puesta en valor de las piletas para el uso de la colonia. “Quiero agradecerles a los movimientos sociales, una nueva forma que apareció en la Argentina y que llamamos economía popular, que no tiene la rigidez de la economía formal, pero que es una realidad a la que hay que atender y prestarle mucha atención a lo que hacen porque se ocupa de lo que otros quieren descartar”, dijo.
El Presidente agregó que desde que llegó al poder dijo que se "iba a preocupar por los que menos tienen”. “La Argentina no es para unos pocos, eso que el papa Francisco llama la teoría del descarte, es algo que yo detesto. Nadie es descartable en la Argentina, todos somos necesarios, todos tenemos que tener un lugar en la sociedad donde vivimos, y todos tenemos que trabajar para que todos se sientan bien en la sociedad que vivimos”, dijo Fernández.
“Nuestra primera obligación es con los que pasan hambre, porque solo dándoles la mano a aquellos que han caído en el pozo de la pobreza vamos a tener la sociedad que nos merecemos. Aquí no sobra nadie, todos hacemos falta y esta tierra tiene que tratar a cada uno con dignidad, y esa es la urgencia. Lo que más nos preocupa son los que peor están".
Finalmente, el Presidente manifestó “la alegría de estar con nuestros curitas villeros que son un ejemplo para todos nosotros, que bendijeron las aguas de estas piletas y bendijeron estas obras”.
También participaron del acto el intendente de Ezeiza, Alejandro Granados; el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro; el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo; el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi, y el diputado nacional Leonardo Grosso.
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