Alberto Fernández tiene una estrategia para negociar la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y no cambiará sus pautas básicas aunque Cristina Fernández de Kirchner haya sugerido una propuesta diferente durante la presentación de su best seller “Sinceramente” en la Feria del Libro de la Habana.
“Yo me pregunto, cuando dicen ‘no, no se puede hacer una quita al capital del FMI porque su estatuto prohíbe hacer quitas’. ¿Pero cómo que el estatuto del FMI prohíbe hacer quitas? También prohíbe que se den préstamos para permitir fugar el dinero. ¿Y por qué vamos a hacer valer una prohibición y la otra no?", propuso la vicepresidente en Cuba.
La inesperada sugerencia de CFK movilizó a la diplomacia europea, pese a que la información llegó el domingo feriado a Berlín y París, adonde el presidente había cenado y almorzado -sucesivamente- con Ángela Merkel y Emmanuel Macron. La canciller alemana y el presidente francés respaldaron la estrategia negociadora de Alberto Fernández, que en ningún momento hizo referencia a una quita del capital que Argentina adeuda al FMI.
Alberto Fernández se reunió con Francisco, el premier italiano Giuseppe Conte, el presidente de Italia, Sergio Mattarella, el jefe de Gobierno español, Pedro Sánchez, el Rey Felipe VI, Merkel y Macron, y a todos explicó lo mismo: “voy a pagar toda la deuda con el FMI, cuando Argentina tenga un crecimiento sostenible, y aguardo que los pagos del capital y los intereses se posterguen hasta fines de 2023”.
El Papa, Conte, Mattarella, Sánchez, Felipe VI, Merkel y Macron apoyaron este mecanismo de negociación. Y no otro.
Un dato extra sirve para exponer la ambivalencia que gatilló CFK con su propuesta en La Habana. Cuando terminó la cena con Merkel, su ministro de Finanzas y sherpa en el G20, Lars-Hendrik Röller, llamó por teléfono a Kristalina Georgieva para informarle que Alemania apoyaría la posición de Alberto Fernández en el FMI.
Al cortar la comunicación telefonica con Lars-Hendrik Röller, la directora ejecutiva del FMI apretó las teclas del celular de Martín Guzmán, que ya estaba en su cuarto del hotel Regent en Berlín. Georgieva felicitó por los resultados de la cena con Merkel y envió saludos al presidente.
Veinticuatro horas más tarde, miércoles 4 de febrero, Georgieva y el ministro de Economía cenaron juntos en la embajada argentina en Italia. La directora gerente elogió el vino malbec que se sirvió en la comida y avanzó en una hoja de ruta que tendrá una nueva confirmación en los próximos días en Buenos Aires: Guzmán recibirá en su despacho a la delegación negociadora del FMI que encabezará Luis Cubeddu.
El ministro de Economía no debería sorprenderse que llamen desde Madrid, Roma, París y Berlín para preguntar si la propuesta de Cristina en la Habana es un cambio inesperado en la estrategia de negociación que describió el Presidente durante su gira europea. Guzmán deberá repetir -como ya lo hizo en su viaje por New York- que Alberto Fernández gobierna y que la vicepresidente asesora cuando le preguntan.
“Lo ideal es que posterguemos el pago de los intereses y del capital por cuatro años. La posición intermedia es que posterguemos el pago del capital, y que paguemos los intereses devengados y una parte de los intereses correspondientes. Y la última, y la más compleja, es que nos pidan los intereses. Esta última es imposible: no tenemos la plata”, explicó Alberto Fernández, el viernes pasado, durante una conversación informal que protagonizó en Balcarce 50.
Un día después, el sábado en la Habana, CFK dijo que “por lo menos debería establecer(se) una quita sustancial porque (se) hizo un préstamo comprometiendo el 60% de la capacidad prestable del organismo y se hizo violando las obligaciones que tiene el propio FMI”.
Ayer al mediodía, con la sugerencia de la vicepresidente en todos los medios nacionales, sonó el celular presidencial:
-¿La posición de CFK en la Habana sobre el FMI es estrategia o libre pensamiento?-, le preguntaron a Alberto Fernández.
-Es su pensamiento. Igual no dista mucho de nuestra posición de pedir una espera al FMI, y pedir quitas en intereses o capital en los títulos de los bonistas-, respondió.
Guzmán ya sabe qué decir si hoy lo llaman desde Washington. Todo sigue acorde a lo negociado con Georgieva en Roma: Argentina propone honrar la deuda, sin exigir quita de capital, cuando la economía crezca y se acerque diciembre de 2023.
Esta mañana, el Presidente volvió a ser consultado sobre el tema y manifestó: “Con el FMI estamos empezando a hablar. No escuché lo que dijo Cristina. Hay que darle tiempo a la negociación y hacerla con mucho cuidado. Esta semana viene el grupo que tiene el FMI para trabajar con nosotros y ahí veremos cómo vamos avanzando”.
En ese contexto, Fernández destacó el aporte del papa Francisco: “Él conoce a la perfección todo lo que pasa en el país, le preocupa nuestro país y lo que le pasa a la Argentina. El Papa se involucró y llamó a la reflexión al capitalismo mundial y a nuestros acreedores para encontrar una salida que no signifique más martirio para la gente que menos tiene, que es más ajuste”.
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