Minutos antes de la una de la madrugada, aterrizó el avión que trajo de regreso a Cristina Kirchner desde Cuba. La vicepresidenta había viajado para visitar a su hija Florencia y para presentar “Sinceramente” en la Feria del Libro de La Habana. Por su viaje y por la gira de Alberto Fernández por Europa, hace poco más de dos semanas que no tiene un encuentro con el presidente, justo cuando el Frente de Todos sufrió fuertes cruces entre dirigentes albertistas y cristinistas.
Desde que Florencia Kirchner se encuentra en la isla caribeña haciendo un tratamiento médico como consecuencia del estrés postraumático y un linfedema en las piernas, es la novena vez que Cristina viaja a visitarla. Las ocasiones anteriores fueron mayormente durante 2019: del 14 de marzo al 22 de marzo; del 20 de abril al 30 de abril; del 2 de junio al 10 de junio; del 11 de septiembre al 19 de septiembre; del 28 de septiembre al 7 de octubre, del 1 de noviembre hasta el 18 de noviembre; y desde el 28 de diciembre, hasta el 12 de enero.
A diferencia de otras oportunidades en las que la vicepresidenta limitó su viaje a encontrarse con su hija, esta vez su presencia en Cuba mantuvo un alto perfil. El sábado pasado presentó su libro “Sinceramente” por primera vez desde que volvió a ocupar el Poder Ejecutivo. Con la presencia del presidente del régimen cubano Miguel Díaz Canel y acompañada por el escritor Marcelo Figueras, se refirió a la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), clamó por una quita y criticó al ex gobierno de Mauricio Macri.
“Yo me pregunto, cuando dicen ‘no, no se puede hacer una quita al capital del FMI porque su estatuto prohíbe hacer quitas’. ¿Pero cómo que el estatuto del FMI prohíbe hacer quitas? También prohíbe que se den préstamos para permitir fugar el dinero. ¿Y por qué vamos a hacer valer una prohibición y la otra no?”, afirmó exigiendo “que apliquen el estatuto entero”.
Por otro lado, la Vicepresidenta planteó que la situación actual debería ser un punto de inflexión y remarcó la necesidad de “investigar” cómo fue el proceso de endeudamiento para que no vuelva a “suceder lo mismo”. “Sturzenegger estaba en el equipo de Cavallo, vino por segunda vez y volvió a hacer lo mismo. Es natural, si lo hizo una vez y no pasó nada, encima lo premiaron. Y ahora por segunda vez Sturzenegger, más Caputo y Dujovne, volvieron a hacer lo mismo. Si mansamente dejamos que todo sea igual no sería extraño que en 4 u 8 años vuelve otra vez Sturzenegger”, acusó.
Ese día también se refirió a la salud de su hija y agradeció "al gobierno y las autoridades de Cuba, a los médicos porque realmente, como madre, tuve la experiencia fantástica de que pueda ser diagnosticada correctamente y hoy está muchísimo mejor”.
Antes de partir rumbo a Argentina, la ex jefa de Estado publicó en sus redes sociales una foto con Florencia Kirchner -la primera desde que inició su tratamiento médico en Cuba-. “Despidiéndome de @florenciakf antes de volver a Buenos Aires”, escribió CFK presentando en sociedad la cuenta de Instagram de la joven que en apenas media hora superó los 5 mil seguidores.
Los seis días de estadía en Cuba coincidieron con la gira de Alberto Fernández por Europa en la que recorrió varios países, recibiendo apoyo internacional en la renegociación de la deuda con el FMI y estableciendo su nueva agenda geopolítica. Durante las 32 horas que el país quedó sin su presidente y su vice, la Presidencia de la Nación estuvo a cargo de la senadora Claudia Ledesma Abdala.
En efecto, teniendo en cuenta los viajes de los máximos referentes del Frente de Todos, el último encuentro entre ambos data de antes del 29 de enero, día en el que el Jefe de Estado inició su periplo europeo. En ausencia de los Fernández, la última semana se agitó la interna dentro de la coalición gobernante, a partir de fuertes cruces entre albertistas y cristinistas. La primera discusión fue semántica y tiene que ver con considerar cómo se califica a los ex dirigentes del kirchnerismo que se encuentran detenidos acusados por corrupción. Tanto Alberto Fernández, como su entorno (Santiago Cafiero y Felipe Solá), dicen que se trata de “detenciones arbitrarias”, negando que sean “presos políticos” como definió el núcleo duro del cristinismo (Eduardo “Wado” de Pedro y Axel Kicillof). “Hay que decirles a los compañeros que no sean tontos. Lo que quieren es hacernos pelear entre nosotros, dividirnos”, reflexionó el Presidente.
Luego fue el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, quien volvió a cargar contra su par en la Nación, Sabina Frederic. A través de una carta se hizo público el malestar del funcionario de Kicillof con la ministra por el control de las fuerzas de seguridad federales que actúan en provincia de Buenos Aires. Los dichos de Berni generaron malhumor en la Casa Rosada, desde donde inmediatamente salieron a respaldar públicamente a Frederic.
Para calmar las aguas, el Presidente y el Gobernador se reunieron alrededor de dos horas y luego Kicillof recibió a los dos ministros de Seguridad. Mientras Cristina Kirchner -considerada por Berni como su “jefe político”- vuelve a estar en funciones, el funcionario bonaerense afirmó que su disputa con Frederic ya está “superada”.
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