El presidente Alberto Fernández estudia por estas horas designar como embajadora en Rusia a Alicia Castro, que durante el kirchnerismo fue representante diplomática en el Reino Unido y en Venezuela. Por otro lado, y en el marco de los reacomodamientos en las distintas embajadas argentinas en el mundo, el Gobierno -vía Boletín Oficial- solicitó el regreso de Carlos Sersale y Carlos Foradori, ambos designados por Mauricio Macri en el Reino Unido y ante organismos internacionales respectivamente.
Hasta el momento, la embajada argentina en Rusia es ocupada por Ricardo Lagorio, un diplomático de carrera que trabajó estrechamente con Daniel Scioli y asesoró al ex candidato del Frente para la Victoria durante toda la campaña presidencial. Ahora, Gobierno analiza reemplazarlo por Castro, defensora de las gestiones de Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, país que mantiene un estrecho vínculo con Moscú.
En cuanto a Sersale, es un diplomático de carrera. Antes de Reino Unido, ocupó la sede diplomática argentina en Sudáfrica desde 2006. Economista, se unió al cuerpo diplomático argentino a fines de 1970. A principios de la década de 1980 estuvo asignado a la dependencia argentina en Roma, Italia. Luego fue trasladado a la sede de Naciones Unidas en Nueva York, donde pasó buena parte de su carrera. Ya en el 2000, regresó al país, donde permaneció hasta 2005. En ese año solicitó el puesto de embajador en Sudáfrica.
Foradori, en tanto, además de su paso como vicecanciller de Susana Malcorra durante la gestión de Cambiemos, fue el diplomático que en la década de 1990 negoció el último diferendo territorial con Chile por los llamados Hielos Continentales. También fue embajador en Guatemala y en Zimbawe.
Egresado con honores del Instituto del Servicio Exterior de la Nación en 1982, cayó en el ostracismo con la llegada al poder de Néstor Kirchner en el 2003 por la férrea oposición que planteó en 1998 el entonces gobernador de Santa Cruz por el acuerdo firmado ese año por los presidentes Carlos Menem y Eduardo Frei para poner fin a las disputas de límites entre Santiago y Buenos Aires.
Por otro lado, y en línea con estos movimientos diplomáticos, durante el fin de semana se hizo pública la designación del ex vicepresidente Carlos “Chacho” Álvarez como nuevo embajador argentino en Perú, puesto que durante el Gobierno de Mauricio Macri ocupó Jorge Yoma. Fuentes diplomáticas revelaron que ya se hizo la consulta a Lima con el pedido del plácet al Ejecutivo de Martín Vizcarra, aunque el nombramiento está sujeto al visto bueno de las autoridades gubernamentales de Lima, además de la aprobación del Senado argentino.
Además, Alberto Fernández avanzó en los nombramientos de los embajadores políticos como el ex gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, oficializado en la embajada argentina en Israel.
También designó a Jorge Argüello como “superembajador” argentino en Washington, que coordina desde los primeros días de enero todas las representaciones diplomáticas bilaterales, multilaterales, financieras y de crédito que actúan para la Argentina en los Estados Unidos.
Otros nombramientos son los siguientes: el ex canciller Rafael Bielsa a Chile; el ex ministro de Trabajo, Carlos Tomada, a la sede diplomática en México; Daniel Scioli, a Brasil; Alberto Iribarne, a Uruguay; Rodolfo Gil, a Portugal; Domingo Peppo, a Paraguay; Fernando “Pino” Solanas a la UNESCO; Marcelo Cima a Bélgica; Pablo Grispun a la Unión Europea; Juan Valle a Vietnam; Carlos Raimundi a la OEA y Gustavo Zlauvinen en Austria.
Por otro lado, todavía quedan pendientes designaciones en importantes embajadas como, por ejemplo, en España, lugar que dejó vacante Ramón Puerta. Lo mismo ante el Vaticano: si bien en un principio el Gobierno eligió como representante diplomático a Luis Bellando, un diplomático de carrera que antes estuvo en Angola y en Cuba, finalmente retiró el pliego por resistencias que surgieron desde la Santa Sede.
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