Con 157 votos, 39 más que los propios, el Frente de Todos convirtió en ley el Consenso Fiscal firmado entre Alberto Fernández y los gobernadores. Un par de horas antes consiguió 224 votos para la renegociación de la deuda en jurisdicción extranjera. Sólo hubo dos en contra y una abstención. Casi, casi, unanimidad. El resto de los legisladores estuvieron ausentes en la Cámara de Diputados de la Nación donde hasta Elisa Carrió acompañó el proyecto enviado por el Presidente para discutir con los acreedores. Incluso causó incomodidad el reproche del mendocino aliado José Ramón (Unidad y Equidad Federal) con la diputada de la Coalición Cívica. Ramón se salió de libreto de no agresión y la trató de “irresponsable” apenas un rato después de que ella pidiera acompañar al Gobierno. "Hay momentos de un país donde todos debemos estar unidos. Como se dijo acá, el Presidente está facultado. Nosotros le tenemos que dar una fuerza conjunta al ministro de Economía, que hoy está en Washington”, enfatizó Carrió. Fue una de las voces más contundentes a pesar de no haber participado de las conversaciones que alumbraron el acuerdo entre el oficialismo y la oposición.
El éxito de esas negociaciones de la última semana confirmaron los roles y el nuevo esquema de poder en el Congreso y su relación con la Casa Rosada.
La cuenta de los votos, en Diputados, la lleva personalmente Sergio Massa. Aunque en ningún momento dudó de que habría respaldo opositor para la media sanción se mostró prudente. Incluso en la medianoche del martes tras acordar con Juntos por el Cambio apenas aventuraba que habría 205 votos a favor. Hubo 19 más que acompañaron al oficialismo.
El nuevo esquema tiene interlocutores con roles administrativos y parlamentarios y sobran dedos de ambas manos para enumerar las figuras políticas que definen. Bajo la presidencia de Massa hay tres secretarías. La Parlamentaria quedó bajo el mando de Eduardo Cergnul, su mano derecha, de extrema confianza y apoderado del Frente Renovador. La Administrativa fue cedida a La Cámpora por lo que Rodrigo “Rodra” Rodríguez ocupa una oficina en el primer piso del Palacio y se sienta a la derecha del estrado en el recinto, al lado de Massa. En la Secretaría General está un ex camporista devenido en massista, el ex diputado provincial marplatense Juan Manuel Cheppi que ya avanza en proyectos de innovación e informática, además de algunas tareas políticas. Son el filtro antes de Massa y de ellos dependen, de distinta manera, desde los ingresos a la autorización de viajes, el reparto de oficinas, las cocheras y las designaciones, también los trámites parlamentarios. Cergnul es el ejecutor parlamentario de las decisiones políticas de Massa, el que indica qué es técnicamente posible desde lo estrictamente parlamentario.
Massa y los tres secretarios comparten la misma información personalmente y vía whatsapp con dos diputadas que secundan a Máximo Kirchner: Cristina Alvarez Rodríguez (PJ) y Cecilia Moreau (Frente Renovador). El otro referente político es Raúl ‘Cabezón’ Pérez a cargo del vínculo con los dirigentes de las provincias y jefe de gabinete de asesores del presidente de la Cámara baja. El único fuera de esa línea de información es Máximo Kirchner. El jefe del bloque del Frente de Todos evita el whatsapp y prefiere Telegram donde ‘conversa’ con Massa, con Eduardo ‘Wado’ de Pedro y con los jefes del bloque de la oposición, principalmente con el jefe del Interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri.
El rango de poder se plasma en el recinto. A la derecha de Kirchner se ubica Moreau y a su izquierda Alvarez Rodríguez. Moreau, hija de Leopoldo Moreau, se sumó al Frente de Todos desde el massismo y desde la unidad crece como figura del oficialismo. La sobrina nieta de Eva Perón, que además es autoridad en el Consejo Nacional del PJ, es quien ejecuta las decisiones políticas en tándem con Cergnul. Y contiene, escucha y está en permanente contacto con los diputados peronistas.
De los 257 diputados, 118 corresponden al Frente de Todos. Desde la sesión de este miércoles 29 hay uno menos. José Ignacio de Mendiguren pidió licencia para asumir al frente del BICE. Si renunciara su lugar correspondería a un diputado suplente del GEN (el partido de Margarita Stolbizer, ex aliada de Massa). El Frente de Todos no quiere perder definitivamente el lugar y si fuera necesario “el Vasco" volvería a sentarse en su banca. Por ahora, además, la sucesión está judicializada: en el GEN reclama el lugar Marcelo ‘el Oso’ Díaz y también Liliana Schwindt de Olavarría.
Juntos por el Cambio, le pisa los talones al oficialismo. Son 116 diputados repartidos entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica que votaron juntos por la deuda y divididos respecto al Consenso Fiscal.
