En una clara muestra de que la tensión entre el Gobierno y la provincia de Buenos Aires quedó superada, las cúpulas de los Ministerios de Seguridad nacional y bonaerense acordaron hoy la letra chica de un acuerdo para avanzar en operativos conjuntos de las fuerzas, un mapeo de las zonas más calientes del delito por atender y el despliegue coordinado en inteligencia de gendarmes y policías.
El encuentro se desarrolló esta tarde en La Plata luego de la reunión que la semana pasada mantuvieron la ministra de Seguridad Sabina Frederic y el jefe de la cartera de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, para sellar la paz luego de los duros cruces que habían protagonizado por la falta de acuerdos en los operativos conjuntos al punto que tuvieron que intervenir el presidente Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicillof.
Según explicaron a Infobae fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación el encuentro de Berni con el segundo de Frederic, Eduardo Villalba se desarrolló hoy con “muy buena sintonía y muy buena predisposición de ambas partes para avanzar en la lucha contra la delincuencia”.
Desde la Casa Rosada dijeron que se avanzó en el convenio de cooperación que establece las bases para el funcionamiento de la Mesa Operativa Conjunta de las Fuerzas Federales y la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
“Fue la primera reunión del Comando Operativo Conjunto en donde vamos a articular el trabajo con la provincia de Buenos Aires entre las fuerzas federales, la policía de la provincia y ambas conducciones políticas. Se trabajó sobre el mapeo del territorio, identificando los lugares más críticos y de conflicto y se analizó cómo pueden aportar las fuerzas federales a una cobertura más efectiva del territorio”, expresó el secretario de Seguridad y Política Criminal, Eduardo Villalba.
Además, se supo que se abordaron otras cuestiones vinculadas a la comunicación y tecnología, la articulación entre las distintas fuerzas en el territorio, y la cantidad de efectivos que actualmente hay en cada lugar y la manera de optimizarlos.
Se acordó que el gobierno nacional no aumentará los 6.800 gendarmes y prefectos que actualmente hay distribuidos en territorio bonaerense. En tal caso, Berni mostró un mapa de las “zonas calientes del delito” en la provincia donde se requerirá realizar traslados y redistribuir efectivos para potenciar la presencia de fuerzas de seguridad en determinados distritos.
Si bien no dieron detalles de ese mapa del delito para evitar señalamientos a determinados distritos, se pudo saber que hay municipios del sur del conurbano y del oeste que se encuentran entre los más calientes en términos de aumento del delito.
"Los primeros días de la siguiente semana, el nuevo formato de trabajo operativo en el territorio de la provincia ya estará en marcha”, especificó Villalba.
En la letra chica del convenio que se acordó hoy se establecieron acciones operativas de las distintas Fuerzas de Seguridad y Policiales, para brindar mayores respuestas en seguridad en la totalidad del territorio de la Provincia de Buenos Aires.
Los ejes de acción sobre los que se direccionará el trabajo operacional serán la Inteligencia Criminal; los operativos de seguridad ciudadana y la colaboración en la investigación judicial.
La Mesa Operativa Conjunta será conducida por el Secretario de Seguridad y Política Criminal del Ministerio de Seguridad de la Nación y por el Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires (o quienes ellos determinen) en coordinación con los Jefes jurisdiccionales de las Fuerzas Federales y la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
Las principales funciones de la Mesa Operativa serán, entre otras, colaborar con la investigación criminal en materia de delitos complejos; ejecutar las partidas presupuestarias asignadas e instrumentar el soporte logístico para el trabajo operativo diario y el apoyo administrativo correspondiente; establecer los sistemas de comunicaciones y controlar el debido funcionamiento de los mismos, y mantener un permanente intercambio de información en materia criminal para unificar el trabajo nacional de policía.
Según señalaron desde el Ministerio de Seguridad que lidera Frederic, la Mesa de trabajo Nación-Provincia mantendrá contacto dinámico y fluido entre los funcionarios y/o los oficiales designados de las distintas Fuerzas manteniendo reuniones periódicas de coordinación, con el objetivo de contar con datos reales y fidedignos inherentes al despliegue operativo de los efectivos.
Los integrantes de la Mesa supervisarán la ejecución del Plan de Operaciones, confeccionando y definiendo la intervención operativa conjunta de las fuerzas provinciales y federales en toda la Provincia de Buenos Aires.
Participaron de la reunión el secretario de Seguridad y Política Criminal, Eduardo Villalba, y el subsecretario de Intervención Federal, Luis Alberto Morales. Por parte del ministerio de Seguridad de Buenos Aires, el titular de la Unidad de Coordinación de Políticas de Seguridad, Darío Ruiz, y los subsecretarios de Planificación e Inteligencia Criminal, Sebastián Ciatti, y de Formación y Capacitación, Javier Alonso. Además, estuvieron presentes representantes de las cuatro fuerzas federales de seguridad.
Este encuentro cerraría, en principio, el cortocircuito que Berni y Frederic protagonizaron hace 10 días cuando se hizo pública una carta que el ministro bonaerense le envió a su par de Nación en la cual le pedía el retiro de los efectivos de las fuerzas federales de la provincia de Buenos Aires con el argumento de que su presencia “sin una conducción clara no solo resulta estéril, sino que agrava y complejiza la operatividad diaria de los elementos policiales provinciales”. Se trataba de 1.000 efectivos de Prefectura, unos 1.900 de la Policía Federal, 2.900 de la Gendarmería y 900 de Prefectura. Nada de esto se hará y en adelante parecería que reinará un trabajo conjunto.
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