Primero hubo reuniones en la Casa Rosada. De Eduardo ‘Wado’ de Pedro, ministro del Interior, con el gobernador cordobés Juan Schiaretti. A esa charla se sumó Máximo Kirchner. Después hubo varias charlas con el senador Carlos Caserio, el hombre que en Córdoba se convirtió en el virtual representante de Alberto Fernández y que esta semana viajó con Cristina Kirchner a Santa Cruz. Lo pagó caro, desde que decidió acompañar al entonces candidato a Presidente (y a su compañera de fórmula) no volvió a hablar con Schiaretti, con quien tenía trato permanente como su ex jefe de campaña y presidente del PJ local. Ahora ofician como mediadores los ministros nacionales que se metieron en la interna de “El Imperio”.
La ciudad cordobesa de José Manuel de la Sota es la segunda en importancia en la provincia. Es, desde tiempos delasotistas, la otra capital. Y será en este 2020 el primer test electoral para el peronismo tal como fue para Mauricio Macri en el 2016.
Es cierto que es una elección municipal. De todos modos, ya hay aspirantes a alzarse con el padrinazgo de quien resulte ganador. Córdoba es una provincia donde perdió el Frente de Todos en octubre y donde la UCR sigue fuerte y vigente. En las elecciones favoreció nuevamente a Cambiemos y a Mauricio Macri, aunque en la provincial fue reelecto Juan Schiaretti. También triunfaron intendentes peronistas.
Sin sacar los pies de su prescindencia, el gobernador llegó a la Casa Rosada hace un par de semanas. Conversó ampliamente sobre conveniencias mutuas. Y hasta se entendió con el hijo de Cristina Kirchner. Esta semana, sin embargo, volvió a marcarle la cancha al gobierno nacional cuando al visitar la capital alternativa señaló que “los de afuera son de palo” y recordó que el intendente que va por la reelección, Juan Manuel Llamosas, pertenece a Hacemos por Córdoba. El kirchnerismo (La Cámpora y otras agrupaciones) y el albertismo anunciaron en paralelo que apoyarán la candidatura del intendente. Le temen más a los radicales que a Schiaretti y aceptarán integrarse en las listas.
Llamosas no es ajeno a las negociaciones. También él estuvo en la planta baja de Casa Rosada conversando con Wado de Pedro. La necesidad es mutua, electoral y financiera. Río Cuarto no escapa a la realidad de otros distritos. También tomó deuda y necesita apoyo, tanto electoral como para la gestión diaria en el Concejo Deliberante. Y necesita las obras que el ministro del Interior prometió terminar y que quedaron inconclusas de la gestión macrista. En paralelo, hay obras viales que termina la provincia.
El año pasado, cuando distintos intendentes se volcaron a favor de la candidatura de Alberto Fernández por impulso del senador Caserio, San Francisco y Río Cuarto quedaron del lado de Schiaretti. También Córdoba capital, donde Martín Llaryora le arrebató al radicalismo la intendencia.
De la Sota y su pareja, Adriana Nazario, acompañaron cuatro años atrás a Llamosas y lo ayudaron a ganar. Fue la primera derrota macrista, aunque no hubo repercusiones ni efecto contagio en otros distritos. “El Imperio” tuvo entonces su segundo intendente peronista: excepto Llamosas y el kirchnerista Alberto Cantero (1999-2004), la ciudad casi siempre estuvo gobernada por la UCR. Para el próximo 29 de marzo, los radicales de Cambiemos presentarán a Gabriel Abrile, su candidato elegido en internas en 2019. El PJ lo respeta y previene.
Los gestos fueron un despliegue de caballerosidad. El gobernador Schiaretti recibió por la mañana al ministro del Interior y al de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, en el Centro Cívico del Bicentenario. Los tres formalizaron el convenio entre Nación y Provincia para la instrumentación de la Tarjeta Alimentar, herramienta del Plan Nacional Argentina contra el Hambre que ya se distribuye en Concordia (Entre Ríos), Chaco y algunos municipios del Conurbano. Además estuvieron el vicegobernador Manuel Calvo y más de 300 intendentes y presidentes de comunas, legisladores provinciales y nacionales, representantes de cámaras empresarias, comerciantes y organizaciones sociales. En coincidencia con las políticas nacionales, además del convenio Nación-Provincia, se establecieron precios por 60 días, una canasta de 20 productos alimenticios en su mayoría de origen cordobés y un acuerdo con la Asociación de Frigoríficos Industriales de la Carne para formalizar descuentos al público.
Los discursos marcaron la buena sintonía. Hubo elogios del gobernador hacia ambos ministros, se destacó la unidad y las proclamas de justicia social en las que coinciden los cordobeses con el gobierno nacional. De fondo se proyectó una imagen con el logo “Argentina unida” que representa a la gestión de Alberto Fernández. Y más tarde, mientras Arroyo visitaba una feria local, Schiaretti y ‘Wado’ de Pedro mantuvieron una charla a solas.
La visita este jueves de dos ministros nacionales, incluso uno que surgió del kirchnerismo puro como Wado de Pedro, terminó de sellar el pacto cordobés que, aseguran, no implica más que un acuerdo puntual riocuartense. También fue la promesa cumplida del Presidente de acercarse a la provincia con gestión nacional. En Córdoba se entregarán 116 mil tarjetas Alimentar que beneficiarán a unas 217 mil personas. Equivalen a $588 millones por mes.
Anoche se presentó el acta constitutiva de la Alianza Hacemos por Córdoba contituída por no sólo por el PJ sino también por fuerzas que participaron de otros frentes en anteriores elecciones como el GEN, el Socialismo, el Partido FE, la Democracia Cristiana, Unión Vecinal Federal, el Partido Liberal Republicano, el Partido Vecinalismo Independiente, el Movimiento de Acción Vecinal, el Partido Laborista, el Movimiento Libres del Sur, el Frente de la Gente, el Partido de la Victoria, Unidad Popular, Compromiso Federal, Acción para el Cambio y el Partido Unite por la Libertad y la Dignidad. La oposición a Llamosas inscribió la alianza Juntos por Río Cuarto (Ex-Cambiemos) conformada por la UCR, el PRO, el Frente Cívico y la Coalición Cívica.
Un dirigente que prefiere darle los votos a un peronista con el que no coincide antes que volver a ver a un radical en la intendencia razonó ante Infobae: “Siempre es más dramático que festeje otro” y subrayó que el acuerdo “nos conviene a todos”.
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