Luego de ser excarcelado a mediados de diciembre, Roberto Baratta decidió recluirse en su casa del barrio privado Mapuche, en la localidad de Pilar. Los vecinos aseguran que sale muy poco a caminar por las calles internas y que sus salidas al exterior tampoco son frecuentes. Siempre tiene que llevar una tobillera con GPS, la Justicia también lo obligó a presentarse todos los meses ante el tribunal que tiene la causa de los Cuadernos y tiene prohibida la salida del país.
La casa de Baratta tiene 297 metros cuadrados cubiertos y una pileta de 48 metros cuadrados. Para ocultarla de los registros oficiales, la puso a nombre de su madre, Marta Rosa Girola.
La construcción de la casa se hizo en 2012, casi en secreto. Antes, el ex funcionario alquiló otras propiedades en ese mismo barrio privado. El chofer Oscar Centeno frecuentaba el lugar y lo dejó asentado en los cuadernos. Hasta se encargaba de prender la estufa los viernes para que Baratta la encontrara en buenas condiciones los fines de semana.
Los vecinos siempre destacan las medidas de seguridad dispuestas por el valijero K en su casa. Nada cambió. La vivienda sigue fuertemente custodiada.
Baratta fue excarcelado junto a Julio De Vido el 13 de diciembre, aunque el ex ministro de Planificación mantiene una detención domiciliaria por la causa Río Turbio. La Sala I de la Cámara de Casación le ordenó al Tribunal Oral Federal 7 que revise su decisión de no morigerar la situación de los detenidos, a la luz de las nuevas normas del Código Procesal Penal.
Ya pasaron dos meses. Desde entonces, el “valijero” tiene que usar una tobillera y debe presentarse todos los meses ante el tribunal. Baratta no suele mostrarse en público, aunque sus vecinos lo vieron hacer las compras en comercios de la zona de Pilar.
Desde que dejó la cárcel de Ezeiza, se muestra muy activo en su cuenta de Twitter, con comentarios casi diarios sobre las causas judiciales donde está involucrado o sobre ex funcionarios macristas.
El último tuit fue sobre la sanción que le impuso el procurador general al fiscal de la causa Cuardenos, Carlos Stornelli. “Más allá de la poco seria supuesta sanción, el fiscal obstruyó y dilató la investigación. Por mucho menos y sin prueba alguna, ni indagatoria previa, Stornelli dispuso dos veces mi detención. Poco serio todo”, tuiteó este jueves.
Baratta suele comentar los hechos políticos de la actualidad. Cuando reapareció el ex presidente Mauricio Macri en un acto en la Patagonia, escribió en Twitter: “Y nos fuimos a la mierda nomás!! Pero el pueblo.... vos de vacaciones! Ya que estás con ganas de hablar, decinos dónde está la plata, así pagan la hipoteca monstruosa que nos dejaste”.
Desde las redes sociales y en sus escasas apariciones mediáticas, el ex funcionario intenta sumarse al debate sobre los presos políticos. Muy pocos se animan a ponerlo en ese lote. “¿Cómo no va a haber presos políticos si ahora salen a la luz muchas cosas? Por ejemplo, en la causa de (Julio) De Vido y (Roberto) Baratta, (Marcelo) D’Alessio fue como testigo de identidad reservada y lo único que hizo fue aportar truchadas que terminaron con el enjuiciamiento al perito", dijo el ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni.
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