Un rato antes de que Alberto Fernández y su comitiva tomen el vuelo de Alitalia con escala en Roma y con destino Jerusalén, la escribanía general de la Nación le hará firmar el pase de mando para que durante cuatro días lo reemplace Cristina Kirchner. Tanto el Presidente como su vicepresidenta pondrán su rúbrica en el acta, que certificará que ella quedará a cargo de la Presidencia hasta el sábado 25, aunque no es necesario que lo hagan al mismo tiempo ni en el mismo lugar.
El Presidente confirmó la semana pasada su participación en el Foro Internacional de Líderes en Conmemoración del Día Internacional de Recordación del Holocausto y la Lucha contra el Antisemitismo, que se realizará en el Museo de Yad Vashem, en la ciudad de Jerusalén. Partirá mañana a las 14:05 con una reducida comitiva en un vuelo de línea. Sus gastos, los de la primera dama, Fabiola Yáñez, y los del canciller Felipe Solá, correrán por cuenta del Estado de Israel, así como los gastos de los 40 líderes de distintas naciones que serán parte de la cena, el homenaje a las víctimas y la visita al museo.
Durante los cuatro días en que esté ausente Fernández, Cristina Kirchner volverá a ejercer la presidencia de la Nación. Será su primera vez en este mandato al frente del Gobierno después de que dejara el poder hace 1.565 días, el 9 de diciembre del 2015 (según un fallo judicial, su mandato venció a las doce de la noche de ese día) y del triunfo de la fórmula del Frente de Todos por el que asumió como vicepresidenta el último de 10 diciembre. Precisamente ese fue el único día en que la vicepresidenta visitó la Casa Rosada. Prometió que sólo volverá (probablemente) para algún acto institucional, pero no usará las oficinas que habitualmente le son reservadas para quien ejerce ese cargo. Descartó también la posibilidad de tener un despacho en el Centro Cultural Kirchner.
El lugar de trabajo de la vicepresidenta será siempre el Senado, así informaron en su entorno. Con el Presidente ha mantenido largas conversaciones, incluso algunos sábados desayunaron juntos en la residencia de Olivos, antes y después de los viajes de Kirchner a Cuba, donde su hija Florencia sigue un tratamiento médico. Volvieron a verse a solas la semana pasada y analizaron la coyuntura y la decisión estratégica de realizar este viaje.
En el Senado, donde hay poca actividad (sobre todo administrativa) a la espera del inicio de las sesiones extraordinarias, aseguran que, mientras reemplace al Presidente, Cristina Kirchner continuará con bajo perfil y reuniones reservadas. Lo hizo desde su último regreso de La Habana y por ahora promete mantenerlo. “No hay ninguna actividad oficial”, respondieron a Infobae sobre los planes de CFK para esta semana, aunque admitieron que sí tiene gran actividad en forma reservada. Varias de las reuniones las mantiene en su propio departamento sin ir a la Cámara alta.
En la edición de hoy del Boletín Oficial, a horas del paso de mando, se publicó un decreto que dejó sin efecto una resolución del gobierno anterior que hacía intervenir a la Casa Militar en los viajes. Desde hoy los viajes presidenciales al exterior requerirán únicamente la participación de la Escribanía General de la Nación.