(Desde el vuelo presidencial rumbo a Tel Aviv).- Alberto Fernández se reunirá con Benjamin Netanyahu en Jerusalén, el próximo viernes a las 11 de la mañana (hora local), confirmó a Infobae el vocero presidencial, Juan Pablo Biondi, en el avión comercial que lleva a la comitiva oficial hasta Israel para participar del homenaje internacional a las víctimas del holocausto judío que ejecutó Adolfo Hitler.
El presidente argentino y el premier israelí se encontrarán con agenda abierta y no se descarta que aborden la situación procesal de las causas que investigan el ataque a la Embajada de Israel, el atentado a la AMIA y el asesinato del fiscal federal Alberto Nisman, como concluyó la pericia de la Gendarmería Nacional.
Netanyahu estaba en alerta por la primera intención de Alberto Fernández de eliminar de la lista de organizaciones terroristas a Hezbollah, como dispuso un decreto firmado por Mauricio Macri, pero ese motivo de irritación diplomática cesó cuando desde Buenos Aires se informó que nada se cambiaría respecto a la red fundamentalista que aparece involucrada en la voladura de la Embajada y de la AMIA.
La decisión presidencial de mantener a Hezbollah en la lista de organizaciones terroristas fue clave para que Netanyahu abriera su cargada agenda diplomática y concediera una audiencia bilateral a Alberto Fernández.
La confirmación de la audiencia del líder israelí cayó en el celular del vocero Biondi cuando Alberto Fernández, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, y el gobernador bonaerense Axel Kicillof, compartían un momento de distensión con los pasajeros argentinos de Alitalia que se levantaban de sus asientos para protagonizar una tertulia informal en la cabina de business class.
El Presidente no tuvo inconvenientes en sacarse fotos, hablar con la tripulación y compartir viejas anécdotas del Colegio Nacional Buenos Aires -con Kicillof y una anciana que trajinó sus aulas-, mientras el avión se bamboleaba rumbo a Roma. Alberto Fernández y su delegación oficial, integrada también por la primera dama, Fabiola Yañez; el canciller Felipe Solá y el diputado nacional Eduardo Valdés, tendrá una escala de dos horas en la capital de Italia, antes de emprender vuelo hacia Tel Aviv para llegar el miércoles a la tarde (horario local).
Tras hospedarse en el legendario hotel King David, Alberto Fernández participará de una cena de estado que organiza el presidente de Israel, Reuven Rivlin.A la comida oficial también fueron invitados Vladimir Putin, Emmanuel Macron y el Rey Felipe IV, entre otros líderes mundiales. Rivlin, un fanático del futbol que estuvo en la Argentina durante el Mundial 78, también concedió una audiencia al jefe de estado argentino: sucederá una hora antes de la reunión convocada por Netanyahu.
Alberto Fernández pretendía reuniones bilaterales con Putin, Macron y Netanyahu. Ya tiene confirmado su encuentro con el líder israelí, es posible que comparta unos minutos con el presidente ruso y la Cancillería sigue trabajando para organizar un café con Macron. “Se van a ver, dalo por hecho”, aseguró a Infobae un vocero de la diplomacia francesa.
El presidente argentino desea explicitar que su agenda exterior no está encorsetada por ideologías y prejuicios políticos y la posible sucesión de fotos oficiales junto a Macron, Netanyahu y Putin va en ese sentido. Una faena que no será sencilla, en el sistema internacional del siglo XXI que se maneja por bloques regionales y complejos intereses geopolíticos.
Seguí leyendo: