El juez federal Claudio Bonadio murió este martes a las 6:20 en su casa de Belgrano, según confirmaron desde su entorno a Infobae. El magistrado había cumplido 64 años hace tres días, el 1° de febrero.
Bonadio se encontraba de licencia. A fines de enero, había comunicado que extendería sus vacaciones al menos hasta marzo.
Los rumores sobre su salud empezaron a circular en los pasillos de Comodoro Py en mayo del año pasado, cuando se sometió a una intervención por un tumor en la cabeza. Al retomar sus funciones, les dijo a sus colaboradores: “Los registros sobre mi muerte están exagerados”.
Durante el 2019, continuó con su tarea habitual como juez de la Nación. Avanzó, por ejemplo, en procesamientos para Cristina Kirchner, Julio De Vido, otros ex funcionarios y empresarios. Además, elevó a juicio oral la parte principal de la causa de los Cuadernos y todos los expedientes derivados. Sin embargo, sus colaboradores coinciden en que su salud se fue deteriorando semana tras semana.
Luego de las fiestas de fin de año, los médicos detectaron que sus defensas habían bajado mucho y lo internaron. Durante la feria de enero, prácticamente no mantuvo contactos con el resto del Poder Judicial y su hijo -Mariano Fulvio Bonadio- se convirtió en su intermediario para los trámites más importantes.
En la última década, Bonadio fue uno de los magistrados más activos en investigar las causas de corrupción del kirchnerismo, lo que le provocó un fuerte enfrentamiento con la ex presidente Cristina Kirchner y otros funcionarios que participaron de los gobiernos peronistas.
En 2015, cuando aún era mandataria, la actual vicepresidenta habló de él en cadena nacional como un “juez pistolero y extorsionador”. Fue luego de que el entonces funcionario judicial ordenara allanamientos en la inmobiliaria de Máximo Kirchner en Santa Cruz. La frase de CFK estuvo vinculada a un hecho policial: en 2001, el juez mató a dos delincuentes en un tiroteo en Florida.
En su rol como juez federal, instruyó causas de determinante resonancia política como la de los Cuadernos de la Corrupción, la denuncia de Nisman por el Memorándum con Irán, Hotesur, Los Sauces, Dólar Futuro, la primera parte del encubrimiento del ataque a la AMIA, y la Tragedia de Once.
En abril de 2010, cuando CFK era presidenta y Néstor Kirchner coqueteaba con la posibilidad de ser nuevamente candidato, procesó al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime.
Pidió desaforar y detener a Cristina Kirchner en dos oportunidades (por las causas Cuadernos y Memorándum con Irán) y encarceló al ex canciller Héctor Timerman y a los ex jefes montoneros Fernando Vaca Narvaja y Roberto Perdía.
En el 2000, condenó a Alfredo Astiz por declaraciones en una entrevista realizada por Gabriela Cerruti: el ex capitán Naval acusado por crímenes de lesa humanidad dijo que estaba capacitado para matar a políticos y a periodistas.
Nació en 1956 y transitó su infancia en San Martín. Se recibió como abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Peronista, militante en Guardia de Hierro, llegó a la Justicia federal en 1994 por designación del entonces presidente Carlos Saúl Menem. Un año antes, el Congreso había aprobado su pliego para asumir en un juzgado penal de Morón, pero nunca llegó a asumir.
Padre de un hijo, abuelo de un nieto, hincha de Boca no muy interesado por el fútbol, coleccionista de lapiceras con publicidad que le traían sus contactos de diversos lugares y fanático de la serie Star Trek, forjó un estilo propio en Comodoro Py 2002. En 1996, fue acusado por Domingo Cavallo de “jugar a favor del gobierno” en virtud de la famosa servilleta que habría escrito Carlos Corach con los nombres de los jueces afines al menemismo.
Su participación en la Tragedia de Once lo acercó a Jorge Bergoglio, quien mostró especial interés por los familiares de las víctimas antes de asumir como Papa. Producto de la estrecha relación que entablaron, en 2014 visitó a Francisco en el Vaticano.
Bonadio fue el primer juez federal que murió en funciones desde el regreso de la democracia. Su partida generó un fuerte impacto en los ámbitos judicial y político. Patricia Bullrich, Alfredo Cornejo, Maximiliano Ferraro y Miguel Ángel Pichetto firmaron un comunicado de Juntos por el Cambio donde se lamenta la triste noticia.
“Esperamos que las causas que él llevaba adelante sigan al ritmo que los judiciables precisan para que la Justicia llegue a tiempo y sea verdaderamente justicia”, plantearon.
“Uno de nuestros valores inclaudicables, como Juntos el Cambio, es seguir trabajando por una justicia autónoma del poder e independiente que sea el equilibrio que todo sistema precisa”, agregó.
El senador radical Julio Cobos le envió sus condolencias a la familia y la diputada nacional Graciela Ocaña habló de una enorme pérdida para la Justicia.
Desde el kirchnerismo afloraron las críticas.
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