El quórum fue otra pelea. En diciembre Raúl Pérez tuvo un rol activo en la búsqueda de voluntades. Logró lo previsible, que el Peronismo Federal que preside Eduardo ‘Bali’ Bucca acompañara. Son once legisladores entre los que están Graciela Camaño (ex jefa del bloque del Frente Renovador) y Jorge Sarghini. El mendocino Ramón les sumó ocho más.
En la oposición reconocen que los que definen son dos: Massa y Máximo Kirchner. El presidente de la Cámara habla con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y con Eduardo ‘Wado’ de Pedro. Kirchner habla más con el ministro del Interior. Los dos conversan con el Presidente. Y entre ellos reconocen una importante sintonía. Hasta en La Cámpora elogian el vínculo de Massa con el fundador de la organización.
En la instrumentación de las charlas trabajan en equipo. Massa oficia como anfitrión y Kirchner tiene el rol de garante. Massa retomó el diálogo con Cristina Kirchner en campaña y volvió a intensificarlo a partir de diciembre. Ese vínculo descomprime las charlas entre el presidente de la Cámara y el presidente del bloque que se abocan exclusivamente a las cuestiones que les competen según la agenda parlamentaria. En cambio el vínculo con el Senado pesa más sobre Máximo Kirchner. Hay una razón, casi obvia, del otro lado del Salón Azul manda la Vicepresidenta y las principales figuras le responden a ella o a La Cámpora, que es casi lo mismo.
En lo económico, desde su asunción, cobró un rol protagónico Carlos Heller que quedó al frente de la comisión de Presupuesto y Hacienda. Darío Martínez, de Neuquén, lideró las arduas conversaciones para la ley de emergencia en diciembre y próximamente hará lo mismo con la de Hidrocarburos como presidente de la comisión de Energía. Este miércoles fue notorio el cambio de tono en el discurso de Fernanda Vallejos, diputada ‘cristinista’ que lleva 48 horas como presidenta de la comisión de Finanzas. En su caso siguió el libreto pacifista, muy lejos de su perfil combativo como opositora desde que asumió en 2017.
En el nuevo mapa del poder, hubo una señal fuerte hacia la “interna” del Frente de Todos. Así califican la firma de Cristina y Massa al pie de dos resoluciones conjuntas que definieron el aumento de $ 5000 a los parlamentarios y los límites a las designaciones en Diputados y Senado.
También quedó claro el poder de convocatoria en el Salón de Honor donde hubo varias reuniones entre el oficialismo, la oposición y los gobernadores de Juntos por el Cambio y funcionarios del Ejecutivo. Cafiero y ‘Wado’ de Pedro aceptaron ir de Casa Rosada hasta allí y explicitaron también que son las voces autorizadas del Presidente. Con Massa y Kirchner son los que están habilitados para la búsqueda de consenso.
En la principal bancada opositora quien cobró fuerza los últimos siete días fue Mario Negri. Hábil y experimentado negociador quedó al frente de las conversaciones ante la ausencia de Cristian Ritondo. Es además el jefe del Interbloque por lo que es natural el diálogo con Massa y Kirchner. Estos días se convirtió en la voz de los gobernadores radicales (Gerardo Morales, Gustavo Valdés y Rodolfo Suárez) e incluso del porteño Horacio Rodríguez Larreta que teme que desde el oficialismo busquen licuar su poder como principal figura del PRO y con proyección para el 2023 en Juntos por el Cambio. La pelea por la Coparticipación fue una muestra. En la mesa se sentó el flamante diputado Alfredo Cornejo, ex gobernador de Mendoza y presidente del Comité Nacional de la UCR. A él le molestó, tanto como a Negri, la difusión de declaraciones de Mauricio Macri en Villa La Angostura sobre la toma de deuda durante su gobierno. Justo en el momento en que la oposición parlamentaria buscaba sacar alguna ventaja a favor de los gobernadores el ex presidente se puso en el centro de la escena y generó cataratas de críticas. Cornejo además quiere poner a la UCR al frente de la oposición y no como subsidiaria del PRO.
Desde la Coalición Cívica es Maximiliano Ferraro quien lidera las conversaciones aunque la palabra de Carrió tiene una contundencia que derrama sobre el resto. Como siempre, sorprende.
Por el PRO, sin Ritondo que es quien mantiene un fluido y amigable diálogo con Massa, fue Alvaro González quien este principio de año tuvo una participación central. Respetado entre los propios y en el Frente de Todos, Massa no tuvo problema en cederle el lugar al frente de la primera sesión de Extraordinarias como vicepresidente del cuerpo.
En el Congreso se repitió el sustantivo “responsabilidad”. Y hubo agradecimientos de distintos dirigentes oficialistas como el presidente del Consejo del PJ, el diputado José Luis Gioja. El presidente Alberto Fernández eligió traer a colación un concepto atribuido al ex presidente Néstor Kirchner. Antes de partir a Roma agradeció el apoyo “transversal” recibido desde el Congreso.
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