El ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, y la presidenta de Aysa, Malena Galmarini, recorrieron el centro de distribución de la tarjeta alimentaria en la ciudad de Tigre y repartieron las credenciales, enfocadas en una inyección para la economía de aquellos sectores más necesitados.
Galmarini y Arroyo recorrieron las instalaciones de la Universidad Tecnológica Nacional de General Pacheco, donde se realiza la entrega y lugar en el que se estima que un total de 17 mil madres o padres habrán sido beneficiados con el otorgamiento de la tarjeta solidaria.
Arroyo y Galmarini estuvieron acompañados por la ministra de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires, Micaela Ferraro, y de otras autoridades locales.
El objetivo principal es que aquellas familias más necesitadas puedan obtener un acceso más económico a los alimentos y al agua y mejorar sus situaciones sanitarias.
“El Estado tendiendo la mano a los sectores más sensibles es el primer paso de la solidaridad del Gobierno. La tarjeta alimentaria y el 'Argentina Hace’, para generar la recuperación de empleo, son dos pilares fundamentales de la recuperación de la Argentina”, destacó Galmarini ante la prensa.
El propio Arroyo indicó a finales de diciembre que el proyecto de la tarjeta alimentaria supone un presupuesto de 60.000 millones de pesos que se inyectarán en la economía local de cada ciudad donde se entregue.
Se estima que el otorgamiento en ciudades de todas partes del país podrá beneficiar, una vez terminado el proyecto, a más de dos millones de niños.
La primera entrega se dio en la ciudad de Concordia, Entre Ríos, donde se repartieron 7.100 tarjetas (35 millones de pesos) se llegó a 10 mil chicos.
La idea original era comenzar con las entregas de las mismas en febrero, pero debido a la situación económica límite de miles de familias, se resolvió iniciar el otorgamiento a finales de diciembre del 2019.
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