El papa Francisco y Alberto Fernández conversaron durante 44 minutos en la Biblioteca del Vaticano. Fue un encuentro distendido, en el que abordaron varios temas de la realidad argentina. “Lo vi preocupado por el pueblo argentino y por la deuda, hará lo que pueda para ayudarnos”, dijo el Presidente a Infobae.
“Fue una reunión muy grata, hablando de lo que pasa en la Argentina y en el mundo, escuchando sus consejos, lo mucho que hacen los curas villeros en la Argentina contra la pobreza, fue muy reconfortante”, contó Fernández, quien tras visitar al Sumo Pontífice se reunió luego con Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede. “Fue muy generoso en su trato y en sus palabras”, remarcó.
“El Papa es una figura trascendental, es de la humanidad, y cuando un día me llame yo me voy a poner a disposición”, agregó el Presidente, que esta mañana asistió a una misa que celebró el obispo Marcelo Sánchez Sorondo y en la que se recordó al Padre Mugica y al General Perón.
Sobre la legalización del aborto no se habló. Tampoco sobre Venezuela. Sí conversaron sobre la deuda externa: “Le pedí que me ayudara y me va a ayudar”.
Fernández continuó: “El Papa y yo tenemos una obsesión, que es unir a los argentinos. La Argentina tiene que terminar con el tiempo de las diferencias. Hay que respetarnos. Cuando eso pase, el Papa vendrá al país”.
Durante la reunión también se mencionó el nombre de María Fernanda Silva, quien será la embajadora de la Argentina en el Vaticano. “Le pareció bien que sea ella, ya la conocía porque fue la segunda de Eduardo Valdés”.
“Lo vi preocupado por el pueblo argentino y por la deuda. El Papa va a hacer lo que pueda para ayudarnos. Le agradecí que los curas villeros luchen contra el hambre y ala pobreza y le pedí que lo siguiera haciendo”, amplió el mandatario y añadió: “El Papa comparte el diagnóstico que hago de la Argentina sobre la pobreza y la inflación”.
Luego del encuentro que mantuvieron durante casi 45 minutos, Fernández le entregó cuatro regalos al Papa. Un busto, un telar, un libro y un "calendario inclusivo” fueron los presentes que el mandatario argentino le otorgó al Sumo Pontífice ante la mirada atenta de la primera dama, Fabiola Yañez, y el grupo de periodistas acreditados en el Vaticano. Francisco, por su parte, le dio tres obsequios y le leyó una oración.
El primero fue un busto con la figura del Negro Manuel, un personaje del siglo XVII ligado a la Virgen de Luján y que la Iglesia argentina quiere beatificar.
El telar, por su parte, ya había sido adelantado hace unos días a través de las redes sociales por el propio jefe de Estado argentino. Según explicó, es un producto artesanal confeccionado por Daniela y Diego, dos chicos con discapacidad, miembros de la Asociación Civil Granja Andar, que lo visitaron días atrás en la Casa Rosada. El tercer obsequio que el Papa recibió fue un libro sobre cafés históricos y bares notables de Buenos Aires. Y por último Fernández sumó un regalo que en un principio no había trascendido: es “Ellas”, un calendario inclusivo de la misma entidad que elaboró el telar.
Luego llegó el turno de Francisco, quien le regaló al presidente Fernández una escultura con forma de medallón que tiene un olivo, una vid y una paloma, y que simboliza la paz. “Esto lo elegí yo, sean mensajeros de la Paz, porque esto es lo que necesita Argentina”, le dijo el Pontífice a Alberto.
Asimismo le dio un mensaje de la Jornada Mundial de la Paz 2020 y le obsequió cinco libros: Gaudete et exsultate, Laudato Si, Amoris Laetitia, Christus Vivit (dedicado al Presidente) y Evangeli Gaudium. Durante la entrega de regalos, también le leyó la oración del buen humor, de Santo Tomás Moro, que está en Gaudete et exsultate y que fue escrita en el siglo XV.