Murió Bonadio: el perfil del juez que se convirtió en enemigo público de Cristina Kirchner

Fue designado por Carlos Menem en 1994. Pese a su origen en la militancia peronista, terminó transformándose en una pesadilla para los ex funcionarios k acusados de delitos de corrupción

Claudio Bonadio se convirtió en el primer juez federal en morir en funciones

Claudio Bonadio murió este martes a los 64 años luego de enfrentar un tumor en la cabeza. El año pasado, había sido sometido a una intervención que superó con éxito, pero su salud se deterioró semana tras semana. Tras las fiestas de fin de año, estuvo internado. Hoy falleció en su casa rodeado de sus afectos.

Bonadio se convirtió en el primer juez federal en morir en funciones tras el regreso de la democracia. Su nombre se convirtió en un emblema de las causas de corrupción contra funcionarios kirchneristas y contra la propia líder del espacio, la ex presidente Cristina Kirchner.

Su historia en la Justicia Federal comenzó de la mano de Carlos Menem, quien lo designó a cargo del Juzgado N° 11 en 1994, cuando se amplió el fuero más sensible para la política argentina. Un año antes el Senado había aprobado su pliego para asumir en un juzgado correccional de Morón, pero nunca llegó a asumir.

No se preocupe, yo tampoco llegué por concurso”, reza un cartel que se encuentra en su despacho.

Bonadio, en la puerta de su despacho

Pese a haberse convertido en una pesadilla de funcionarios "K", antes de dedicarse a la administración de justicia militó en la agrupación peronista Guardia de Hierro y ocupó la Secretaría Legal y Técnica gracias a sus vínculos con el poderoso funcionario menemista Carlos Corach.

De acuerdo a una denuncia del ex ministro de Economía Domingo Cavallo, el propio Corach lo involucró en una polémica al anotar su apellido en la famosa servilleta de magistrados afines al gobierno. Pese al escándalo, Bonadio logró mantenerse en su cargo y sortear diferentes denuncias que se presentaron en su contra en el Consejo de la Magistratura.

En la última década, fue uno de los magistrados más activos en investigar las causas de corrupción del kirchnerismo, lo que le provocó un fuerte enfrentamiento público con la ex presidente Cristina Kirchner y otros funcionarios que participaron de los gobiernos peronistas.

En 2015, cuando aún era mandataria, la actual vicepresidenta habló de él en cadena nacional como un “juez pistolero y extorsionador”. Fue luego de que el entonces funcionario judicial ordenara allanamientos en la inmobiliaria de Máximo Kirchner en Santa Cruz. La frase de CFK estuvo vinculada a un hecho policial: en 2001, el juez mató a dos delincuentes en un tiroteo en Florida.

En su libro “Sinceramente”, la actual vicepresidenta habla de Bonadio como “el sicario”. Las regalías de esa obra, la más vendida de 2019, provocó otra polémica cuando el juez intentó embargar los ingresos económicos en el marco de las investigaciones judiciales que están en curso.

El día que Cristina Kirchner calificó a Bonadio como un "juez pistolero"

En su rol como juez federal, instruyó causas de determinante resonancia política como la de los Cuadernos de la Corrupción, la denuncia de Nisman por el Memorádum con Irán, Hotesur, Los Sauces, Dólar Futuro, la primera parte del encubrimiento del ataque a la AMIA, Qunita y la Tragedia de Once.

En abril de 2010, cuando CFK era presidenta y Néstor Kirchner coqueteaba con la posibilidad de ser nuevamente candidato, procesó al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime.

Pidió desaforar y detener a Cristina Kirchner en dos oportunidades (por las causas Cuadernos y Memorándum con Irán) y encarceló al ex canciller Héctor Timerman y a los ex jefes montoneros Fernando Vaca Narvaja y Roberto Perdía.

Claudio Bonadio, en su regreso a Comodoro Py tras ser operado de la cabeza (Dino Calvo)

Nació en 1956 y transitó su infancia en San Martín. Se recibió como abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Peronista, militante en Guardia de Hierro, llegó a la Justicia federal en 1994 por designación del entonces presidente Carlos Saúl Menem. Un año antes, el Congreso había aprobado su pliego para asumir en un juzgado penal de Morón, pero nunca llegó a asumir.

Padre de un hijo, abuelo de un nieto, hincha de Boca no muy interesado por el fútbol, coleccionista de lapiceras con publicidad que le traían sus contactos de diversos lugares y fanático de la serie Star Trek, forjó un estilo propio en Comodoro Py 2002.

Su participación en la Tragedia de Once lo acercó a Jorge Bergoglio, quien mostró especial interés por los familiares de las víctimas antes de asumir como Papa. Producto de la estrecha relación que entablaron, en 2014 visitó a Francisco en el Vaticano en una audiencia privada de la que no trascendieron imágenes.

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