Un paquete sospechoso apareció este domingo por la tarde en la puerta de Membrillar 533, en el barrio porteño de Flores, en la que fue la casa familiar del papa Francisco, como lo señala una placa colocada en el frente. La caja, de 20 por 35 por 15 centímetros, llevaba la leyenda “FRAGIL”.
El Escuadrón Antibombas de la Policía de la Ciudad llegó al lugar cerca de las 20 horas, luego de ser alertado por personal policial que recibió la denuncia de parte de un transeúnte que vio el extraño objeto en la puerta del domicilio. El protocolo en este caso consistió en perimetrar el lugar -desviando el tránsito peatonal y vehicular para luego proceder a la detonación controlada del objeto sospechoso, que en su interior contenía sólo residuos.
El proceso de “detonación controlada” es utilizado para desarmar artefactos sospechosos. Al no poder dar cuenta de que hay en su interior, se detona una pequeña carga con el fin de abrirlo y permitir ver su interior.
Mientras se realizaron actuaciones por intimidación pública, intervino en la causa la fiscalía nacional en lo Criminal y Correccional N°5 a cargo de la fiscal Capuchetti.
El papa Francisco es oriundo del barrio de Flores. Allí transcurrió su infancia y juventud y fue en la Iglesia de Flores donde sintió el llamado al sacerdocio, como él mismo lo ha relatado.
Dentro de pocos días, el presidente Alberto Fernández visitará a Francisco en la Santa Sede. El encuentro está agendado para el próximo viernes 31 de enero y tendrá lugar en la Biblioteca Privada del Palacio Apostólico del Vaticano, a las 11 hora local (7, en Argentina).
En diciembre pasado, el Sumo Pontífice recibió a Fabiola Yáñez, junto a otras cuatro primeras damas latinoamericanas en el marco de la inauguración de la nueva sede de la fundación pontificia Scholas Occurrentes, creada por el Papa; fue un primer contacto informal con el nuevo gobierno argentino.
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