Así como existe una economía circular, que busca realizar un aprovechamiento de los recursos que incluya a los residuos para darle sostenibilidad a la producción, en el mundo de la publicidad comenzó a instalarse una nueva estrategia “para racionalizar la producción y alargar la vida de los mensajes en los medios y redes sociales”, lo que permite difundir, adaptar y volver a difundir en distintos formatos un mismo contenido, reforzando lo que se busca transmitir sin agobiar y facilitando el diálogo que cada ciudadano prefiere sostener por distintas plataformas: los contenidos circulares.
“Parece complejo, pero cuando lo implementemos se verá muy distinto", explicaron cerca del Presidente, detallando que el eje pasará por los contenidos educativos, lo que permitirá transformar el gasto publicitario del Gobierno en una inversión a largo plazo, al tiempo que posibilitará poner en sintonía los medios de comunicación oficiales como Paka Paka y Encuentro, con el portal EducAr, entre otras de las ideas que buscan implementarse.
Los contenidos circulares permitirán, incluso, que la difusión de una iniciativa, por ejemplo el Plan Nacional de Lectura, en una plataforma específica pueda transformarse en un contenido para una clase, lo que permitirá integrar el uso de la tecnología que forma parte de los programas oficiales en un sistema amplio que vuelve a retroalimentarse.
El propio Presidente había anunciado al asumir un cambio en la pauta publicitaria que se reorientaría para la producción de contenidos en educación. No sería, dicen, la desaparición de la publicidad de obras, por ejemplo, aunque habría significativamente menos que otros años.
La reorientación de la publicidad oficial para educación tendría dos objetivos: el primero, difundir contenidos que promuevan conocimientos imprescindibles como la comprensión de lectura y las matemáticas. El segundo es reforzar la industria de la comunicación.
En oficinas del CCK donde se encuentra la Secretaría de Medios, aseguran que el primer motor serán los medios estatales, no sólo los creados con esos fines. En el caso de la TV Pública se estudia que haya menos opinión, menos programas periodísticos y más contenidos educativos. A la insistente pregunta sobre si vuelve 6,7,8, el programa emblemático del kirchnerismo, la respuesta es que no y que no encaja en el nuevo perfil que se quiere para los medios.
Francisco ‘Pancho’ Meritello, secretario de Medios, ya conversó con algunas empresas periodísticas que le alcanzaron algunas ideas para que el Estado las promueva. “Se va activar la industria de la comunicación”, señalan quienes ven una oportunidad para las industrias creativas en la producción de contenidos que se quedarán con el 25% de la pauta. Según se calcula se destinarían unos $ 1000 millones para producción.
Incluso se buscará impulsar el empleo en este sector, que Argentina sea una plaza competitiva frente a España y México que consideran “sobresaturados”. En el bosquejo se habla de un plan de incentivos para las empresas que produzcan contenidos.
La premisa es que el principal “motor” educativo sean los medios públicos pero también estimular a través de la pauta publicitaria a los medios privados. “Los medios púbicos tienen que ayudar a igualar”, destacan y elogian una plataforma como Cont.ar como otro instrumento de esa economía circular.
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