Ni cláusula gatillo ni bono especial o fórmula de indexación ajustable. Nada de esto. El nudo central del debate que se avecina en estos días entre el Gobierno y los docentes ante la apertura de la paritaria nacional tiene un nombre y objetivo indefinido: la decisión o no de la Casa Rosada de aumentar el Fondo de Incentivo Docente para sustentar los aumentos salariales de todo el año en función de la inflación.
El Ministerio de Educación, a cargo de Nicolás Trotta, convocó finalmente para la semana que viene a los gremios docentes de todo el país con el fin de iniciar el debate de la paritaria nacional. Se trata de una nueva modalidad por la que el presidente Alberto Fernández busca dejar atrás la política que llevó Mauricio Macri desde principios de 2018, a través del decreto 52/2018, que suspendió la paritaria nacional.
La Casa Rosada ya adelantó al menos dos condiciones concretas para esta negociación: el nuevo acuerdo no contemplará una cláusula gatillo de ajuste automático por inflación y no habrá un bono especial como el que se le dio a los trabajadores estatales y privados por decreto.
El gremio de CTERA y la CTA de Hugo Yasky aparentemente aceptarán estas dos condiciones impuestas de antemano. Pero ya adelantaron que no cederán ante un punto central que es la necesidad de utilizar mecanismos para recomponer el Fondo de Incentivo Docente, estimado hoy en unos 25.000 millones de pesos para asegurarse un incremento salarial permanente en el año que supere al índice de inflación.
Desde el Ministerio de Educación aseguraron a Infobae que hay una “firme intención” del Gobierno para que los salarios docentes no se vean superados por la inflación. Pero también advirtieron que “en un contexto de una situación fiscal complicada, resultará muy difícil aumentar el Fondo de Incentivo Docente”.
Desde la CTERA, su secretario adjunto, Roberto Baradel, que también lidera el sindicato bonaerense SUTEBA, adelantó a Infobae que “los sindicatos confiamos en que el Gobierno logre aumentar el Fondo Docente para alcanzar una buena paritaria sostenida en el año”.
Los gremios docentes llegarán a la paritaria nacional con “buen ánimo y búsqueda de consensos”, tal como lo dejaron trascender en abierta diferenciación de lo que fueron las tensas relaciones con el macrismo. Tanto la CTERA como la CTA de Yasky aceptarán el planteo que ya les adelantó el ministro Trotta respecto de la imposibilidad de la Casa Rosada de avalar una paritaria con cláusula gatillo para ajustar los salarios en forma automática con la inflación. También aceptan a regañadientes que no se les otorgue un bono especial de adelanto de la paritaria como se fijó por decreto a estatales y empleados privados.
Sin embargo, desde los gremios docentes creen que la salida para garantizar un aumento salarial superior a la proyección de inflación en el año se debería lograr mediante un aumento del Fondo de Incentivo Docente.
“Si hay aumento del Fondo Docente no debemos temer una actualización salarial por encima de la inflación y el inicio de las clases en marzo no debería correr riesgo alguno”, aventuraron desde la CTERA.
Por el contrario, en el Ministerio de Educación sostienen que el objetivo de lograr un aumento salarial para los maestros a nivel nacional que supere la inflación debe ser un objetivo, aunque advierten que “en las condiciones de fragilidad fiscal que tiene la Argentina hoy se hace imposible aumentar el Fondo de Incentivo Docente”.
Además, en la Casa Rosada creen que la paritaria nacional no sólo se debe limitar al tema salarial. El ministro Trotta ya deslizó a los gremios docentes que en la convocatoria que hizo para la semana entrante quiere discutir una “agenda más amplia en términos de educación”.
En este sentido, el Ministerio de Educación planteará un debate sobre los objetivos pedagógicos por distritos, la instrumentación de los planes educativos nacionales, como el programa de Lectura en todas las aulas y el Plan Conectar Igualdad; el desarrollo de los planes de educación sexual en todo el país y una planificación nacional de capacitación docente.
Esto es lo que el presidente Alberto Fernández terminó de definir con el ministro de Educación para volver a discutir “en una mesa de negociación amplia” las paritarias nacionales.