En el Ministerio de Desarrollo Social le bajan el tono a la polémica. Aseguran que es un tema menor porque nunca pasó. Que si se hubiera concretado, otra sería la historia.
Los principales WhatsApp del Ministerio de Desarrollo Social, conducido por Daniel Arroyo, recibieron a las 20 de este lunes un flyer que daba cuenta de 48 horas más tarde tendría lugar la venta de útiles escolares en el club de barrio Franja de Oro, en Amancio Alcorta al 3900, en el barrio porteño de Parque Patricios, a pocas cuadras de la cancha del club Huracán.
Guardapolvos desde $380, cuaderno tapa dura desde $90 o lápiz negro desde $5, algunos de los productos en venta y promocionados con el logotipo del Ministerio de Desarrollo Social, que suele entregar esos útiles en forma gratuita a los sectores más postergados. La venta, prevista para este miércoles, fue desactivada en forma inmediata por orden de Arroyo.
“Alguno se quiso pasar de vivo, pero nada más que eso”, explicó a este medio un funcionario del ministerio, y le restaron importancia a la situación, que publicó el diario Clarín. Incluso agregaron que, al menos por este tema, no hubo cortocircuitos entre el ministro y algunos de los principales funcionarios que provienen de los movimientos sociales, como Emilio Pérsico, secretario de Economía Social, o Daniel Menéndez, subsecretario de Promoción de la Economía Social y Desarrollo Local.
Según fuentes del Ministerio, no hay por ahora una investigación formal en marcha para dar con el responsable de la movida. En el entorno de Arroyo deslindan responsabilidades tanto de Pérsico como de Menéndez, que tienen el manejo una parte considerable de las organizaciones sociales. Hay cooperativas ligadas a los movimientos que, por ejemplo, se encargan de la confección de guardapolvos que luego son repartidos en forma gratuita por el Estado.
Pero en algunos despachos de Desarrollo Social sí posan la lupa en Rafael Klejzer, referente del movimiento de la izquierda popular La Dignidad, de la CTEP de la ciudad de Buenos Aires y, desde la llegada de la nueva administración del Frente de Todos, director nacional de Comercialización y Abastecimiento Popular de la Secretaría de Economía Social, el área del ministerio que promociona la frustrada venta de útiles.
Klejzer fue el dirigente que, en medio de la campaña del año pasado, irrumpió con una impopular protesta en algunos de los shoppings más importantes de la Ciudad para reclamar por la emergencia alimentaria, un reclamo dirigido a la gestión porteña de Horacio Rodríguez Larreta.
Desde el ministerio que dirige Arroyo aseguran por lo bajo que, más allá de la frustrada venta de útiles, en vísperas del inicio del ciclo lectivo, afloran internas entre las distintas facciones que conviven en dicha cartera.
Dicen, de hecho, que hay un número relevante de intendentes del PJ que están molestos por la injerencia de los organizaciones sociales en los municipios. Por el doble rol de ambos lados del mostrador.
A fines de enero, de hecho, los movimientos denunciaron que había faltante de alimentos en comedores y merenderos comunitarios, tal como publicó en su momento este medio. Gildo Onorato, presidente de la Federación de Cooperativas Evita y dirigente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), en diálogo con este medio, culpó directamente al Gobierno. “Sabemos que la herencia recibida en términos sociales es muy grave y la tarjeta alimentaria es una herramienta que aborda la emergencia, pero no lo estructural. No se puede echar culpas a nadie, depende de este Gobierno”, explicó en ese momento Onorato.
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