La cineasta Florencia Kirchner, hija de los ex presidentes Néstor y Cristina Kirchner, contó cómo fue la última vez que vio a su padre, mostró un tatuaje desconocido y recomendó leer a una autora para “dejar de darle vuelta la cara a la salud mental” y “romper con los imaginarios preconcebidos por la máquina reina que moldea y etiqueta”.
A través de su cuenta de Instagram, abierta hace escasos días, la joven de 29 años publicó un retrato de comienzos de 2018 en la que se la ve apoyada sobre una ventana: allí muestra un tatuaje en su muñeca derecha con las letras 'K' y 'V', con el mismo estilo del histórico grafiti de la militancia peronista cuando pintaba la consigna “Perón Vuelve” con la letra 'P' sobre una ‘V'.
“Ya, hace bastante. Principios de 2018. Mi ventana. Tengo algo con los vidrios. Con el a través. A mi padre lo vi por última vez a través de la ventana de un auto. Desde entonces empecé a fotografiar mucho a través de”, escribió la hija de la vicepresidenta.
Y agregó: “Ventanas y espejos a mi alrededor, yo levantando los párpados frente a mi cámara y mi celular. Amigxs, extrañxs y objetos de mi atención. No me di cuenta hasta pasado bastante tiempo lo que estaba haciendo. La memoria también forma al ojo ¿no? ¿O a nadie más se le escapan los ojos de la cara? Los míos se van corriendo”.
En otro posteo, la guionista y realizadora audiovisual recomienda a sus seguidores que “lean a Marisa Wagner”, una poeta que escribió “Los montes de la loca” durante su internación en la Colonia Nacional “Manuel Montes de Oca”, dedicada a la atención de “personas con discapacidad intelectual y otras problemáticas en salud mental”.
“No importa si están interesadxs en la poesía o no, porque meterse en sus versos es dejar de darle vuelta la cara a la salud mental, es romper con los imaginarios preconcebidos por la máquina reina que moldea y etiqueta para las cabezas de los demás, esa, que discrimina y excluye”, señaló Florencia Kirchner.
La hija de la vicepresidenta abrió su cuenta la semana pasada y uno de sus primeros posteos fue una foto junto a su madre, la primera desde que inició su tratamiento médico en La Habana como consecuencia del estrés postraumático y un linfedema en las piernas.
Dos días más tarde subió otra imagen suya con el rostro tapado por un libro titulado ‘De la enfermedad’, de la escritora Virginia Woolf. La autora describió en su obra -publicada en 1925- metáforas sobre la salud, la enfermedad, las relaciones entre el cuerpo y el alma. Florencia Kirchner destacó en su publicación: “Porque es la uno (Woolf), publicó este texto en 1925 para una revista y es de los mejores que tiene de no ficción, como para subrayarlo entero”.
La hija de Néstor Kirchner está acusada de integrar una presunta asociación ilícita (con su mamá y su hermano Máximo entre otros) y de realizar supuestas maniobras de lavado de dinero en las causas “Hotesur” y “Los Sauces”. A raíz de estas imputaciones su abogado debe informar regularmente cuál es su cuadro de salud. El año pasado, ante un requerimiento del Tribunal Oral Federal 5, los médicos cubanos que la atienden enviaron una carpeta con consideraciones generales sobre la enfermedad que sufre.
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