En diciembre, apenas unos días después del recambio de Gobierno, los abogados de la AFIP hicieron circular dentro del organismo el contenido del alegato. Unas 500 páginas con una descripción minuciosa de los hechos y los pedidos de penas para todos los acusados por la “ruta del dinero K”. Ninguno de sus jefes objetó nada. Y si lo hicieron, no dejaron constancia escrita.
Durante el verano, los abogados siguieron trabajando en los últimos detalles del texto. Era la etapa final de un trabajo arduo que llevó más de cinco meses. Tampoco recibieron directivas concretas dentro de la AFIP.
Dos días antes de reanudarse el juicio, su jefe directo, Gustavo Paturlanne, decidió dar un paso al costado. Una salida previsible, porque estaba ligado a la gestión de Cambiemos, en un momento incómodo.
El juicio se reanudó el miércoles 5, a sala llena. Todos los imputados estaban obligados a ir por el comienzo de los alegatos. Lázaro Báez volvió a cruzar miradas con sus cuatro hijos, aunque sólo se saludó con Melina y Martín. Se lo notaba de buen humor, pese a los intentos fallidos de su defensa para dejarlo libre.
La exposición de la AFIP quedó en manos de Luis González Ávalos. Con solvencia y buena oratoria, el abogado rápidamente sorprendió a todos los presentes cuando vinculó a Báez con los Kirchner. “La designación de Báez no fue azarosa, no fue fruto del Espíritu Santo. Todos sabemos que la designación tuvo que ver con aquella relación de amistad que tenía con quien fuera el entonces presidente, Néstor Kirchner”, dijo.
La audiencia se tuvo que interrumpir apenas una hora después por la falta de aire acondicionado. Afuera de la sala el termómetro marcaba más de 30 grados de calor. Adentro se hacía difícil respirar con tanta gente.
Solucionado el problema técnico, González Ávalos avanzó con el alegato. "Se ha corroborado que entre 2010 y 2013 se ha pergeñado un enorme derrotero criminal, un plan común tendiente a blanquear sumas millonarias de dinero que por supuesto, a estas alturas no hay dudas de que tienen origen delictivo”, fue otra de las frases contundentes que generó murmullos en la sala y miradas entre los abogados de los imputados.
Es más, el abogado destacó los aportes del arrepentido Leonardo Fariña para corroborar la relación entre Báez y la familia Kirchner.
Pasadas las 16 horas, el presidente del Tribunal, Néstor Costabel, tuvo que interrumpir el relato, tal como había anunciado al comienzo de la jornada. El abogado de la AFIP intentó terminar con el alegato. No lo logró. Costabel insistió que la audiencia iba a continuar el miércoles 12.
La repercusión mediática generó una ola de rumores que llegaron hasta Comodoro Py. Según pudo saber este medio de fuentes del organismo recaudador, el lunes 10, dos días antes de retomar el alegato, González Ávalos le mandó un mail a sus superiores para que ratifiquen o “rectifiquen” el rumbo del alegato. No habría recibido respuesta por esa misma vía.
Ese mensaje menciona las repercusiones públicas del alegato y pide “lineamientos” de sus superiores. “Se está cubriendo, es su primer juicio importante y tiene poca experiencia acá adentro”, advirtió una fuente de la AFIP.
Después de mandar ese mail, González Ávalos fue convocado a una reunión con una funcionaria del organismo que depende de Virginia María García, ex cuñada de Máximo Kirchner. “Le preguntaron cuáles iban a ser los pedidos de penas, pero no le dijeron nada más”, contó una fuente al tanto de los últimos movimientos. Otro de los abogados de la AFIP habría tenido que regresar rápidamente de sus vacaciones.
En Comodoro Py, una fuente judicial advirtió que la AFIP no puede modificar su alegato. Mucho menos después de adelantar que pedirán penas para todos los acusados. “Cambiarlo sería muy grave, no tienen margen, quizás lo suavicen”, dijo esa fuente.
La hipótesis que circula por los pasillos de la AFIP es que nadie le prestó atención al contenido del alegato en diciembre, cuando circuló de manera interna. El recambio de autoridades y la feria de enero, terminaron de minimizar el tema. Pero había mucha expectativa porque se trataba del primer alegato en un juicio de corrupción luego del recambio de gobierno. En este juicio, además de la AFIP deben alegar la Oficina Anticorrupción y la Unidad de Información Financiera.
Los rumores, activados por las internas políticas dentro de la AFIP, se potenciaron cuando se suspendió la audiencia del miércoles pasado. Fuentes judiciales ratificaron que se debió a una problema de salud de la jueza María Gabriela López Iñíguez. El alegato continuará el miércoles 19.
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