La noticia de la muerte de Claudio Bonadio ya había tomado estado público hacía un par de horas, pero Carlos Stornelli aún sentía el impacto. “No estoy sorprendido porque yo sabía que su estado de salud era complicado, pero eso no quita que no esté triste. Tengo una profunda tristeza”, resumió el fiscal esta mañana, en declaraciones a Radio La Red.
“Se nos ha ido un gran juez, sin ninguna duda”, apuntó el funcionario judicial, que optó por no hacer comentarios sobre la “grieta política que dicen que generaba” como magistrado. “Su compromiso era inquebrantable, no se tomaba vacaciones. (La causa Cuadernos) Fue una tarea muy intensa, de muchas horas y compromiso... nos costaba seguirle el ritmo de trabajo al juzgado. Estas causas justifican su función”.
El fiscal aclaró que nunca fue amigo de Claudio Bonadio, pero el hecho de “tener un vínculo laboral tan intenso" hizo que lo conociera más y lo respetara "con gran aprecio”. “Hoy sí me siento su amigo y puedo decir que lo vi soportar operaciones y calumnias”, expresó.
El juez federal Claudio Bonadio falleció está mañana a los 64 años, en su casa del barrio porteño de Belgrano, a raíz de un tumor cerebral. El magistrado había tomado licencia hasta marzo próximo y se encontraba con cuidados paliativos en su domicilio.
El deceso de Bonadio ocurrió poco después de las 6 de la mañana. Sus restos eran trasladados este mediodía a un cementerio privado del municipio bonaerense de Pilar.
Bonadio estuvo a cargo de diversas causas que involucran a la actual vicepresidenta Cristina Kirchner en hechos de corrupción, entre ellas, la vinculada a los cuadernos del remisero Oscar Centeno, a partir de la cual la procesó con prisión preventiva como supuesta jefa de una asociación ilícita.
También, Bonadio fue quien procesó con prisión preventiva y envió a juicio oral a la ex presidente y a otros ex funcionarios de su gestión por la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán, en base a la denuncia que había realizado el fiscal Alberto Nisman en 2015, poco antes de ser hallado muerto con un tiro en la cabeza; y la tragedia del tren de Once, en la que procesó a antiguos miembros del Gabinete y empresarios actualmente condenados por el siniestro ferroviario que causó 51 muertos.
Según precisó el fiscal Stornelli, los expedientes más comprometedores “están elevados a juicio” y solo quedaban “algunos temas residuales”, por lo que las causas que estaban bajo la órbita del extinto juez “seguirán el flujo de los reglamentos y lo previsto”.
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